lunes, 29 de agosto de 2011

El Islam supera al catolicismo como religión mayoritaria

El Islam supera al catolicismo como religión mayoritaria

En Francia, se construyen más y con más frecuencia mezquitas islámicas que iglesias católicas, y hay más practicantes musulmanes que católicos en el país. Actualmente, están en construcción alrededor de 150 nuevas mezquitas en Francia, que acoge a la mayor comunidad islámica de Europa. Los proyectos se encuentran en diferentes estadios de compleción, según Mohamed Moussaoui, presidente del Consejo Musulmán francés, que proporcionó estos datos en una entrevista con la Radio Rtl el 2 de agosto pasado.



(Marco Tosatti/Vatican Insider) La cantidad total de mezquitas en Francia ya se ha duplicado, superando las dos mil en los últimos diez años, según una investigación titulada: Construir mezquitas: El gobierno del islam en Francia y en Holanda. El líder islámico francés más conocido, Dalil Boubakeur, rector de la Gran Mezquita de París, recientemente hipotetizaba que, para satisfacer la creciente demanda, la cantidad total de mezquitas deberá duplicarse hasta llegar a cuatro mil.

Por el contrario, la Iglesia católica ha construido en Francia sólo veinte nuevas iglesias en los últimos diez años, y ha cerrado formalmente más de sesenta, muchas de las cuales podrían convertirse en mezquitas, según una investigación llevada a cabo por el periódico católico francés La Croix.

Sólo un 4.5% de católicos practicantes

Si bien el 64 % de la población francesa (41,6 millones de personas sobre 65 millones de habitantes) se define católica romana, sólo el 4,5 % (aproximadamente 1 900 000 personas) es católica practicante, según el Instituto Francés de la Opinión Pública (IFOP).

Siempre en el campo de las comparaciones, el 75 % (4,5 millones) de los alrededor de 6 millones de musulmanes norteafricanos y subsaharianos en Francia se identifica como «creyente”, y el 41 % (aproximadamente 2,5 millones) sostiene ser «practicante”, según un informe sobre el islam en Francia publicado por el IFOP el 1.º de agosto pasado. La investigación afirma que más del 70 % de los musulmanes franceses dice cumplir con el Ramadán en el 2011.

Los musulmanes piden usar templos católicos vacíos

Reuniendo estos elementos, estos datos proporcionan una evidencia empírica de la tesis según la cual el islam se encuentra en vías de superar al catolicismo romano como religión dominante en Francia. Desde el momento en que los números crecen, los musulmanes en Francia se están volviendo más afirmativos que antes. Un caso a modo de ejemplo: grupos musulmanes en Francia están pidiendo a la Iglesia católica el permiso para utilizar sus iglesias vacías como instrumento para resolver los problemas de tránsito provocados por los miles de musulmanes que rezan en las calles.

En un comunicado del 11 de marzo pasado, dirigido a la Iglesia en Francia, la Federación Nacional de la Gran Mezquita de París, el Consejo de Musulmanes Democráticos de Francia y un grupo islámico llamado Collectif Banlieues Respect pidieron a la Iglesia católica, con espíritu de solidaridad interreligiosa, que permitiera que las iglesias vacías fueran utilizadas por los musulmanes para la oración del viernes, de modo que “no se vean obligados a rezar en la calle” o “sean tenidos como rehenes por los políticos”. Cada viernes, miles de musulmanes en París y en otras ciudades francesas bloquean calles y aceras (y, como consecuencia, bloquean el comercio local y dejan atrapados a los residentes no islámicos en las casas y en las oficinas) para ubicar a los fieles que no logran entrar en la mezquita para la oración del viernes. Algunas mezquitas han comenzado a transmitir sermones y cantos de “Allahu Akbar” en las calles. Estos inconvenientes han provocado ira y reacciones contrarias, pero a pesar de muchas quejas oficiales, las autoridades no han intervenido hasta ahora, por temor a generar incidentes.

