viernes, 12 de noviembre de 2010

First we take Manhattan

SALVADOR SOSTRES

España, Grecia y Portugal comparten la triste marca de ser los tres únicos países de Europa que todavía tienen un Gobierno socialista. Antes que económica, la crisis fue moral y también intelectual. Por eso no es de extrañar que las tres peores economías de la Unión sean las de sociedades suficientemente absurdas y relativistas como para continuar insistiendo en el error socialista. A la luz de la Historia puede decirse claro: la izquierda, más o menos socialista, no es una ideología, es un error, un error de consecuencias trágicas en las sociedades en que se prodiga. Desde el Pacto de Varsovia hasta la desgraciada situación por la que hoy transitan Grecia, España y Portugal se puede escribir la crónica de una misma desolación, de un mismo fracaso.
Como catalán, el panorama es todavía más funesto: el 100% de mis impuestos cae en estos momentos en manos de administraciones controladas por los socialistas: el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, la Generalitat y el Gobierno de España.
Pero a partir de hoy, inaugurada ya la campaña electoral catalana, las cosas podrían empezar a cambiar. Primero tomamos Manhattan y luego la Luna. Hay un atraso fundamental que la izquierda representa y causa, y que no es que tenga que ser derrotado electoralmente: es que tiene que ser superado cultural, política, inteligentemente. En las próximas elecciones no se trata tanto -aunque también- de que CiU mejore absolutamente su resultado, sino de que Cataluña mejore su cociente intelectual. Se trata de ir subiendo peldaños de civilización, se trata de salir del oscurantismo y de la cueva.
Tenemos que irnos acomodando en el desarrollo y en la cultura general. En el club de los que saben leer y escribir, en el de las gentes que se sienten capaces de hacerse responsables de sus vidas sin las tutelas estatales, sin subvenciones como si solitos no llegaran a más. Por una cuestión de orgullo personal -y también colectivo- tenemos que poder mirarnos al espejo y ver a un hombre completo y no ese medio trozo de carne sana y lo demás subvencionado. Hay que vivir de pie, porque ya la muerte va a arrodillarnos.
Hoy, con la campaña electoral catalana ya en marcha, empiezan los días que podrían cambiar la Historia. Primero tomamos Manhattan y luego vendrán las municipales y las generales. Que el primero en caer sea Montilla tiene algo de profético, de simbólico, porque de todos los despropósitos socialistas él es el más analfabeto y el más cínico, el que más humillación ha causado allí donde ha gobernado. El más farsante, el más hipócrita, el que por no ganar no ganó ni las elecciones.
Podríamos estar escribiendo las páginas de un libro nuevo. Un libro más hermoso y más libre, más próspero, que mejor comprende a las personas y que más las empuja a crecer. Un libro más justo, más digno, mucho más inteligente. Podríamos estar en el principio de una superación definitiva, histórica. Somos aún el niño que miraba al cielo y alargaba los dedos para tocar la cara de Dios. Primero tomamos Manhattan y luego tomaremos la Luna. Podría ser que nuestra fuerza fuera ilimitada. Los días son efímeros, pero podemos hacer que nuestras vidas sean inmortales.

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