viernes, 30 de septiembre de 2011

La maldición del maestro

Jaime Buhigas*  30/09/2011  (06:00h)
Vídeo presentación del Congreso Aprendemos todos.
Enseñar es un ARTE. Llegó la hora de decirlo alto, claro y sin ningún pudor.
Más que una profesión. Más que un oficio. Más que una artesanía, la enseñanza es un ARTE. Así, con mayúsculas: A-R-T-E.  Y eso convierte a los maestros, inequívocamente, en ARTISTAS. Y se me llena la boca al decirlo. Se me llena el alma de justicia al pensar que puedo declarar a los cuatro vientos, con voz firme y emocionada: ¡Maestros y profesores del planeta…sois artistas!
¡Pero cuidado, no cualquier clase de artista!: Artistas de los de verdad, de los que no son famosos, de los que entregan su afán diario a los secretos de su disciplina, de los que convierten su labor en camino, devotos de su obra, fieles al pequeño trabajo diario pero bien hecho. Artistas de los de paso lento y meditado. Alquimistas de la transmisión. Labriegos del Conocimiento, anónimos y auténticos. Artistas de mano sucia y corazón dispuesto. Artistas de pura cepa y sin tonterías. 
Así es, y así ha sido desde el origen mismo de la profesión, tan antigua como la misma Humanidad. El maestro, sabio y paciente, mimoso de un oficio que opera con seres humanos, era aquel que con sus buenas y bellas artes, trasladaba su experiencia  vital a las nuevas generaciones, para que en ellas floreciera la luz del Conocimento, siempre renovado, eternamente joven, en un acto de generosidad visceral y de profundo compromiso con la sociedad, la civilización y en definitiva, con la vida. El maestro abría los caminos, marcaba direcciones, conducía a sus alumnos a la mejor disposición para vivir, para pensar, para crear, para ser ellos mismos y que alcanzaran los grados de existencia que el propio maestro ni siquiera había soñado. Ese ha sido siempre el noble arte de la enseñanza. El arte más casto, el más útil, el más altruista… el más humano.
Sin embargo, una maldición ha caído sobre la milenaria estirpe de artistas maestros. La peor de las maldiciones: aquella que hace que uno ya no sepa quién es en realidad, olvidándose de su verdad, del sentido de su obra, del fin de sus fatigas. Y por culpa de este hechizo fatal, tan grosero y tan moderno, los maestros siguen ejerciendo su arte sin ser conscientes de la grandeza de su trabajo. ¡Terrible locura! La sequía poética que azota al mundo ha truncado la visión de los ciudadanos nacionales, que al revés que Don Quijote, ven simples molinos donde hay gigantes y a Aldonza Lorenzo donde está la bella Dulcinea.
Para nuestro “primer mundo”, tibio y ocioso, esclavo de las meras cosas y entregado al exceso de todo lo prescindible, el maestro ya no es un artista. Es un trabajador más, eso sí, con demasiadas vacaciones y demasiado pocas horas semanales de faena. Un ciudadano medio que repite año tras año sus mismas clases aprendidas en sus primeros cursos de ejercicio profesional. Un fulano que no aspiró a más, y que no encontrando mejor carrera, optó por la docencia como última alternativa para que no falten las lentejas en la mesa y las facturas pagadas en el banco. Un pseudo-intelectual, generalmente trasnochado (nunca volvió a estudiar desde que entró en el aula), que ejerce su único y patético poder suspendiendo o aprobado a sus alumnos, a los que, con frecuencia, tiene una manía feroz.
Este es el monstruo docente que ha diseñado nuestro mundo de mercaderes y prestamistas. En esta bestia se ha transformado el príncipe del viejo cuento. Y lo más cruel es que, esclavos de la impía Circe, los cerdos se han creido su metamorfosis, y empiezan a conformarse con  su puerca condición. Maldición de maldiciones. ¿Dónde están los eternos artistas de la enseñanza? ¿Saben ellos quiénes son? ¿Se han olvidado de su altísima misión, aquella que estaba llamada a cambiar el mundo?... No lo sé.
Por eso lo quiero volver a decir. No, a decir no. A GRITAR:
¡Maestros!: Enseñar es un ARTE. Un arte de la trasmisión y de la palabra. Un arte de la presencia y de la atención. De la escucha… de la entrega. Un arte de mil recursos en el que los ingredientes nunca son suficientes: silencios, gestos, movimientos, matices, tiempos, sorpresas, preguntas, respuestas, juegos, viajes, diálogos… Todo ello hábilmente entretejido con información, ideas, conceptos, materias, reflexiones… Una deliciosa puesta en escena, en el más riguroso directo,  para conducir  la desbocada  energía de veintitantos alumnos, en menos de una hora, y llevarla hasta los altos parajes de algún tipo de sabiduría. Casi nada…
Entrar en el aula es medir, valorar, sentir, escuchar, calcular, elegir, actuar...¡Arriesgar!...¡Dar clase es un constante riesgo!... ¡Y crecer!...! Y aprender: el profesor es el eterno alumno! Como el más concienzudo escultor, músico o arquitecto, el maestro transforma el espacio y el tiempo en mundos precisos, en momentos de encuentro, en instantes de infinita posibilidad. Ese es el noble arte del maestro.
Nadie sabe lo que es dar una clase hasta que no se ha colocado delante de un grupo de alumnos, del mismo modo que nadie sabe lo que es el teatro hasta que no se ha puesto delante de un patio de butacas, o nadie sabe lo que es ser pintor hasta que no ha sentido el desierto existencial y mudo de un lienzo en blanco. Porque ante todo, el artista necesita valor.
Y el maestro, en mucha mayor medida y como buen artista, también lo necesita. Porque se enfrenta al público más exigente del mundo: los niños y los jóvenes, cuya condición intrínseca reclama siempre Verdad. Y Verdad es lo que tiene que entregar el maestro: Verdad en su mirada, en su vocación, en su amor por lo que enseña. Verdad en su pasión, en su presencia, en sus palabras. La Verdad disfrazada de cualquier asignatura ( Ay! Las asignaturas… pero si el Conocimiento es UNO!). Verdad de las muchas verdades que hay.  Eso lo único que educa a las personas, lo que nos abraza al mundo, lo que nos devuelve a la grandeza de nuestra realidad en el Universo. Porque, en definitiva, la obra de arte del maestro son sus alumnos. Y esto convierte a la enseñanza, ya no en un arte, sino en el más grande y más trascendente de todos ellos.
Así pues, este es mi mensaje: ¡Arriba profesores!...¡Despertad del letargo!...¡Romped el hechizo! ¡Volved a nacer a la excelencia de vuestroARTE!... ¡Vuestra profesión es poesía, magia y devoción!... ¡Vuestro premio es el mismísimo futuro!... ¡Sois héroes anónimos que construís el mundo y lo podéis convertir en un lugar mejor!. Y estáis por encima de gobiernos, de leyes, de chapuzas, de partidos, de políticos y demás esperpentos mediáticos, tan prosaicos, tan feos…!. ¡Dejad de purgar con sangre la terrible cordura de los idiotas!  
Protestad todo lo que haya que protestar porque tenéis razón. Pero por Dios, no protestéis como esclavos. Protestad como hombres libres. Hombres libres que construyen y no sólo se quejan. Y jamás olvidéis que vuestro verdadero poder está en las aulas, y que sois vosotros, y no los feos, los que estáis modelando con vuestro arte a los hombres y a las mujeres del mañana.
Jaime Buhigas* es escritor, director de escena y profesor de teatro.