La extrema derecha se opone radicalmente

La cuestión de las oraciones callejeras alcanzó el lugar de prioridad de la agenda política francesa cuando, en diciembre del 2010, Marine Le Pen, la nueva líder carismática del Frente Nacional, las denunció como “una ocupación sin soldados ni tanques de guerra”.

Durante una reunión en la ciudad de Lyon, Le Pen comparó las oraciones islámicas callejeras con la ocupación nazi. Dijo: “Para aquellos que aman hablar tanto de la Segunda Guerra Mundial, podemos también hablar de este problema (NdR. las oraciones islámicas callejeras), porque se trata de una ocupación de territorio. Es una ocupación de secciones de territorio, de distritos en los cuales la ley religiosa entra en vigor. Es una ocupación. Naturalmente, no hay tanques de guerra ni soldados, pero no por eso deja de ser una ocupación que pesa fuertemente sobre los residentes”.

Muchos franceses están de acuerdo. De hecho, la cuestión de las oraciones islámicas callejeras —y la cuestión más amplia del rol del islam en la sociedad francesa— se ha convertido en un problema de primer orden, en vista de las elecciones presidenciales del 2012. Según un sondeo del IFOP, el 40 % de los franceses está de acuerdo con Le Pen en el hecho de que las oraciones callejeras parecen una ocupación. Otro sondeo publicado por Le Parisien demuestra que los votantes ven a Le Pen, que sostiene que Francia ha sido invadida por los musulmanes y traicionada por sus élites, como la mejor candidata para enfrentar el problema de la inmigración musulmana.

Sarkozy considera inaceptables las oraciones callejeras

El presidente francés Nicolas Sarkozy, cuya popularidad era en julio del 25 % —la cifra más baja registrada para un presidente saliente un año antes de las elecciones presidenciales—, parece, según TNS-Sofres, decidido a no dejarse superar por Le Pen en esta batalla. Recientemente, declaró que las oraciones callejeras son “inaceptables”, y que las calles no pueden convertirse en “una extensión de la mezquita”. Y advirtió que este fenómeno puede minar la tradición laica de Francia de separación entre Estado y religión. El ministro del Interior, Claude Guéant, dijo a los musulmanes de París, el 8 de agosto, que en lugar de orar en las calles pueden utilizar un cuartel en desuso. “El orar en las calles no es algo aceptable, debe terminar.”

Algunas declaraciones de líderes musulmanes no parecen destinadas a adormecer las preocupaciones de los franceses (y no sólo de los franceses). El primer ministro turco, Tayyp Erdogan, por ejemplo, dio a entender que la construcción de las mezquitas y la inmigración forman parte de una estrategia de islamización de Europa. Y repitió públicamente las palabras de una poesía turca, escrita en 1912, por el poeta nacionalista turco Ziya Gökalp: “Las mezquitas son nuestros cuarteles, los alminares, nuestras bayonetas, y los fieles, nuestros soldados”. El arzobispo emérito de Smirne, Giuseppe Germano Bernardini, narra la conversación que tuvo con un líder islámico: “Gracias a vuestras leyes democráticas, os invadiremos. Gracias a nuestras leyes religiosas, os dominaremos”.

Fuente:infocatólica

Policía expedientado: “No se puede permitir que niños de 13 y 14 años reciban insultos y golpes por llevar un crucifijo”

LA POLICÍA RETRATA EL VERDADERO ROSTRO DEL 15M

Los miembros de la UIP son individuos fuertes, de más de 1,90 metros de altura. Y a pesar de que su trabajo consiste en proteger –en rescates imposibles, auxiliando a las víctimas de atentados como el 11-M- ahora son vilipendiados por la opinión pública. Hay tres agentes expedientados por su labor de contención de los denominados indignados en las manifestaciones ilegales.

Los agentes han recibido órdenes de Interior de permanecer pasivos frente a las agresiones e insultos de los manifestantes. Ahora, dan su opinión y se defienden. “Es el mundo al revés. Cumplimos órdenes, de arriba. Hemos evitado que esto se convierta en Londres y nos acusan”.

