AL REBUFO del Govern balear, que ha tenido a bien bajar el rasero por el que dar un «apto» a quien supere el 5 en las pruebas de catalán, cosa que antes no se conseguía con menos de un 7,2, la Real Academia Española ha decidido simplificar la gramática de la lengua de Gabriel García Márquez y Vargas Llosa. De todas las «ayuditas» que estos cambios ortográficos vienen a prestarnos, la que más me sorprende es la de cambiarle el nombre a la «y griega». Ahora la tenemos que llamar «ye». Qué ye-yés, los académicos. Es de lo más curioso. Una de las prestaciones del diccionario de la RAE es que te proporciona, en cada entrada, la etimología de las palabras. En la mayoría de las españolas nos topamos con raíces latinas y griegas. La grafía de la en mala hora llamada «ye» es la ípsilon, una letra griega. No vamos a eliminar la grafía, sino solo su nombre. Pero borrarle el nombre es un atentado cultural. Es un robo en toda regla.
Lo mismo sucede con el caso de «quorum», palabra que, para empezar, nunca la RAE debió acentuar gráficamente, sino constatar su uso como latinismo, acordando que palabras 100% latinas, como «curriculum», se librasen de la tilde, pues en latín no existe tal signo. Por eso darle el visto bueno al «cuórum», con «c», es un gran paso hacia la asfixia de la vocación científica de una institución como la RAE, que apuesta por adaptarse a la ignorancia del pueblo y borrar las raíces de un patrimonio cultural sin parangón como es la lengua. Me asquea el servilismo de un equipo de lingüistas demostrando que se ganan su sueldo de funcionarios ofreciendo un listado de modismos a los que conceder un hueco en el diccionario. «Meloncete» ya tiene el suyo. Felicidades, pero mientras no aparezca una entrada para «Barbi: dícese de la típica vividora de la política y aficionada a la ostentación hortera y pasada de moda», a mí que no me vengan con alardes de buen oído.
La mayoría de los españoles no sabe acentuar los adverbios y pronombres interrogativos indirectos. Supongo que habrán decidido eliminarlos. La mayoría no sabe usar el «deber» frente al «deber de».
Es de esperar que se haya eliminado uno de los dos usos. La gente se hace un lío con «infringir» e «infligir». Esperemos que ante la duda, hayan eliminado ambos vocablos. Últimamente veo que nadie es capaz de escribir «si no» en dos palabras. Apuesto a que ya lo han dado por incorrecto. Una RAE que se precia de estar al quite de los usos del pueblo, es lo que tiene que hacer. Para mí que detrás de la analfabetización que busca eliminar las huellas del español, están los regionalistas de España. Esas academias de cantón que buscan prestigiar sus gramáticas de alpargata y acequia. El valenciano del «vine pacasí» o el mallorquín de Laura Carrascosa.
Lo mismo sucede con el caso de «quorum», palabra que, para empezar, nunca la RAE debió acentuar gráficamente, sino constatar su uso como latinismo, acordando que palabras 100% latinas, como «curriculum», se librasen de la tilde, pues en latín no existe tal signo. Por eso darle el visto bueno al «cuórum», con «c», es un gran paso hacia la asfixia de la vocación científica de una institución como la RAE, que apuesta por adaptarse a la ignorancia del pueblo y borrar las raíces de un patrimonio cultural sin parangón como es la lengua. Me asquea el servilismo de un equipo de lingüistas demostrando que se ganan su sueldo de funcionarios ofreciendo un listado de modismos a los que conceder un hueco en el diccionario. «Meloncete» ya tiene el suyo. Felicidades, pero mientras no aparezca una entrada para «Barbi: dícese de la típica vividora de la política y aficionada a la ostentación hortera y pasada de moda», a mí que no me vengan con alardes de buen oído.
La mayoría de los españoles no sabe acentuar los adverbios y pronombres interrogativos indirectos. Supongo que habrán decidido eliminarlos. La mayoría no sabe usar el «deber» frente al «deber de».
Es de esperar que se haya eliminado uno de los dos usos. La gente se hace un lío con «infringir» e «infligir». Esperemos que ante la duda, hayan eliminado ambos vocablos. Últimamente veo que nadie es capaz de escribir «si no» en dos palabras. Apuesto a que ya lo han dado por incorrecto. Una RAE que se precia de estar al quite de los usos del pueblo, es lo que tiene que hacer. Para mí que detrás de la analfabetización que busca eliminar las huellas del español, están los regionalistas de España. Esas academias de cantón que buscan prestigiar sus gramáticas de alpargata y acequia. El valenciano del «vine pacasí» o el mallorquín de Laura Carrascosa.
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