Vía El Confidencial

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cristofobia cristiana

Hispanidad, miércoles, 28 de septiembre de 2011

La verdad es que él nunca fue musulmán, sino cristiano, pero el tribunal de los ayatolás considera que como tiene ascendencia islámica, debe ser ejecutado por apóstata. Oiga, y en la Constitución iraní no figura la pena de muerte pero se aplica siguiendo las instrucciones de ese libertador llamado Jomeini.

Pero ésta es una injusticia más contra los cristianos de las que ocurren cada día en Paquistán, Afganistán, Indonesia, Irán y siga usted contando. No. Lo peor es el silencio del Occidente cristiano. Se imaginan lo que ocurriría -no, porque no va a ocurrir- que en un país cristiano se condenara a muerte a un musulmán por predicar el Corán en una ermita porque sus antepasados eran cristianos y, por tanto, él un apostata? ¿Se lo imaginan?

Pues bien, hasta el momento, ninguna cancillería occidental, ni Hillary Clinton, ni Catherine Ashton, tan preocupada por la primavera árabe tunecina, ni la PESC europea, ni Sarkozy, que también se entiende con los árabes, niCameron, que se da baños de multitudes en Trípoli, ni Obama, tan preocupado por la libertad religiosa en el mundo, dicen esta boca en mía en defensa deNadarkhani.

Naturalmente, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el de la Alianza de Civilizaciones, y su canciller, Trinidad Jiménez, encantada de acudir a cualquier foro internacional donde haya cámaras de televisión, han abierto la boca para condenar este crimen contra la libertad religiosa.

La ola de cristofobia que se ha desatado en el mundo árabe, en el mundo chino y en el hindú (aquí sí hay que hablar de hinduismo, no de la India) constituye el mayor atentado contra la libertad y contra Occidente. Pero lo grave no son los ataques de Oriente sino el silencio doloso y cobarde Occidente. En el caso de España, no es algo más que cobardía, es la cristofobia rabiosa de nuestros muy cristianos -al menos en origen- dirigentes y el silencio de los medios informativos.

En Irán se atenta contra la libertad más que en Libia, con la diferencia de que Occidente bombardea a Gadafi y ni tan siquiera habla frente Irán.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com




El carisma de Mariano Rajoy

ELOGIO DE LA MODERACIÓN


Por Eduardo Goligorsky

Fue nada menos que el ventrílocuo mediático Prisa el que, por boca de su muñeco Iñaki Gabilondo, dio la primicia de que Mariano Rajoy tiene carisma. Fue una revelación cargada de sarcasmo y chulería, porque atribuía esta cualidad al hecho de que la inminente conquista del poder neutralizaría las visibles carencias del candidato popular.