Señalan a esos superiores que no les proporcionan suficiente equipamiento. Si quieren fundas nuevas, escudos o cascos de protección, han de compararlas ellos mismos. “Hace meses, sino años, que no recibimos equipación nueva”, dice uno de ellos en el suplemento Crónica del diario El Mundo. Eso les obliga a levantar las viseras de los cascos, de tan arañados que están, pese a que deja al descubierto su cara y el mentón vulnerable.

“Debemos mantener la distancia. No podemos dejar que se acerquen. Hemos recibido en esa zona pedradas, ataques con botellas. Hay compañeros que llevan varias operaciones de cirugía en la cara. De eso nadie cuenta nada”, asegura uno de los agentes.

No solo del equipamiento, también se quejan de la escasez de efectivos. “En países con características similares a los nuestros como Francia, Italia y Polonia, hay el doble o el triple de personal”, dicen. Quizá por ello sus turnos, sus horarios, no se cumplen nunca. “Oficialmente, hay tres turnos: de siete de la mañana a tres de la tarde, otro de las 14:30 a las 22, y de 21:30 a las siete”. Denuncian que en los últimos meses, “apenas hemos descansado” por culpa de “jornadas maratonianas” que incluyen cancelaciones de reuniones familiares, vacaciones anuladas…

“Es nuestro deber pero todos tenemos límites”, dice un agente. Los divorcios están por ello a la orden del día. Hay distintos comunicados realizados por sindicatos que advierten de la excesiva carga laboral de los agentes. Los antidisturbios, además, apenas ganan de media 200 euros más que un agente de a pie: su sueldo apenas llega a los 1.700 euros en el mejor de los casos.

Se quejan, también, de las acusaciones sin pruebas que se les han hecho, como que iban drogados en el momento de la carga. Y señalan de forma clara y diáfana que muchos de los que denuncian ahora en televisión “no son los miembros del movimiento inicial”, cuyos preceptos en muchos casos respetan como cualquier ciudadano. Pero ahora, advierten, “son parte de grupos anti sistema radicales que sólo buscan el caos. Ese ha sido parte del problema…” . Apenas 5.000 personas –que es el número máximo de las últimas manifestaciones- han conseguido “paralizar una ciudad de millones de habitantes”.

Unas órdenes, las de no parar los pies o incluso identificar a los radicales, que desmontan toda la labor de los antidisturbios. Y es que cualquier otra eventualidad, como una manifestación de trabajadores despedidos, “¿con qué autoridad les decimos que no pueden? ¿Porqué a los del 15-M sí y ellos no? Es pura política”, dicen, decepcionados.

“No soy católico. Soy agnóstico, pero no se puede permitir que niños de 13 y 14 años reciban insultos y golpes por llevar un crucifijo. Eso sucedió y no vi ninguna foto. Y a eso le llaman tolerancia” añade otro agente.

Añaden, frente a las acusaciones de agresiones contra algunos manifestantes, que si se considera fríamente, ninguno de ellos necesitó asistencia médica, al contrario que muchos de sus compañeros, ahora “de baja recibiendo atención médica, con cirugías maxilofaciales incluidas”. “Con ese método de defensa –un gomazo- se busca inmovilizar a la persona, pero no pretendemos hacerle daño. Lo máximo que le causamos es un moratón. ¿Por qué no enseñan los ataques que recibimos?”.

Y recuerdan agresiones como patadas o escenas como las de algunos indignados orinándoles en las botas o escupiéndoles en la cara. “Van más de 40 compañeros heridos desde que comenzó todo esto”, por no mencionar insultos, acusaciones de abusos sexuales o amenazas de muerte a través de las redes sociales. Nada de eso les ha costado siquiera una sanción para los radicales, y ni siquiera “nadie investiga”, asegura un agente. No faltan los miembros de la UIP que temen que les sancionan por hablar con periodistas.

