entrevista al autor de Así habló Zapatustra. El fracaso de un izquierdista radical en el poder

Miguel Ángel Rodríguez: "Si lo de Zapatero no es obsesión por el sexo..."

Así habló Zapatustra. El fracaso de un izquierdista radical en el poder (La Esfera de los Libros) es la última obra del periodista Miguel Ángel Rodríguez. En ella, analiza sin rodeos en el lenguaje todas las políticas llevadas a cabo por el presidente del Gobierno que "han sacado a España de los libros de Historia" y que la han metido "entre un fango de abatimiento".

Alberto López Marín

02-11-2010

Parece cabreado con el presidente.

Más que cabreado, me duele que este país, que estaba ahí arriba, ahora esté ahí abajo. Que sea un vertedero de egoísmos. Me parecía que tenía que escribir un libro contra la desmemoria de los españoles, qué es lo que dijo este hombre que iba hacer y qué es lo que ha hecho.

¿Sabría destacar alguna virtud de Rodríguez Zapatero? El libro no incluye ninguna.

Ha sabido mantenerse en el poder.

¿Cuál de sus denuncias cree más ilustrativa?

Lo peor ha sido el intento de crear un cinturón sanitario para echar a la oposición incluso fuera del sistema. Ha intentado que quien no esté con él, con los nacionalistas o la izquierda radical se quede fuera. Afortunadamente, no lo ha conseguido. Por eso la memoria histórica, por eso toda esta política social que al final son inventos para ver cómo desactiva una sociedad normal. Cuando se crea un país en el que se deja abortar a una niña de 16 años pero no puede fumar un cigarrillo antes de entrar en la clínica nos hemos vuelto locos.

¿Está Rajoy en la cama esperando 2012 como dice el Gobierno?

Al Gobierno lo que más le gusta es hacer oposición a la oposición. Ya han decidido no gestionar, son incapaces de sacar a España de la crisis económica y social y, como repito algunas veces en el libro, están en la estrategia de buscar culpables y no soluciones. Se desesperan cuando el Partido Popular no mete la pata, así que estiran unas declaraciones del alcalde de Valladolid o sacan punta a cualquier cosa, pero no pueden decir nada sobre los discursos serios de Rajoy, de la secretaria general o de la portavoz parlamentaria.

La izquierda reniega de Zapatero. Usted lo ubica en la izquierda radical.

Es un izquierdista radical. A una España tutelada le han dicho que tenía que hacer cosas sensatas y no las sabe hacer. Zapatero se suicidó en el Congreso el 12 de mayo de 2010 porque no sabía cómo gestionar su radicalismo, que había llegado hasta tal punto que el mismo presidente de Estados Unidos le tuvo que llamar para frenarle. Fue una humillación a España.

Dice que Zapatero ha sacado a España de los libros de Historia.

España estaba en la Historia con unas posibilidades grandísimas de estar entre los grandes, estábamos ya de hecho en el G8. Ahora, ese puesto lo ha ocupado Brasil. Unos datos dicen que estamos en el puesto duodécimo; otros, que en el vigésimo tercero. Es la gestión de un radical en seis años nada más. En sólo seis años, España ha pasado de estar entre los más grandes a estar en una zona que verdaderamente ya da igual lo que diga el presidente del Gobierno. Se demostró en la presidencia de la Unión Europea, cómo fue despreciado por todo el mundo.

Varios conceptos clave en su libro. El primero, 'policía del pensamiento'.

Es aquella que vigila a los que no cumplen con la ortodoxia, presentadores de televisión de determinados programas o editores de medios que deciden quién sale y quién no sale porque les interesa una opinión y no otra. El Partido Socialista, especialmente Rubalcaba, es experto en policía del pensamiento. El que no dice exactamente lo que está en el manual, en el SMS a los periodistas afines a primera hora de la mañana, está fuera del circuito. Y tiene al Fiscal General del Estado. Ese señor, que nos persigue, es una de las peores cosas que tenemos en la democracia. A mí me pide dos años de cárcel por haber dicho ’nazi’ en Televisión Española, es una cosa de locos. Quiere ver si bajo su bota militar comunista radical me asusto, pero algunos no nos asustamos.

Otro concepto: la “obsesión por el sexo” de Zapatero.