Para complementar el hallazgo, Gabilondo, o sea Prisa, incurrió en la desfachatez de imaginar a José Luis Rodríguez Zapatero, textualmente, en su "pira funeraria". Pira ésta curiosamente alimentada por las toneladas de material con que dicha empresa jaleó al ahora incinerado, elevándolo a una posición en la que estaba obligado a fracasar por su frivolidad, por su incompetencia, por sus prejuicios y por esa desmesurada soberbia que lo llevó a soñar con la posibilidad de conquistar el premio Nobel de la Paz mediante trapicheos con terroristas y secesionistas. El ventrílocuo creía haber colocado en la Moncloa a otro muñeco dócil, y se encontró con un Pinocho embustero que no obedecía a su creador. Juan Luis Cebrián arrojó la última tea el 21 de septiembre en el Foro Nueva Economía, con una conferencia denigratoria contra el aún presidente, quien, a esta altura, y aunque tiene merecido todo lo que le pasa y más, empieza a inspirar compasión.

Un político moderado

Volvamos, pues, al presunto carisma de Rajoy. Según María Moliner, el carisma es, en su acepción secular, el "don de atraer y captar a la multitud". Evidentemente, sólo la élite progre, acostumbrada a adornar con hallazgos sociológicos y psicológicos los discursos que urde para idealizar o justificar a dictadores totalitarios y farsantes populistas, puede aplicar o negar con tanta ligereza la noción de carisma. Rajoy no tiene carisma ni lo necesita. Lo que sí tiene, el componente de su personalidad que muchos partidarios le han pedido que corrija, y que muchos adversarios confunden con la falta de propuestas, es moderación. Mariano Rajoy es un político moderado, algo que la sociedad española –no la multitud, ni la masa, ni el pueblo– pide clamorosamente, después de haber soportado las insidias de unanomenklatura experta en crear tensiones, crispaciones, enfrentamientos, regresiones y algaradas con el único objetivo de conquistar el poder, primero –aprovechando la tragedia del 11-M–, y de conservarlo a partir de entonces.

El notario Juan José López Burniol, que tenía una larga trayectoria como moderado en la política catalana, y que pareció apartarse de ella cuando los radicales montaron el show del Estatut, ha visto con alarma el creciente descontrol de las reacciones viscerales y ha publicado en La Vanguardia una serie de cinco artículos titulados, precisamente, "Los moderados". En el primero (5/8) explica que la moderación

se funda, por consiguiente, tanto en el realismo como en la ausencia de dogmas profesados como verdades apriorísticas y absolutas. Realismo para observar las cosas, los hechos y las gentes sin ideas preconcebidas. Y ausencia de dogmas como sinónimo de una laicidad que va más allá del hecho religioso y es concebida –en palabras de Claudio Magris– como uno de los baluartes de la tolerancia, en el bien entendido de que no sólo el clericalismo intolerante es lo contrario de la laicidad, sino también la cultura o pseudocultura radicaloide y secularizada dominante, por lo que el respeto laico por la razón no está garantizado ni por la fe ni por su rechazo. Laicidad –concluye Magris– significa "duda respecto a las propias certezas, autoironía, desmitificación de todos los ídolos, incluidos los propios; capacidad de creer con fuerza en algunos valores, a sabiendas de que existen otros igualmente respetables" (...) La intolerancia y la cerrazón, el sectarismo y la conversión del adversario en enemigo agravan los problemas. Tan es así que, incluso en situaciones dictatoriales, son los moderados quienes palían los rigores del poder y, tal vez sin quererlo, sientan las bases de una transición reparadora de las libertades cercenadas.

Tan atinada reflexión concluye así:

Esta reivindicación de los moderados es imprescindible en España, país marcado por una historia cainita en la que no se sabe qué lamentar más, si la impotencia y barullo provocados por la acción de los exaltados de toda laya o la ausencia de laicos a uno y otro lado del espectro político.

Al margen de la historia

En los artículos siguientes, López Burniol rescata la figura de algunos moderados que quedaron al margen de la historia por su condición de tales, con especial atención al escritor y periodista sevillano Manuel Chaves Nogales, un republicano que se expatrió en 1937 porque, escribió entonces,

idiotas y asesinos se han producido y actuado con idéntica profusión e intensidad en los dos bandos.

Yo también lo tomaré como paradigma de moderación en un próximo artículo, poniéndolo junto a Clara Campoamor, aquella republicana y feminista ejemplar que abandonó el Madrid revolucionario para que no la asesinaran, por liberal, los de su propio bando. La de los moderados es la memoria histórica de la tercera España, muy distinta de la que canoniza el revanchismo maniqueísta.

Sin embargo, la controversia en torno al vía crucis de los moderados no se circunscribe a España. Escribe el pensador socialista italiano Norberto Bobbio (Derecha e izquierda, Taurus, 1998):

Se ve que la diada extremismo-moderación tiene muy poco que ver con las ideas profesadas, pero se refiere a su radicalización y consecuentemente a las diversas estrategias para hacerlas valer en la práctica. Así se explica por qué revolucionarios (de izquierda) y contrarrevolucionarios (de derecha) pueden compartir ciertos autores: los comparten no por ser de derecha o de izquierda, sino en cuanto extremistas respectivamente de derecha y de izquierda que, precisamente por ser así, se distinguen de los moderados de derecha e izquierda (...) Ideologías opuestas pueden encontrar puntos de convergencia y acuerdo en sus franjas extremas, aun manteniéndose muy diferentes con respecto a los programas y los fines últimos de los cuales sólo depende su ubicación en una u otra parte de la diada.

