viernes, 19 de noviembre de 2010

¿Qué sabe el rey Mohamed VI del 11-M?

extraña actitud del gobierno

El gobierno español con su apoyo a Marruecos en el asunto del Sáhara está asumiendo un importante coste electoral. La opinión pública se pregunta por qué mantiene esta inexplicable actitud y tratándose de Marruecos es inevitable pensar en el 11-M.

LUIS DEL PINO
 
A mediodía del 3 de abril de 2004, la Policía española rodeaba un piso de Leganés donde supuestamente se refugiaban los responsables del atentado del 11-M. El entonces embajador de España en Marruecos, Fernando Arias-Salgado, llamó al ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Mohamed Benaissa, y le informó de que los presuntos responsables del 11-M estaban cercados.
"Ahora podremos saber quién es el autor intelectual del 11-M", dijo el embajador español, a lo que Benaissa contestó: "Si, sí. Y habrá muchas sorpresas". Cuando Zapatero tomó posesión de su cargo de presidente de gobierno, una de sus decisiones inmediatas, junto con la retirada de las tropas españolas de Irak, fue la destitución del embajador de España en Marruecos.
El papel de Marruecos en las investigaciones de la masacre de Madrid nunca ha sido aclarado. Lo que sí es evidente, con los datos que tenemos hasta la fecha, es que la versión oficial del 11-M no podría haberse construido nunca sin la colaboración pasiva del régimen alauí. Y es preciso destacar la palabra "pasiva", porque Marruecos ha puesto siempre un cuidado exquisito en no avalar de manera oficial ningún aspecto concreto de las investigaciones del 11-M: la versión oficial se construyó no en base a los datos, sino a los silencios de nuestro vecino del sur.
Así que resulta inevitable pensar en ese papel jugado por Marruecos durante las investigaciones del 11-M al analizar la permanente negativa del gobierno español a mostrar cualquier tipo de firmeza ante Mohamed VI, en todos los asuntos: desde los acuerdos comerciales a los problemas en la frontera de Ceuta y Melilla, pasando por la actual represión en el Sahara ocupado.
¿Es tal vez demasiado lo que Marruecos podría contarnos sobre esa interminable serie de "agujeros" con la que se construyó la versión oficial de los atentados del 11-M?
1. Viaje secreto: ¿de qué hablaron, por ejemplo, Moratinos y Taieb Fassi-Fihri, viceministro de Exteriores marroquí, en la reunión secreta que mantuvieron en Madrid una semana después del atentado del 11-M, cuando aún Zapatero no había tomado posesión de su cargo de presidente? ¿Qué tenía Moratinos que tratar o negociar con tanta urgencia que no pudiera esperar a la toma de posesión del nuevo Gobierno, prevista para escasas semanas después? ¿Podría el gobierno marroquí informarnos de cuál era el objeto y cuáles fueron los puntos tratados en esa reunión?
2. Las huellas que surgieron de la nada: cuando se produce la explosión del piso de Leganés, la Policía determina que uno de los cadáveres encontrados en el piso es el de un marroquí llamado Jamal Ahmidan y apodado El Chino. Según los informes policiales, la identificación se produce gracias a que Marruecos envió las huellas de Jamal Ahmidan, que pudieron cotejarse con las del cadáver. Sin embargo, en el sumario del 11-M no consta esa ficha de huellas supuestamente enviada por Marruecos, como tampoco consta ninguna comunicación oficial de Marruecos al respecto. ¿Podría el gobierno marroquí confirmar si efectivamente se enviaron dichas huellas a la Policía española? ¿Podría proporcionar una copia del oficio de remisión correspondiente o informarnos de por qué ese oficio no consta en ningún lado?
3. El sumario que nunca existió: hablando de ese Jamal Ahmidan que nos han vendido como supuesto cerebro de los atentados de Madrid, la historia oficial que consta en los informes policiales incluidos en el sumario del 11-M es que Jamal Ahmidan mató a una persona en Marruecos en el año 2000, consiguiendo salir de la cárcel a mediados de 2003 y pasar a España, donde organiza la mayor masacre terrorista de nuestra historia.
Sin embargo, los informes policiales están llenos de contradicciones en lo que a ese aspecto se refiere y, para variar, tampoco consta ninguna comunicación oficial de Marruecos avalando dicha historia. Por si fuera poco, cuando el periodista de El Mundo Ali Lmrabet trató de indagar en Marruecos acerca de la veracidad de esa historia, se encontró con que el sumario sobre ese supuesto asesinato cometido por Jamal Ahmidan unos años antes del 11-M no aparecía por ninguna parte. ¿Podría Marruecos informarnos de por qué no existe ninguna comunicación oficial marroquí en el sumario del 11-M con el historial de Jamal Ahmidan? ¿Podría confirmar si son ciertos esos antecedentes de Jamal Ahmidan recogidos en los informes de la policía española? ¿Podría decirnos el gobierno marroquí qué informes le fueron solicitados por la policía española y proporcionarnos copia de los informes enviados como contestación a esos requerimientos?