Respecto a las palabras de Antonio Camacho, ministro del Interior, que consideró que los agentes se habían “extralimitado”, aseguran que se querellarán contra él, y también “contra Rubalcaba y contra la delegada del Gobierno en Madrid. Eso, además de pedir su cese inmediato”, asegura un agente veterano.

Vía Minuto digital

sábado, 27 de agosto de 2011

Albert Boadella: «Hemos creado una generación de niños mimados»

El fundador de Els Joglars vuelve a subir al escenario «El nacional», un montaje crítico que radiografía el teatro y la sociedad, claro.


Albert Boadella: «Hemos creado una generación de niños mimados»

26 Agosto 11 - - Javier Ors. Diario La Razon

MADRID- Un acomodador, un sueño, un coliseo en ruinas y una corte de indigentes. Son los protagonistas de «El nacional». Albert Boadella reestrena el próximo jueves, y 18 años después, esta obra. Esta vez en el escenario del Nuevo Teatro Alcalá de Madrid. Pero, ¿sigue siendo el mismo texto de entonces? El director sonríe: «Si Shakespeare representara “Hamlet” después de ese tiempo no sería el mismo “Hamlet” que conocemos hoy».

–¿Qué novedades introduce?
–Sobre todo la experiencia de los actores. Han sido 18 años mayores. La soprano Begoña Alberdi, por ejemplo, hoy está consagrada. El punto común es que en ese momento vivíamos la crisis del 93 y ahora la crisis de 2008 a 2020.

–¿Mantiene la carga crítica?
–A las ambiciones de la gente del teatro, la relación con la Administración... muestra el mundo interior del teatro, de la ópera, y cómo todos acaban en el divismo y el camino del teatro se destruye. Este despilfarro en el que ha caído el mundo operístico ha acabado con todo. En el fondo es un canto a la libertad del artista frente al artista vendido.

– ¿No es optimista con la ópera?
–El mundo operístico en la forma en la que está ahora tiene un plazo limitado, porque obviamente con dinero público no se puede hacer, sobre todo, si es sólo para una minoría. El dinero es de todos los contribuyentes. Además se ha convertido en un parque temático. Ha desaparecido la poesía, la esencia del canto. Puede la arquitectura de la escenografía.

–¿En qué afecta esa tendencia?
–Hay una tendencia al teatro temático porque hoy todo es una exhibición de la tecnología. En la danza contemporánea predominan las proyecciones, cuando con un bailarín de flamenco en el escenario bastaría. También existe un teatro de calidad, porque en el teatro siempre existe más polémica. Pero en la ópera todo consiste en ver quién la hace más gorda. Ahí tiene «San Francisco de Asís», y con una música que no es sencilla para el espectador. Pertenece a un club de coleccionistas.

–Su teatro demuestra que siempre ha sido un inconformista. ¿Cómo ve a los jóvenes hoy?
–Todos somos responsables de no haber transmitido a los jóvenes unos valores sólidos a través de la austeridad. Somos responsables de destruir esta generación, quizá por reacción a lo que habíamos vivido. Pero hemos creado una generación de niños mimados que al crecer se han encontrado que la vida es dura, y ahora se sienten desprotegidos.

–¿Que piensa del 15-M?
–Tomar la calle con un cuestionamiento de la democracia me parece el preámbulo del totalitarismo. Cuando alguien dice cómo debe funcionar la sociedad, me acojono. No quiero decir que tengamos que conformarnos, pero tampoco tergiversar las cosas. Si el 15-M hubiera permanecido en silencio y no hubiera hecho nada, sólo con una actitud silenciosa, se hubieran unido a ellos cientos de personas. Pero cuando han hablado, no han dicho nada que desconozcamos ni nada para mejorar la sociedad. La auténtica democracia está en el Parlamento, nos guste o no. Ahora, puede haber mejoras.