La mediocracia

Bobbio cita, en defensa de su tesis, a dos autores. El extremista de izquierda Ludovico Gaymonat publicó una recopilación de artículos políticos suyos titulada Contro il moderatismo, o sea, contra el bloque moderado que se constituyó, a su juicio,

y aún se mantiene, después de la Liberación, y comprende el llamado arco constitucional que va de los comunistas a los democristianos, que han renunciado a la transformación revolucionaria de la sociedad heredada del fascismo, y se han contentado con la democracia.

Y, prosigue Bobbio, el neofascista Solina escribió en la revista de extrema derecha Elementi:

Nuestro drama actual se llama moderación. Los moderados son nuestro principal enemigo. El moderado es por naturaleza democrático.

Más adelante, Bobbio aborda otros puntos que tienen en común todos los enemigos de la moderación:

También con respecto a la moral y la doctrina de la virtud, los extremistas de orillas opuestas se encuentran, y en el encuentro hallan sus buenos motivos para oponerse a los moderados: las virtudes guerreras, heroicas, del coraje y la temeridad, contra las virtudes consideradas despectivamente mercantiles de la prudencia, la tolerancia, la calculadora razón, la paciente búsqueda de la mediación, virtudes necesarias en las relaciones de mercado y en el más amplio mercado de las opiniones, de las ideas, de los intereses en conflicto que constituyen la esencia de la democracia, en la que es imprescindible la práctica del compromiso. No es casual que tanto los extremistas de izquierda como los de derecha sospechen de la democracia incluso desde el punto de vista de las virtudes que ella alimenta y que son imprescindibles para su supervivencia. En el lenguaje de unos y otros, democracia es sinónimo de mediocracia, entendida ésta no sólo como dominio de la clase media sino también de los mediocres. El tema de la mediocridad democrática es típicamente fascista. Pero es un tema que encuentra su ambiente natural en el radicalismo revolucionario de cada color (...) El criterio de mediocridad está asociado al de reformismo, a la resolución pacífica de las disputas y, de forma aun más general, a la visión pragmática de la política y de los conflictos que se desarrollan en su seno.

Un pragmático posibilista

Puesto que ya en otra oportunidad me he definido como un pragmático posibilista, es lógico que hoy, aun sin experimentar ningún sentimiento de compromiso o fidelidad respecto del Partido Popular, tenga decidido mi voto por Mariano Rajoy, el candidato que encarna la moderación, el centro del espectro político. En verdad, desde los felices días de la transición, mi brújula siempre marca el centro. Empecé a votar al PSOE cuando éste rompió con el marxismo, y seguí votándolo cuando ratificó el ingreso en la OTAN, cuando tuvo como ministros a Miguel Boyer y a Carlos Solchaga, cuando emprendió la reconversión industrial, cuando aprobó la ley de extranjería, cuando acompañó a las democracias occidentales en la primera guerra del Golfo. Defendí públicamente la actividad de los GAL, que desembocó en una chapuza, y en esto discrepé con el PP, aunque coincidí con Manuel Fraga Iribarne, que les dio su apoyo explícito en unas declaraciones políticamente incorrectas.

Hasta que llegaron las elecciones autonómicas catalanas de 1994. El PSC presentó como candidato a un nacionalista de tomo y lomo, Joaquim Nadal. Yo voté a Aleix Vidal-Quadras. En las nacionales de 1996 pensaba votar nuevamente al PSOE, pero desistí cuando Felipe González lanzó, en Valencia, aquel guerracivilista "¡No pasarán!", refiriéndose a sus adversarios democráticos. El vídeo del doberman completó mi disgusto. Voté a José María Aznar. Lo voté nuevamente en el 2000. Y en el 2004, satisfecho con un gobierno que volvía a ser leal al Occidente democrático en la segunda guerra del Golfo, que acosaba –esta vez sólo dentro de la legalidad– a los terroristas y ponía límites a los chantajes nacionalistas, voté a Mariano Rajoy. Todo esto sin moverme del centro, de la moderación. Aquí plantado puedo disentir del PP en lo que concierne a la ley de aborto, y a la nonata ley de eutanasia y suicidio asistido, que se aprobará cuando el consenso social sea irresistible, gobierne quien gobierne. Pero al mismo tiempo interpreto como una prueba de la centralidad, la moderación y la sensibilidad social del PP el hecho de que respetara, durante los ocho años que gobernó, aquellas leyes de matiz laico que combatió cuando era oposición. Con los moderados se puede convivir.

Ahora, Josep Antoni Duran Lleida, la cara simpática de la convergencia secesionista, ha pronosticado un posible "choque de trenes" entre Cataluña y España, ha apoyado la inmersión monolingüista en las escuelas catalanas y a continuación ha lanzado la consigna de evitar a toda costa la mayoría absoluta del Partido Popular. Ahí está la clave: para que vuelva a imperar la moderación, después de este largo periodo de abusos anticonstitucionales y provocaciones demagógicas, ¡a por la mayoría absoluta! Y después de obtenerla, sí, a concertar el gran pacto de Estado para recuperar la normalidad institucional y económica, y para reincorporar España a la comunidad de naciones que componen la civilización occidental, sin alianzas espurias.

