Cuarenta conductores despedidos del organismo público revelan ‘sus secretos’ a LA GACETA. “Las ministras abusan más del coche oficial que los ministros”, señalan.
09:00 (14-11-2010) | 40
Los trabajadores se sienten maltratados y, aunque tienen miedo a las represalias –por eso piden no ser identificados–, han decidido revelar a este diario algunos casos que demuestran el más que cuestionable uso que muchos altos cargos hacen del vehículo oficial que sufragan con sus impuestos todos los españoles.
Uno de los conductores sigue hablando de la vicepresidenta Salgado: “Aquel día la entrevistaban en una revista importante, creo que era Vanity Fair, y se empeñó en que le lleváramos un burro de los que se utilizan en las boutiques, cargado de modelitos, para poder elegir en la sesión de fotografía. Se enfadó mucho cuando los compañeros se negaron”. “De eso se enteró la Prensa en su momento”, le interrumpe otro chófer del grupo, cuyo relato tampoco tiene desperdicio: “Más de una directora general ha pedido que se le instalen en el coche las sillas de los niños para cuando nos mandan ir a buscarlos a la guardería o al colegio. Que yo sepa, no hay ninguna ministra que haya hecho lo mismo, pero sí que hay una que tiene un Peugeot a disposición de su cocinera particular para que vaya a hacer la compra todos los días al mercado”.
Quince millones
El pasado 29 de agosto LA GACETA publicaba que, pese a la crisis, el Gobierno de Zapatero mantendrá el año que viene los 490 vehículos oficiales que utilizan los altos cargos socialistas. El coste anual alcanza los 15 millones de euros. El dato escandaliza a los conductores que acaban de decir adiós al Parque Móvil del Estado. “No será por lo que ganamos nosotros. El sueldo medio lo tenemos en 1.300 euros al mes, aunque con el plus de productividad y el de incidencias te puedes sacar bastante más”.Porque hay quien necesita el coche prácticamente las 24 horas del día. Puede ser el caso de la ex ministra de Igualdad: “Nadie en el Parque quiere que le toque con Bibiana Aído. Sale habitualmente de copas (casi siempre por la zona de Huertas). Hay que recogerla a altas horas y el servicio incluye también ir a buscar a sus amigas”. “Para madrugada, lo de Evo Morales”, rememora otro de los trabajadores. “En la cumbre UE-América Latina que se celebró en Madrid la pasada primavera, hubo que llevar al presidente boliviano a jugar un partido de fútbol que le había organizado la Embajada a las doce de la noche. Se le recogió en el Palacio Real, donde había cenado con los Reyes, para llevarle hasta Montecarmelo, que es donde está el campo que eligieron para la ocasión. Fue directamente, se cambió en el coche y todo...”.
Las multas
Llegado el caso, por cierto, ¿quién paga la multa? La ya ex vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega parece tenerlo claro: “Que seamos nosotros los sancionados es el colmo. De la Vega, por ejemplo, siempre llega tarde a todas partes y nos obliga a pisar el acelerador a tope. En un viaje a Valencia, a un compañero le quitaron seis puntos del carné por ir a 190 km/h y la jefa no hizo nada por ayudarle. ¡Si ni siquiera sabe cómo nos llamamos!”.La fama de Caldera
De todas formas, la persona más criticada por los conductores es Jesús Caldera. El hoy presidente de la Fundación Ideas, antaño ministro de Trabajo de Zapatero, “nos ha tratado siempre con la punta del pie. Si tenía que decirnos algo, utilizaba a un escolta como intermediario para no dirigirse a nosotros”.En el extremo contrario se halla Trinidad Jiménez, actual ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación. “Siempre es amable y educada y nunca utiliza el coche oficial en fin de semana, como tampoco lo hace González-Sinde”. Este diario ha intentado contrastar la información con los ministerios aludidos. Sólo responde Economía: “La vicepresidenta tiene la obligación de ir siempre en coche oficial y con escolta. Por seguridad”. A los pocos minutos, uno de sus conductores habituales contacta con LA GACETA: “Mi nombre es Óscar Moreno y niego rotundamente que la señora Salgado me haya mandado nunca a por bombones”. Desde Embassy, no obstante, confirman que es cliente habitual de la pastelería. “Cuando no viene ella, envía a alguien a comprar” (...). “Le encantan nuestros bombones; ningún tipo en especial, los pide variados”, apuntan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario