Antonio Alemany
Lo que está ocurriendo es muy extraño. Comienza con la defenestración de Burillo por haber armado una acusación en toda regla contra Munar. Le sigue una innecesaria intervención del Fiscal Jefe de Baleares que, incomprensiblemente, se mete en un berenjenal que no es el suyo- los fiscales anticorrupción no son de su competencia- defendiendo a Munar y emitiendo una misteriosa frase: “Con Munar hay que ir con cuidado”. A continuación se produce la igualmente extrañísima peregrinación a Madrid de los fiscales mudos, ciegos y sordos ante Munar- Carrau y Horrach- para, saltándose todos los usos habituales, trasladar al fiscal-jefe Salinas la responsabilidad del procesamiento o exoneración de Munar. Simultáneamente, los media munarinos- todos, excepción El Mundo/ El Día de Balears- emprenden una campaña a favor de la costitxera.
Todo esto huele a que Munar guarda un as en su manga en forma de documento firmado o en forma de relato de los acuerdos celebrados en Madrid intercambiando inmunidad por entronización de Antich en el poder. Ni que decir tiene que la exhibición de un documento que refleje algún tipo de acuerdo o, simplemente, el relato del encuentro de Munar con los socialistas en Madrid, sería explosivo y, desde luego, muy dañino para el PSOE, tanto en ámbitos autonómicos como nacionales..
El punto de “no retorno” es, exactamente, su procesamiento, el que está a punto de producirse. Si se produce, estallará el escándalo. Y si no se produce, también estallará el escándalo, corregido, aumentado y prolongado en una martirizante investigación en la que bailarán todos, Antich, Munar, ZP, fiscales y el sumsum corda.
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