(Libertad digital)

martes, 27 de septiembre de 2011

• EDITORIAL El Mundo: Cuenta atrás para cambiar de rumbo en economía y terrorismo


RubalCara, embustero y payasoEL DECRETO de disolución de las Cortes y de convocatoria de las elecciones que ayer firmó el presidente del Gobierno marca el inicio de la cuenta atrás para que los españoles decidan quién ha de dirigir las reformas imprescindibles e inaplazables que necesita el país. No es exagerado decir que España afronta sus elecciones más decisivas del actual periodo democrático: junto a la peor crisis económica jamás vivida se han recrudecido las tensiones separatistas en Cataluña y el País Vasco, mientras la serpiente de ETA muda otra vez de piel para intentar conseguir sus objetivos de siempre. Además, el descrédito de la política ha dado paso a movimientos como el del 15-M que plantean cambios profundos en el sistema. En esta encrucijada, donde se palpa la necesidad de grandes reformas y de una verdadera regeneración democrática, se inscriben las 100 propuestas que viene publicando nuestro diario con el ánimo de aportar ideas para un debate del que deben salir compromisos y pautas para iniciar una etapa nueva.
RubalCara, embustero y payasoEstamos de acuerdo con Zapatero en lo que dijo ayer en su breve comparecencia en el Palacio de La Moncloa en el sentido de que no es momento de hacer «balance» de su labor, y que ahora «se abre el tiempo político de los candidatos». Con los graves problemas que hay que afrontar, no cabe perder tiempo ni energías en lamentaciones. Ahora bien, en estos momentos en los que se cierra el telón de la legislatura se ve en toda su magnitud el enorme error de no haber logrado un gran pacto de Estado, en el que nunca creyó el Gobierno y en cuya consecución la oposición tampoco puso demasiado entusiasmo. Un gran pacto que debería haber incluido reformas económicas y la política antiterrorista.
Ayer vivimos un nuevo episodio de división en la lucha contra ETA. Mientras el presidente Zapatero celebraba el comunicado del colectivo de presos como un «paso significativo hacia el fin del la violencia», el fiscal general se refería en términos contundentes a ese supuesto avance: «Me parece una vergüenza». «Lo único que esperamos es que ETA se disuelva sin ningún tipo de condiciones», añadió Conde-Pumpido. Rajoy compartió después públicamente ese criterio.
Una mayoría de ciudadanos cree, como los padres de José María Piris -el niño de 13 años asesinado por ETA en 1980-, que el supuesto cambio de la banda terrorista es «un paripé». Sólo desde la ingenuidad más absoluta o el espurio interés partidista puede darse crédito a los cantos de sirena del entorno etarra, que sólo buscan sacar tajada de las elecciones y llenar de votos las sacas de Bildu. Y de lo que cabe esperar de Bildu tuvimos ayer una nueva muestra en su negativa a acudir en San Sebastián a la inauguración de la Facultad de Ciencias Gastronómicas presidida por los Príncipes de Asturias, achacándoles que representan «el símbolo de la negación de este pueblo».
Por todo ello, ahora que se convocan oficialmente las elecciones, hay que insistir en que España necesita un Gobierno con un mandato claro de las urnas, un Gobierno que esté respaldado por una amplia mayoría que le permita el margen de maniobra suficiente para superar esta difícil encrucijada histórica

Fábula de Rubalcaba y el chaleco antibalas

Por Francisco Pérez Abellán

Así hablaba Rubalcaba: en verdad, en verdad os digo que todo estaba resuelto, que tenía tiempo para ser el ministro portavoz, el ministro consejero, el ministro vicepresidente, el ministro del Interior, el ministro del chaleco antibalas, con manga y sin manga, el ministro campeador. Y va Juan Luis Cebrián y ahora dice que estamos sin Gobierno.
Cebrián lo ha dicho en su importante periódico, que en toda su historia sólo al candidato Rubalcaba ha dedicado seis páginas de entrevista. Al irse Rubalcaba, ZP se ha quedado sin Gobierno. Y Rubalcaba se ha dado un atracón de país.
El caso es que Rubalcaba, como ministro del Interior, no dotó de chalecos antibalas a las fuerzas del orden, por más que se lo pedían, como no dotó de enseñanza a las víctimas de la Logse. La policía española, que necesita asesoramiento y puesta al día, precisa que alguien cambie y amplíe el plan de estudios, para que quienes salgan a la calle sepan algo de la delincuencia, su historia y cosas así, por si se encuentran con un merodeador, un delincuente sexual o un asesino en serie.
El otro día, en el madrileño parque Salvador de Madariaga, entre la mezquita y el tanatorio de la M-30, una pareja de polis se encontró con un nigeriano alto como una montaña que se puso fuera de sí cuando le pidieron que se identificase. La chica poli, que estaba en prácticas, sacó su pistola reglamentaria, pero el tipo alto como una montaña se la arrebató. Menos mal que la joven había hecho uso del consejo de algún colega, porque no llevaba bala en la recámara, con lo que el tipo, aunque disparó, no pudo freírlos a tiros. Pero agarró un cuchillo de los que tiene Arguiñano para el pavo y se lió a cuchilladas con el chico poli, al que levantó el cuero cabelludo y atravesó la paletilla. En el tanatorio dicen que llegó el muchacho chorreando sangre por la cabeza, y la chica en shock.
Entre tanto, apareció otra pareja de polis de reserva. En el forcejeo, también a estos el nigeriano les quitó un arma, y perdió un dedo. Con el arma en perfecto estado, comenzó a disparar; alcanzó a uno de los maderos, que habría pasado a mejor vida si no hubiera sido porque llevaba puesto un chaleco antibalas.
"¡Acierto indiscutible de Rubalcaba!", dirán ustedes. Pues no.
El chaleco se lo había comprado el propio agente. Tal vez por eso era de los buenos, tejido ligero y resistente, capaz de mantenerle con vida luego de recibir un balazo en todo el pecho.
En España, el policía que quiera contar en todo momento con tal protección imprescindible tiene que pagárselo de su bolsillo.
Está comprobado que, desde hace al menos dos décadas, los delincuentes han perdido toda educación y tiran a matar. Resulta una antigualla llevar el arma descargada, sin munición en la recámara o con el seguro puesto. Cuando se entra en acción no debe haber dudas. La poli en prácticas debe de haberlas hecho de tiro y escaqueo. Total, así hablaría Rubalcaba:
Desde fuera del Gobierno, está claro que estos chicos necesitan chaleco. En especial, si van a intervenir en peleas con perturbados, delincuentes o agresores callejeros; o si van a perseguir a mafiosos, a camellos o vendedores de sustancias espirituosas. Es increíble que el Ejecutivo no lo vea. Pero para eso estoy yo, que soy su crítico más leal.
Es de muy mal efecto no asegurar la integridad de cuantos luchan en las calles por nuestra tranquilidad, por lo que sería conveniente comprar chalecos antibalas a los policías antes de que vuelva Rubalcaba.

