Yago González, EXpansión
Alberto Recarte habla en titulares. Sin titubeos ni medias tintas. Sus declaraciones a la prensa tienen la misma contundencia y están rematadas con el mismo rigor (cada afirmación está prendida a datos numéricos concretos) que la prosa analítica de su último libro, El desmoronamiento de España (La Esfera de los Libros), que ha presentado esta mañana en Madrid y que completa su primer tomo sobre la crisis, el célebre Informe Recarte.
Endeudamiento, política fiscal, empleo, Justicia, régimen territorial, partidos políticos. Nada escapa a su mirada. A los últimos les tacha de "populistas", ya que, "tanto a nivel autonómico como nacional, todos hablan sólo de gasto pero ninguno concreta cómo se va a financiar". En concreto, ha condenado la política de la principal fuerza en la oposición, el Partido Popular, porque, aun cuando "son necesarios mayores ajustes del gasto y más subidas fiscales para alcanzar los objetivos de reducción del déficit", su programa "se sigue centrando en no tocar las pensiones, mantener la inversión en infraestructuras y no subir los impuestos".Recarte alaba el giro de rumbo que tomó el Gobierno el pasado mayo, pero insiste en que "no hay más remedio que un aumento selectivo de impuestos si España no quiere entrar en suspensión de pagos" y avanza que, aunque se llegue a la meta trazada por la UE, "el partido que tome el poder en 2012 tendrá que reducir el gasto en 30.000 millones de euros" para continuar con las reformas que eviten la expulsión de España del euro. Una medida que pasa indefectiblemente por "reducir el número de empleados públicos y reducir el Estado del Bienestar". Respecto a la moneda única, el ex asesor de Adolfo Suárez duda de que "en ocho o diez años vaya a sobrevivir" y cree que si España hubiese mantenido la peseta, "ahora estaría en una situación envidiable como la de Suecia".
Pese a que el economista condena la "abrumadora" corrupción que ha sufrido el país en los últimos años, "sobre todo en la recalificación de suelos y adjudicación de obras públicas", se consuela, no sin cierto toque tragicómico, con que "en el futuro habrá menos corrupción porque habrá menos actividad económica". El dedo de Recarte apunta muy alto para denunciar el silencio ante estos atropellos: "El Rey de España nunca ha ejercido bien sus labores de arbitraje y moderación, siempre ha estado más preocupado por mantener la imagen de la Monarquía". "En la actualidad su figura se parece a la de la Reina de Inglaterra, sin ningún poder e influencia", afirma.
El sector exportador es, a su juicio, la salida del callejón español (la venta al exterior ha aumentado un 17% respecto a 2009), "pero hay que plantar cara a la devaluación artificial del yuan, poner las armas encima de la mesa y subir los aranceles un 10% a los productos chinos". "Si exportar es nuestra única solución, debemos tener productos más baratos que nuestros principales competidores", sostiene.
Recarte no da demasiada importancia a las declaraciones del nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, sobre la creación de empleo neto en 2011: "Que se vayan a crear 10.000 ó 20.000 empleos me parece irrelevante, como también me lo parece la discusión de que España vaya a crecer entre el 0,6% y el 1,7%".
Vía Blogoteca
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