O se está con la libertad de expresión o se está contra la libertad de expresión

LUIS MARÍA ANSON
de la Real Academia Española

Querida ministra…
A mí me pareció lamentable que los abucheos al presidente del Gobierno, los gritos de «Zapatero, embustero» y «Zapatero, dimisión» se profirieran en ciertos momentos del Desfile de la Concordia. Pero o se está con la libertad de expresión o se está contra la libertad de expresión. Si se está con la libertad de expresión hay que hacerlo con todas sus consecuencias. Mientras los que ejercen la libertad de expresión no cometan delitos tipificados en el Código Penal, sería profundamente antidemocrático coartarles, prohibirles o limitarles.
Por eso no salgo de mi estupefacción al comprobar que pretendes, de forma antidemocrática y absurda, que los grupos parlamentarios se pongan de acuerdo para prohibir por ley que se abuchee a Zapatero en el desfile militar de la Fiesta Nacional. ¡Qué incongruencia! Se han quemado banderas españolas en actos secesionistas en Cataluña o el País Vasco sin que se te haya alterado la pestaña. Y eso sí es un delito. Hay noticias diarias de abucheos a políticos sin que se te ocurra pronunciar una palabra de rechazo. Han zarandeado a Rosa Díez, han acosado a Esperanza Aguirre, han agredido a Aznar y has permanecido impávida. Los secesionistas catalanes, con los que el PSOE gobierna en Cataluña, organizaron una tremenda pitada contra el himno nacional y contra el Rey en un partido de futbol sin que te alterases mínimamente.
Y ahora, porque los gritos de «Zapatero, dimisión» los haya escuchado España entera a través de la televisión en el Desfile por ti organizado, quieres cubrir con tu adarga el cuerpo del presidente zarandeado y que todos los partidos políticos le protejan. Pues no, mi querida ministra, pues no. Como te he dicho antes, me parecieron lamentables los abucheos en momentos solemnes del Desfile. Pero más lamentable me parecería limitar la libertad de expresión de aquellos que los profirieron. Aunque sean de extrema izquierda. Aunque sean de extrema derecha. Que no lo eran. Ana Martín ha demostrado en El semanal digital que Marea naranja, un grupo de Facebook, de carácter independiente, atizó los abucheos contra Zapatero.
Lo único que nos faltaba en la caravana de los despropósitos es que se arremetiera contra la libertad de expresión, que es el cimiento sobre el que se levanta el entero edificio democrático.
Felipe González, un auténtico hombre de Estado, padeció en los últimos años de su gestión manifestaciones de alta hostilidad en el Desfile del Día de la Hispanidad, que él puso en marcha.
Sin duda le invadió la ira durante los griteríos. Pero nunca se le ocurrió negociar con los grupos parlamentarios que se prohibieran los abucheos, porque no quería herir gravemente el principio supremo de la libertad de expresión.
(El Mundo)