(Libertad digital)

La indefensión de un pueblo gobernado por sátrapas injustos


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En estos tiempos de crisis, quizás la peor tragedia para el ciudadano es estar gobernado por incompetentes que se consideran con derecho a decidir sobre la vida ajena, algo que suelen hacer siempre sin eficacia, con injusticia y sin tocar sus propios privilegios. La experiencia está demostrando que lo peor de la crisis son, sin duda, los políticos que malgobiernan la nave. 
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¿Quien restituye a la atleta Marta Dominguez su honor y su fama, destruidos por una falsa acusación policial y por un politizado y partidista despliegue mediático, con las cámaras del telediario previamente convocadas? España es un país donde el abuso y la injusticia campean y dominan la existencia de los ciudadanos, que se sienten abandonados por un poder político arbitrario y despreciados por la Justicia y las fuerzas de seguridad. 

Las cámaras de televisión fueron previamente avisadas para que cubrieran con detalle y prioridad la detención de Marta Dominguez, a la que el mismo Rubalcaba, hoy esperanza de los socialistas y candidato a presidir el gobierno de España, acusó falsamente de haberse dopado. Después, la Justicia le exime de toda culpa, pero la atleta queda marcada y dañada por las acusaciones, sin que nadie le haya pedido disculpas. 

¿Cuantos han sido detenidos por la policía ante las cámaras de televisión y después dejados en libertad porque eran inocentes? Muchos, demasiados, mientras que los políticos y altos mandos policiales que avisaron a ETA de que iba a sufrir una redada permanecen sin castigo. Los que han endeudado a España por tres o cuatro generaciones, los que han sembrado las calles de pobres y desempleados, los que se han enriquecido sin poder justificarlo, los que han cobrado comisiones en nombre de los partidos, los que han beneficiado a su familia y a sus amigos con dinero público, los que han marginado al adversario, los que han trucado concursos y oposiciones para beneficiar a los suyos y los que han comprado votos y voluntades con el dinero de todos permanecen sin castigo en un país claramente dominado por sátrapas. 

Hay decenas de miles de casos de indefensión y de injusticia que atraviesan el mapa de España, llenando de desasosiego y dolor a una ciudadanía desprotegida y despreciada por la clase política gobernante. Pongamos algunos ejemplos simples: 

El gobierno, presionado por el candidato Rubalcaba, acaba de imponer a los españoles un impuesto injusto y obsoleto como el del Patrimonio, sin que a los ciudadanos les quede otra salida que pagarlo y acumular odio contra los opresores. 

Las administraciones públicas exhiben su condición delictiva al esconder en los cajones facturas que no pagan, causando con esa actitud la ruina a miles de empresas y provocando destrucción de empleo y del tejido productivo español. 

El nacionalismo catalán prohibe las corridas de toros sin otra explicación que desligar a Cataluña de todo lo que tenga sabor español, despreciando el criterio de los amantes de la tauromaquia y a pesar de que es probable que los alto tribunales anulen la decisión caprichosa de la Generalitat. 

En los cuarteles de la policía se acumulan miles de denuncias, mientras que decenas de miles de ciudadanos ya no denuncian los delitos y agresiones que padecen porque la misma policía les disuade y les dice que no pueden hacer nada contra los delincuentes porque los jueces los sueltan. Quizás lo hacen porque las cárceles ya están llenas o porque alimentar a los presos es un lujo en estos tiempos de crisis. 

El papa Benedicto XVII acaba de calificar de "cuadrillas de bandidos" a aquellos políticos que se consideran fuentes del derecho, que gobiernan y lesgislan según su capricho, sin tener en cuenta los dictados de la naturaleza y la razón. 

Los delitos de los servidores del Estado permanecen sin castigo y cada día son más impunes los políticos corruptos que no pueden justificar su riqueza, mientras que un simple ciudadano es condenado a prisión por robar un jamón, acuciado por el hambre. 

