martes, 16 de noviembre de 2010

La democracia represora


ROMÁN PIÑA VALLS

UPyD HA TENIDO el valor de denunciar a la directora de un instituto de secundaria público de Mallorca porque ha promovido una manifestación dirigida a parar los pies a quienes piden libertad de elección de lengua en la enseñanza. Como se sabe, el PP de Bauzá está apostando por una visión del asunto cercana a la de UPyD, tras amoldarse al criterio de Carlos Delgado. Así que importantes colectivos como el partido más votado en Baleares, de derechas (PP), el Círculo Balear (que goza de muchos seguidores) y UPyD, que va a verse respaldado por descontentos de la derecha y de la izquierda, han conseguido poner sobre la mesa la conveniencia de un cambio en el modelo lingüístico educativo. ¿Qué modelo es ese? La directora del instituto Pau Casesnoves lo ha dejado claro: «en catalán». La ley exige garantizar un 50% en catalán (Decreto de Mínimos), lo que no impide que los centros puedan apostar por el monolingüismo en catalán.
UPyD ve grave que una funcionaria convierta un claustro de profesores en una plataforma política y convoque a otros centros de enseñanza a sumarse a un manifiesto de protesta. ¿Protesta contra qué? Contra las intenciones del PP de garantizar la libertad de elección de lengua. El manifiesto confiesa que el mentado instituto «rechazará cualquier injerencia».
Soy profesor en un instituto público y no me ha hecho llegar nadie ese manifiesto, cosa que agradezco mucho a la dirección de mi centro porque, ciertamente, me parecería que no está haciendo una labor educativa, sino ideológica. Lo que nadie debería cuestionar es que la lengua de la educación no es un tema tabú; que sobre la inmersión lingüística en catalán, una educación sólo en catalán, y su idoneidad, se puede estar a favor o en contra. Estar en contra no es ser enemigo del catalán ni ser de derechas. Organizar una campaña «correctiva» como la del IES Casesnoves, que califica de perniciosa la actitud de quienes no quieren inmersión lingüística, o les achaca «liberalismo salvaje» sí me suena bastante intolerante y represor.
Entiendo muy bien lo que denuncia UPyD. El manifiesto del IES Casesnoves viene a amenazar un incumplimiento de una potencial ley, algo así como una objeción de conciencia. El deber ante la divinidad (el catalán) se enfrentaría con el deber ante la ley (en el caso de que los políticos estableciesen la libre elección de lengua). En ese caso la voluntad del pueblo, en un tema básico como es la educación, se vería ignorada por la voluntad de un colectivo, el de los docentes. La diferencia entre un resultado democrático y otro, pues las dos demandas emanarían de procesos democráticos, es que la decisión de los profesores anularía más libertad que la decisión del pueblo.

Vía El Mundo

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