–En su obra, el teatro acaba siendo un banco. ¿Qué opina de la crisis?
–No existe la inocencia en la ciudadanía, a no ser que tengas casi diez años. Todos los ciudadanos somos responsables. Unos más que otros, claro, según las responsabilidades. La actitud cívica y moral en Occidente durante los últimos decenios explica la situación en la que nos encontramos y nos conduce al becerro de oro. Se ha buscado una felicidad cara y yo siempre he creído en una felicidad barata. La gente se ha entregado a una exhibición de casas, coches, vestidos. Quizá ahora entiende que se pueda disfrutar sólo del sol y con tu pareja. Y que eso es maravilloso, que puede ser una felicidad al cien por cien.

–Con la crisis regresa la tensión territorial. ¿Le suena?
–El peor problema que tenemos es el territorial. Que los catalanes no se sientan españoles es de locos, cuando los catalanes y los cántabros hemos sido creadores de España. Esta es una dificultad colectiva. Cada español ve una España. Es difícil conciliar eso. España es un caos de lenguas, climas, costumbres. Se necesita un impulso colectivo. Quizá si los españoles hubiéramos luchado juntos contra Hitler... pero como salíamos de una Guerra Civil. Creo que siempre tendremos que apechugar con esta enfermedad.


Cincuenta años no son pocos
Dramaturgo, aunque reivindique el papel de cómico. Albert Boadella creó Els Joglars en 1961. España, desde entonces, ha vivido una dictadura, una transición, una democracia y la deriva de una democracia. Bien pensado, lo más consistente que ha habido en España en estos 50 años de historia ha sido esta compañía. En los ojos de su fundador brilla una historia única en Europa, donde apenas existen compañías privadas que disfruten de esta longevidad. Por el teatro, Boadella ha conocido la cárcel, el exilio, el destierro de Cataluña y hasta el intento de un loco que pretendía atentar contra él. ¿Su pecado? Hacer teatro. Mejor dicho, hacer teatro crítico. Peor aún: hacer teatro crítico con humor, que es ya el colmo de la irreverencia, porque el humor, cuando es humor auténtico, es sinónimo de inteligencia, algo que muy pocos consienten, que muy pocos perdonan, incluso hoy en día.

miércoles, 24 de agosto de 2011

España: el 20 de noviembre elegiremos a nuestros amos

Se acercan las elecciones y conviene reflexionar sobre lo que podemos hacer ante las urnas abiertas. En una auténtica democracia, cuando el pueblo elegi a representantes que le rinden cuentas y defienden sus criterios y deseos, votar tiene sentido, pero no lo tiene en España, donde el pueblo sól elige a sus amos. En esas condiciones, con el voto, únicamente afianzamos nuestra condición de esclavos sometidos.

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España: el 20 de noviembre elegiremos a nuestros amos
El 20 de noviembre elegiremos a nuestros amos. En democracia, cuando los cargos electos rinden cuentas a los ciudadanos, se eligen representantes, pero en las dictaduras de partidos sólo se eligen amos. En España, son los partidos los que controlan a los diputados y senadores, los que elaboran las listas y los que disfrutan de la lealtad de los representantes. El pueblo está ajeno y ni siquiera conoce a los que dicen representarle.

El sistema español es tan desequilibrado, injusto y corrupto que cada vez que los ciudadanos acuden a las urnas no eligen a sus representantes o gobernantes sino a sus amos, a gente que carece de controles democráticos, que ni siquiera representan a los ciudadanos y que disfrutan de una práctica impunidad que los convierte en dictadores. Cada 4 años acudimos a las urnas para cometer uno de los mayores errores que un ser humano lleva a cabo en su vida: escoger a tus parásitos, a los amos que te gobernarán sin cautelas ni garantías. La auténtica verdad es que cada cuatro años actuamos como borregos y nos convertimos en esclavos de gente que muchas veces ni siquiera merece nuestro respeto.