El pueblo está indefenso y sometido ante un poder político que ha olvidado que está al servicio del ciudadano. Las calles se llenan de gente que deambula entre la pobreza, la tristeza y la desesperación, mientras que los políticos continúan con sus altos sueldos y privilegios intocables. 

El que nos construyen nuestros políticos es un mundo injusto que no merece respeto y cuyos dirigentes han contraído una enorme deuda con la Justicia, la equidad y la decencia, una deuda que el pueblo cada día tiene más ganas de cobrarse, cueste lo que cueste. 

A pesar de la profunda e inmensa injusticia que rige en la sociedad española, donde el foso que separa a ricos y pobres es cada día más amplio y en la que los políticos son poderosos, ricos e impunes, muchos ciudadanos, esclavos e imbéciles, se disponen a acudir a las urnas para renovar su "confianza" en los mismos que nos han envuelto en la miseria, la podredumbre, la pobreza y la indignidad. 

El próximo 20 de noviembre, más que una jornada electoral, España protagonizará una solemne jornada de ratificación de la esclavitud ante la casta dominante.
De www.votoenblanco.com

Alta traición



  • Zapatero

    España lo pagará caro

    27-09-2011 | 181
    Es dificilísimo encontrar una palabra que lo defina mejor que la que utiliza Esperanza Aguirre: traición.



  • Cuando ha caído el telón sobre esta segunda legislatura del zapaterismo el patio de butacas ya estaba desierto, el público ni siquiera se ha quedado para abuchearle. La situación política y económica es tan grave, y hay tanto que hacer, que ciudadanos, mercados e instituciones están descontando con impaciencia el tiempo que aún queda hasta el 20-N, una cita que llega demasiado tarde, un retraso que nos va a costar demasiado caro.
    Pero precisamente tanto tiempo perdido juega a favor de Rodríguez Zapatero, porque ya no queda ni un momento para hacer un balance detallado de lo que ha hecho con España. No es cuestión de enumerar la lista de despropósitos de un Gobierno cuyas líneas, a veces, parecían diseñadas en el cuaderno de un preadolescente, pero resulta muy revelador el contraste entre el último saludo en el escenario de Aznar –al que casi ahorcan entre las bambalinas– y la forma tranquila de marcharse de Zapatero, que todavía sigue convencido de que ha ampliado “los derechos” de los españoles, y que lamenta que su triunfo haya quedado algo deslucido por la crisis económica, exterior, por supuesto.
    Y encima eso, más embustes
    El candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

    LLEGA A DECIR QUE INCLUSO QUE LOS SUBIRÁ



    Rubalcaba promete no recortar el sueldo a funcionarios ni congelar pensiones tras aprobarlo como ministro de ZP

    27-09-2011 | 330
    Rubalcaba votó a favor de congelar las pensiones y reducir el sueldo de los funcionarios en Consejo de Ministros y el el Congreso, unas medidas que supusieron el mayor recorte al Estado de Bienestar en la historia de la democracia. Ahora promete todo lo contrario.



La buena prioridad del PP


SERÁ "UNO DE LOS GOLPES MÁS DUROS"

Soraya fija como gran prioridad de Rajoy sacar a Bildu del Congreso

PABLO MONTESINOS 8

(Libertad digital)

lunes, 26 de septiembre de 2011

"El catalán no ha sido nunca la lengua propia de Cataluña"

PREGUNTAS A LA HISTORIA

César Vidal: "El catalán no ha sido nunca la lengua propia de Cataluña"

Jiménez Losantos y César Vidal contestan las preguntas de los oyentes sobre la entrada de EEUU en la IIGM y la "lucha" entre castellano y catalán.


Pregunta de Álvaro García: Al igual que Japón no entró en guerra con la URSS hasta el final de la guerra ¿Por qué EEUU no se esperó para declarar la guerra a Alemania? En teoría, Alemania no le había hecho nada a los EEUU.

César Vidal ha aclarado que "en realidad fue Alemania la que declaró la guerra a EEUU" y ha explicado todo el proceso hasta que se llegó a tal punto. "Con la caída de Francia en 1940 y la repatriación de tropas británicas en Dunkerque, Gran Bretaña sólo tenía una posibilidad de ganar la guerra, la entrada de Estados Unidos".

Muestra del deseo británico por ese hecho es, según Vidal, la anécdota en la que "Churchill vio pasar desde su jardín a los bombardeos alemanes durante la batalla de Inglaterra y empezó a maldecir, todo el mundo pensaba que maldecía a los germanos pero en realidad lo que decía es que cuándo iba a entrar EEUU en guerra".

El director de Es la Noche... ha indicado que "la mayor parte de la población de EEUU era partidaria de la neutralidad mientras el presidente Roosevelt tenía claro que tenía que ayudar a Gran Bretaña".

Dentro de ese ambiente, "el 11 de marzo de 1941, violando la neutralidad, Roosevelt firma la ley de préstamo que costó a EEUU hasta el final de la guerra unos 50.000 millones de dólares de aquel entonces". La ayuda iba dirigida especialmente a Gran Bretaña, pero "también se beneficiaron otras potencias como la Unión Soviética, Francia o China."