Es evidente (ríe). Todo lo que él llama política social es ver cómo enreda con el sexo, bien sea el homosexual, el infantil… Por eso he escrito un libro contra la desmemoria: algunos españoles no recuerdan que estos señores han invertido dinero para enseñar a masturbarse a niños de 11 años. Si eso no es obsesión por el sexo...

’Cultura de la muerte’.

Está ligada a esta estupidez de levantar zanjas para encontrar huesos y tirárnoslos a la cabeza y a todo el apoyo a la eutanasia activa y sin un debate serio sobre el asunto. Han intentado meter en la cárcel a los que no somos favorables, en la línea del programa nazi ’Action T4’.

¿Qué es un ’pijiprogre’?

Aquellos que van por la vida de progres y que tienen los comportamientos más pijos del barrio.

Habla, además, de dos cuestiones que critica a este Ejecutivo pero en la que otros han caído. ¿Qué diferencia encuentra entre los pactos del PSOE con los nacionalistas y los del PP?

Que se han hecho por debajo de la mesa. En este minuto, no sabemos qué ha firmado Zapatero con el PNV en los Presupuestos Generales del Estado y eso es sencillamente antidemocrático. En democracia se hacen pactos, pero se explican.

¿Y sobre los contactos con Eta y su entorno?

Tampoco se nos explicó hasta que le pusieron a Zapatero una bomba en la T-4.

No descarta, por tanto, ninguna posibilidad a pesar de los desmentidos del Gobierno en esta cuestión.

A las pruebas me remito. Rubalcaba dijo que no había negociaciones cuando el PSOE estaba negociando con Eta. ¿Por qué le tengo que creer ahora?

Habla del fracaso mediático del presidente. ’Cómo matar a Polanco muerto’, titula.

Quizá la cosa cambie ahora con Rubalcaba, del gusto de Prisa. Lo cierto es que Zapatero creó un grupo afín a la izquierda radical y hundió a los dos con deudas multimillonarias de las que no sabemos cómo saldrán.

A raíz de últimos acontecimientos, ¿cree que se está vulgarizando el lenguaje político, que hoy vende más el eslogan que la reflexión?

La telecracia está ganando a la democracia y es culpa de los políticos, de los periodistas, de la falta de reflexión de la sociedad, de la transmisión de información a través de 140 caracteres o SMS. Es preocupante, pero no sólo para España. Obama es producto de la telecracia y han bastado dos años para que la gente diga “no quiero esto”.

¿La televisión educa al espectador o el espectador manda sobre los formatos y los contenidos?

Al espectador se le adoctrina, pero no con palabras de políticos, que apenas ocupan unos segundos en los informativos. Se hace a través de series, con guionistas especializados que hacen que el actor principal critique a los liberales o a la derecha, que hacen a los homosexuales los héroes del momento, etc.

De vuelta al barro político, ¿cree que es Zapatero quien está en la cama para ceder el poder y dejar hacer a Rubalcaba?

Zapatero está atado al poder por Montilla. Si el presidente catalán hubiera convocado sus elecciones en septiembre u octubre, Zapatero habría disuelto ya las cámaras. Ya no puede disolver después del batacazo que se llevará en Cataluña y tiene que aguantar hasta mayo. Por eso ha puesto a Rubalcaba, para enredar a ver si el desastre de las autonómicas no es el que se prevé y en octubre del año que viene no estamos de elecciones.

El socialismo no quiere a Zapatero como candidato, según reflejan últimos sondeos. ¿El Partido Popular sí?

El problema no es quién es el candidato sino cuál es la propuesta. La izquierda se ha quedado sin propuesta. El 29 de septiembre, los trabajadores salieron a trabajar contra el Gobierno y contra los sindicatos, fue un golpe durísimo. Zapatero ha hecho perder a la izquierda la hegemonía moral que se creían que tenían, por eso están metidos en la crisis más grande de su historia.

Dice que a Zapatero le queda una ’prórroga’ en La Moncloa. ¿Cómo serán los minutos finales?

Malos, muy malos. Esto va a ser un partido embarullado, con Rubalcaba al frente de una maquinaria de los servicios secretos, de las embajadas, de todo tipo de marrullerías. Le bastaron cinco horas de estar al frente de la maquinaria para intentar echar a uno de los mejores alcaldes que tiene España. Buscan un error de la oposición para triturarla, y esto va a ser así hasta el final.

El Imparcial