La verdad sobre el caso Palma-Arena

Los informes de LB

El Palma Arena fue una idea del PSM, apoyada por todos los grupos parlamentarios, que instó al Govern de Matas a construirlo

Palma. 6 (LB).- La construcción del velódromo Palma Arena fue una iniciativa parlamentaria del PSM que, a través de   la diputada del Grupo Parlamentario PSM-Entesa Nacionalista, Mascaró Meliá, presentó, en abril del 2004, una Proposición no de Ley, instando al Govern de Jaume Matas la construcción de un velódromo de nueva planta, cubierto y concretamente en Palma. Todos los grupos parlamentarios apoyaron con sus votos esta Proposición no de Ley que fue aprobada por unanimidad.

La paternidad del PSM

Según el PSM, la infraestructura ciclista de nueva planta debía construirse en Palma ya que su proyección sería sobre toda Mallorca, recabando el concurso de todas las instituciones para la realización de la magna obra. La diputada psemera quiso “ dejar bien claro ” que lo que proponían era la construcción de un velódromo de nueva planta y en ningún caso tapar el viejo velódromo, recalcando que esta propuesta de nuevo velódromo “ no es una propuesta del Partido Popular ”, sino de “una propuesta que ha presentado el PSM”.

El PP, por boca de la diputada Carmen Felíu, se adhirió con entusiasmo a la propuesta, al igual que Unió Mallorquina a través de la diputada Dulce Mulet. El PSOE, por boca de Diéguez,   agradeció la iniciativa del PSM, ya que “el actual velódromo es un velódromo peligroso”. Por otro lado,  afirmó el parlamentario socialista que “nunca discutiríamos dinero para la práctica del deporte ”

46, 4  millones de presupuesto

El 26 de mayo del 2005, el diputado Diéguez formula al Govern  qué presupuesto piensa dedicar para la construcción del futuro Palma Arena, contestándole la consellera Rosa Puig  que el Ejecutivo balear tiene prevista una inversión de 46,4 millones de euros. El mismo día, Diéguez pregunta al Govern sobre el sistema de mantenimiento y explotación del nuevo velódromo a lo que responde la consellera Rosa Puig que se hará a través de una gestión mancomunada del Govern, el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma.

Curiosamente, un tupido velo se ha cernido sobre este proceso generador del Palma Arena que, al final, ha aparecido como una responsabilidad exclusiva del PP,   llegándose a insinuar que su gestación y construcción formaba parte de un plan maquiavélico para enriquecer a Matas y financiar al PP. 
Vía Libertad Balear

Y la opinión de Antonio Alemany, que no tiene desperdicio, no se entiende como el acomplejado PP no se ha defendido más.

Callados como muertos

Todos creíamos que el Palma Arena era una maquiavélica operación urdida por Matas y el PP para, al estilo UM, financiar al partido y, de paso, financiar a Matas y a todos los que en un momento determinado rozaron a Matas. Tanto la acción mediática como el “juicio paralelo” animado y filtrado por la Fiscalía trasladaron a la opinión pública esta génesis   e imagen del Palma Arena. La acción inquisitiva y prejuzgadora del juez Castro acabó de focalizar el nuevo velódromo como la trama por excelencia de un perverso Partido Popular. Por su lado, los auténticos instigadores del Palma Arena- el PSM y la totalidad de los grupos parlamentarios-    han callado como muertos y no han exhibido su paternidad  del polémico proyecto. Resulta sorprendente el que nadie se acordara de la génesis del famoso velódromo, dado que se trataba de una Proposición no de Ley, presentada con todos los requisitos de publicidad en el Parlamento y con un revelador debate que mostraba la unanimidad a la hora de aprobar un proyecto que el PSM, con orgullo, afirmaba en sede parlamentaria que se trataba de un proyecto “del PSM, no del PP”. No ha vuelto a decirlo nunca. Ha bastado que libertadbalear.com haya investigado en   sitio tan público como es  del Diario de Sesiones del Parlamento para que queden en evidencia estos silencios vergonzantes y vergonzosos. También llama la atención que el PP no haya hecho y publicado lo que ahora hace y publica Libertadbalear.com, teniendo, como tenía, toda la información en sus manos. Esta especie de masoquismo paralizante que   impide, por lo visto, la autodefensa y, en su caso, la contextualización correcta del “caso Palma Arena”, no ayuda ciertamente al esclarecimiento de los hechos y a la neutralización de maquiavelismos apriorísticos acerca de la intencionalidad a la hora de poner en marcha el proyecto del Palma Arena. Todos han callado como muertos en lugar de ilustrar instrucciones demenciales que, por el momento y en relación con el Palma Arena y el enriquecimiento del PP o de Matas, no han dado absolutamente ningún resultado. Ninguno.