"Una vez aprobada la ley, Alemania llega a la conclusión de que como han violado la neutralidad ellos no tienen la obligación de respetar los cargueros de guerra norteamericanos", ha apuntado Vidal. De esa forma, "en mayo del 41 los alemanes hundieron con submarinos el primer barco que llevaba material de guerra". No obstante, ni EEUU ni Alemania se declararon aun la guerra.

El 7 de diciembre del 41 los japoneses bombardearon Pearl Harbor, lo que hace que EEUU entre en la IIGM. Cuatro días más tarde, "los que tardó EEUU en reaccionar al ataque", Alemania e Italia le declararon la guerra a Estados Unidos".

César Vidal ha explicado que los motivos por los que Estados Unidos no se decidió a entrar en la Segunda Guerra Mundial hasta ser atacado vienen desde su fundación. "Tanto Washington como Jefferson siempre defendieron no sellar alianzas con potencias europeas, la famosa doctrina Monroe que algunos han malinterpretado malevamente", ha expuesto Vidal. La idea central es que "Estados Unidos no puede permitir que una potencia europea interfiera en sus asuntos internos".

El castellano y el catalán

David Peleato, de Lérida: "Nos han triturado durante 30 años hasta hacernos sentir extranjeros en nuestro propio país por el mero hecho de hablar en español. Por favor, expliquen desde cuándo se habla español en Cataluña y por qué es una lengua tan propia de esa región como lo pueda ser el catalán".

César Vidal ha recordado que "el catalán nunca ha sido la lengua propia de Cataluña, por lo que es mentira de que sólo se hablaba una lengua, el catalán, y que luego llegó el castellano y lo expulsó". Según Vidal, "lo que ahora conocemos como Cataluña siempre ha sido una región plurilingüe, como muestra que en entre el S. VIII y el S. XI en el sur de Cataluña se hablaba el mozárabe".

"Mientras la parte norte quedó absorbida por el Imperio Carolingio, la marca hispánica, con una lengua, el catalán, que era un dialecto del provenzal, la zona sur seguía hablando el mozárabe". Vidal ha expuesto que "durante el siglo XII, lo que hoy conocemos como Cataluña ya es muy plurilingüe" como muestra que "en las Cortes la gente culta no quiere hablar catalán sino occitano al igual que los poetas catalanes".

Federico Jiménez Losantos ha recordado que "entonces el 95% de la gente era completamente analfabeta" y que el padre del castellano moderno "con capacidad universitaria, lectiva..., un hijo de verdad del latín, es Alfonso X el Sabio". Sin embargo, "la lengua usada para la poesía era el gallego porque tenía más prestigio y sonaba mejor", ha añadido.

De hecho, ha apuntado Jiménez Losantos, "Alfonso X el Sabio, rey de Castilla, escribía la prosa en castellano y en gallego la poesía". César Vidal ha asegurado que "durante el S. XII en Cataluña se sigue hablando el mozárabe, el italiano, el hebreo y empezó a utilizarse el castellano como lengua franca para que todos se entiendan".

Pese a que "con Jaime I el Conquistador el catalán toma fuerza en la Corte, curiosamente en los archivos de la Corona de Aragón son muy pocos los documentos de la época escritos en esa lengua". La mayoría son en castellano y en menor medida en latín, hebreo, en parla aragonesa y en catalán".

Jiménez Losantos ha explicado que "el castellano prospera precisamente porque no era la lengua de nadie, prospera como lengua franca para todos los que hablaban romances distintos que habían evolucionado a su manera con los moros o los cristianos se entendieran". Además, ha señalado que "triunfa la lengua que no se parece a las demás, la más rara, la que tiene las vocales del euskera, pocas y muy grandes, y unas consonantes que no son las suaves del romance evolucionado, sino las r, z, j...". En definitiva, "el idioma más sencillo y que adoptan en todas partes: Aragón, León, Galicia, las zonas reconquistadas, Cataluña y Valencia".

César Vidal ha indicado, como muestra de que Cataluña era plurilingüe, que "Jaime II utilizaba varias lenguas para escribir a sus hijos: a su hijo infante lo hace en catalán, a su hijo arzobispo de Toledo en latín y a las hijas en castellano". Además como anécdota ha contado cuando "en 1594 en Gerona se producen disturbios callejeros porque los fieles querían escuchar la liturgia en castellano y no en catalán".

(Libertad digital)

sábado, 24 de septiembre de 2011

Lo que Einstein opinaba sobre la Iglesia

REVELADO EN LA REVISTA TIME EN 1940

Albert Einstein dijo: Siendo un amante de la libertad, cuando llegó la revolución a Alemania miré con confianza a las universidades sabiendo que siempre se habían vanagloriado de su devoción por la causa de la verdad. Pero las universidades fueron acalladas.

Entonces miré a los grandes editores de periódicos que en ardientes editoriales proclamaban su amor por la libertad. Pero también ellos, como las universidades, fueron reducidos al silencio, ahogados a la vuelta de pocas semanas.

Sólo la Iglesia permaneció de pie y firme para hacer frente a las campañas de Hitler para suprimir la verdad. Antes no había sentido ningún interés personal en la Iglesia, pero ahora siento por ella un gran afecto y admiración, porque sólo la Iglesia ha tenido la valentía y la obstinación de sostener la verdad intelectual y la libertad moral.

Debo confesar que lo que antes despreciaba ahora lo alabo incondicionalmente.

Time Magazine, 23 de diciembre de 1940

Fuente: Diario Ya