La democracia española no cumple ni uno sólo de los requisitos básicos exigibles a un sistema democrático: no existe separación de poderes; la ley no es igual para todos; los políticos y sus partidos carecen de suficientes controles ciudadanos y legales; las elecciones, con listas cerradas y bloqueadas, no son realmente libres, ya que los que eligen realmente no son los ciudadanos sino los políticos que hacen las listas; los representantes elegidos no conocen a sus electores, ni se relacionan con ellos y su lealtad y obediencia son para los partidos políticos que les han incluido en las listas; la sociedad civil, que debe ser independiente y fuerte para servir de contrapeso al poder político, está "ocupada" y "sometida" por los partidos políticos; la mayoría de los medios de comunicación han sido comprados por el poder y carecen de la libertad necesaria para fiscalizar a los poderosos, una misión imprescindible en democracia; los ciudadanos no cuentan, ni son consultados por unos políticos que han expulsado a la ciudadanía de los procesos de toma de decisiones y que ejercen la política como monopolio; la corrupción infecta el sistema y los políticos no rinden cuenta, ni dimiten porque disfrutan de una obscena impunidad...

En esas circunstancias, votar equivale a elegir a los amos y a sostener un sistema injusto que no merece llamarse democracia sino dictadura de partidos y de políticos profesionales.

¿Qué vas a hacer en las próximas elecciones? Mientras tu dudas, unos políticos estarán frotándose las manos y otros estarán nerviosos. Es la fiesta del reparto del poder, en la que los ciudadanos demuestran con toda su cruda dureza su condición de esclavos felices que eligen a sus amos para los próximos cuatro años, cuando en realidad deberían elegir a representantes controlados y obligados a cumplir la voluntad popular soberana.

Ten en cuenta que el único poder que te otorga el sistema es el del voto. Eres poderoso mientras las urnas están abiertas, pero al cerrarse volverás a ser un desposeído de su derecho a decidir, sin capacidad de ejercer su voluntad política o de influir siquiera en las grandes decisiones que condicionan tu vida y tu futuro. Al votar en un sistema injusto y antidemocrático, como el español, cedemos nuestro poder de decisión y parte de nuestras libertades a otras personas que ni siquiera se relacionarán con nosotros y que sólo obedecerán a sus partidos políticos.

Ante cada ciudadano se abren tres opciones:

A) Votar al partido político elegido.
B) Votar, pero a nadie en particular (voto en blanco).
C) Abstenerse de votar.

Para los españoles, frustrados por la baja calidad de su democracia y el fracaso de sus políticos, existe una cuarta opción: votar al partido contrario para castigar al gobernante.

Votar a uno de los grandes partidos que controlan el sistema, ya sea porque gusta o por venganza,, significa siempre alimentar la injusticia y el abuso. Votar en blanco significa aceptar la democracia y el sufragio universal, pero rechazar a todos los partidos y candidatos porque no cumplen con las exigencias de la democracia. Abstenerse es despreciar el sistema y manifestar expresamente el desprecio ciudadano.

El voto es una fórmula para delegar todos los poderes y derechos políticos que poseemos, entregándolos a alguien que nos merece confianza. Cuando esos candidatos que se presentan no merecen nuestra confianza y han demostrado su incapacidad para gobernar, como podría ser el caso de España, donde un partido nos ha conducido hasta la ruina y el fracaso, mientras una oposición sin fuelle ni ideas espera a que le toque su turno de gobernar y disfrutar del poder, votarlos es una insensatez carente de sentido alguno.

El gran desafío para los españoles demócratas y decentes no es sustituir a un amo por otro, sino cambiar el sistema para que en lugar de amos tengamos servidores públicos, representantes honestos y políticos bajo control de las leyes y de la ciudadanía. Votar a uno de los dos grandes partidos, que entienden que al elegirlos les extiendes con tu voto un cheque en blanco y que le autorizas a que tomen cualquier decisión, incluso en contra de la voluntad mayoritaria, es una locura y, además, una indecencia antidemocrática.

De voto en blanco