4. El primo omnipresente: uno de los más escandalosos casos de ocultación en el sumario del 11-M es el referido a Hicham Ahmidan, supuesto primo de Jamal Ahmidan. El rastro de Hicham Ahmidan aparece en numerosos escenarios de los utilizados para construir la versión oficial: en el registro de su casa apareció una tarjeta telefónica del mismo lote que la encontrada en la mochila de Vallecas; sus huellas dactilares aparecen en el coche habitualmente utilizado por El Chino; fue el encargado de falsificar tres matrículas usadas por los miembros de la trama; aparecen sus huellas dactilares en la casa de Morata de Tajuña donde nos dicen que se montaron las bombas; en uno de sus coches apareció ropa con el ADN del propietario de la furgoneta encontrada en Alcalá de Henares y que supuestamente se usó para transportar las bombas...
Y, sin embargo, el juez Del Olmo no se molestó en interrogar a Hicham Ahmidan a lo largo de la instrucción del 11-M, a pesar incluso de que se lo había solicitado una de las acusaciones. Sólo después de acabado el juicio del 11-M Hicham Ahmidan fue enjuiciado en Marruecos y condenado por su presunta participación en los atentados de Madrid sin que los abogados de las víctimas pudieran participar en ese juicio y sin que se nos explicara en ningún momento en qué había consistido esa supuesta participación de Hicham Ahmidan en el atentado. ¿Podría Marruecos proporcionarnos un relato detallado de los hechos que se le imputan a Hicham Ahmidan y confirmarnos si, en algún momento durante la instrucción del sumario en España, alguien hizo el menor intento por interrogarle?
5. La confusa expulsión. El caso del marroquí Rachid Tachti es aún más sangrante. Es, junto con Hicham Ahmidan, la única persona viva (tras la explosión del piso de Leganés) que podría aclararnos quién compró el lote de tarjetas telefónicas que supuestamente se emplearon en los atentados, porque en el sumario del 11-M consta que ambos (Hicham Ahmidan y Rachid Tachti) llegaron a utilizar tarjetas telefónicas de dicho lote. Pero, cuando uno de los abogados de las defensas solicitó al juez, el 4 de abril de 2005, que tomara declaración a Rachid Tachti, la Policía contestó que acababa de ser expulsado de España tres días antes, en aplicación de la Ley de Extranjería. Qué casualidad, ¿verdad?
Sin embargo, pocos meses después, en diciembre de 2005, ese individuo que nos decían que había sido expulsado fue detenido por apuñalar a una persona en la discoteca Joy Eslava. La explicación que dio la Policía es que había vuelto a entrar ilegalmente en España poco después de ser expulsado. De todos modos, nadie se molestó después en interrogarle acerca de las tarjetas supuestamente empleadas en las bombas. ¿Podría Marruecos confirmarnos si Rachid Tachti llegó a ser expulsado de España en algún momento de 2005?
6. Las llamadas imposibles. En la tarde del 3 de abril de 2004, los mandos policiales que se encontraban en Leganés recibieron de sus subordinados la información de que los "suicidas" rodeados en el piso estaban llamando a sus familiares en Marruecos para despedirse. Al parecer, las llamadas habrían sido interceptadas en la Embajada española en Marruecos y dos funcionarios del Ministerio de Interior marroquí habrían ayudado a traducirlas.
Sin embargo, aquel episodio no puede ser sino un montaje, como ya explicamos en su día en Libertad Digital, aunque sólo sea porque, como reveló el periódico marroquí Le Journal Hebdomadaire, la petición de ayuda al Ministerio de Interior marroquí para traducir las llamadas de "despedida" se produjo a las 3 de la tarde del 3 de abril es decir, cuatro horas antes de que esas llamadas se produjeran. ¿Podría Marruecos confirmarnos si efectivamente llegó a recibir alguna petición oficial de ayuda para traducir las llamadas de los "suicidas" y a qué hora la recibió?
7. El suicida resucitado. En mayo de 2009, acabado ya el juicio del 11-M, aparecía por sorpresa en Marruecos Mohamed Belhadj, uno de los "huidos" del 11-M, del que los informes policiales decían que posiblemente se había suicidado en Irak. Este "suicida resucitado" fue juzgado en Marruecos y condenado por su presunta participación en el 11-M, de nuevo sin que ninguna de las acusaciones que representan a las víctimas tuviera la oportunidad de interrogarle y sin que nadie nos haya explicado cuál fue su participación exacta en los hechos. ¿Podría Marruecos explicarnos dónde estuvo exactamente Belhadj entre 2004 y 2009 y cuál es el relato concreto de los hechos que se le atribuyen?
Son muchos los aspectos del sumario que se pierden en la nebulosa de nuestro vecino del sur: los informes policiales remiten en numerosas ocasiones a supuestas comunicaciones de Marruecos de las que, sin embargo, no hay constancia documental por ninguna parte; son varios los personajes secundarios de la trama oficial del 11-M de los que se nos dice que han sido juzgados y condenados en Marruecos, sin que sepamos qué participación en el 11-M se les atribuye; también son varios los personajes de la trama sobre los que pende la sospecha de su posible colaboración con los servicios de información marroquíes.
¿Tienen quizá esas incógnitas algo que ver con la inexplicable timidez del Gobierno español en el asunto del Sahara? ¿Qué cosas nos podría contar Marruecos acerca de las investigaciones del 11-M?

Libertad Digital

No hay comentarios: