Unión Progreso y Democracia (UPyD) lamenta que el President Antich, ante la imposibilidad de llegar a algún acuerdo con otras fuerzas políticas para aprobar el proyecto de Presupuestos de la CAIB para 2011, haya decidido prorrogar los de 2010. Antich debe dimitir y dar paso a un gobernante capaz de congregar apoyos, porque no estamos en un régimen presidencialista donde el jefe del ejecutivo sea elegido por sufragio universal, sino en un régimen parlamentario donde el ejecutivo se subordina al legislativo y no al revés. UPyD siempre ha entendido que desde que está en minoría Antich debería haber presentado una cuestión de confianza en el Parlament. No ha sido así, desgraciadamente, y hoy el señor Antich prolonga a costa del ciudadano la agonía de un Govern inoperante y demuestra un desprecio absoluto hacia la voluntad popular y hacia la institución que preside.
Antich se debe al Parlament, que le ha dado a entender con toda claridad que se encuentra en minoría y ha perdido su confianza, lo que debería abocar a cualquier gobernante digno a presentar la dimisión. Los presupuestos no son una ley cualquiera, sino la plasmación en mayúsculas de una acción de gobierno. Su rechazo significa que la mayoría de representantes electos desaprueba la acción de gobierno, lo que lleva ineludiblemente a la dimisión. No existe mayor cuestionamiento de confianza. Tampoco es baladí señalar que los presupuestos que prorroga Antich son los aprobados el año pasado con el voto de Bartomeu Vicens, hoy condenado por corrupción.
Al PSIB y a sus socios les ha importado muy poco el deshonor propio y el desprestigio de las instituciones, con tal de encarar los próximos comicios desde el poder, los presupuestos prorrogados y el BOCAIB. Con esta actitud nunca vista, Baleares da al mundo un espectáculo lamentable e insólito, y un perfecto ejemplo de cómo los políticos profesionales pueden desvirtuar la democracia.
Más de UPyD, interesante
No hay comentarios:
Publicar un comentario