miércoles, 3 de noviembre de 2010

Cursos más que para profesores para agentes sociales.

UPyD afirma en un estudio que los cursos de formación de profesores están pensados para convertir a los profesores en agentes sociales · No hay apenas cursos que persigan la actualización de los conocimientos de los profesores · La mayor parte son de una mediocridad académica escandalosa
Palma, 2 de noviembre de 2010
"¿Cómo es posible", se pregunta Arturo Muñoz, portavoz adjunto de UPyD en Baleares y miembro de su grupo nacional de Educación, "que se impartan multitud de cursos de formación de profesores con títulos como 'Formación de cooperantes', 'El ayurveda y sus beneficios en la enseñanza' o 'Risoterapia', y ninguno con títulos como 'Últimos hallazgos científicos', 'Corrientes literarias y autores más relevantes en las últimas décadas', 'Nuevos marcos teóricos e interpretativos de la historia', 'Nuevos filósofos o corrientes filosóficas'... La razón es sencilla: las autoridades educativas y los sindicatos no quieren profesores formados y buenos conocedores de sus materias; prefieren agentes sociales, profesores obedientes y sumisos".
El Grupo de Educación de UPyD ha concluido un estudio de los cursos de formación de profesorado ofrecidos por los centros de profesores, la Universidad y los sindicatos para el curso 2010-2011. Se ha realizado sobre una muestra de 238 cursos, los que a 20 de octubre han expuesto en sus páginas web los centros de profesores, la UIB, el STEI-i, ANPE y FETE-UGT. Las tablas comparativas y las conclusiones pueden consultarse en la página web del partido en Baleares.
Según este estudio, casi el 50% de los cursos son aquellos que tienen como objetivo la transformación del centro escolar en un centro de experimentación social, y a los profesores como agentes sociales. Algunos títulos lo ilustran perfectamente: 'Resolución de conflictos en el entorno laboral', 'Técnicas de modificación de la conducta en niños difíciles', 'Igualdad de género en las aulas', 'Educación afectiva social desde la perspectiva de género', 'Movilidad sostenible en el entorno urbano', 'Formación de cooperantes', etc.
Por el contrario, sólo el 13’80% de los cursos persiguen lo que todo curso que se precie debe intentar: la actualización de los conocimientos de los profesores y la muestra de recursos pedagógicos eficaces para transmitirlos. "Y estos cursos, además, son en su mayor parte de iniciación, no de especialización, y de aplicación regional".
Completan el desalentador panorama los cursos "metapedagógicos" (casi un 9%), que persiguen explicar la jerga de la legislación educativa y los cursos TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), limitados éstos a presentar tecnologías al alcance de cualquiera y sin programación de una aplicación directa a la actividad pedagógica.
"No se ha de pensar", concluye Arturo Muñoz, "que todo es casual o producto de la incompetencia de los organizadores de cursos; es la propia LOE la que consagra la transformación del profesor en agente social. La LOE persigue sobre todo que los centros de enseñanza favorezcan la cohesión social y minusvalora la instrucción. Repasen la interminable lista de principios, objetivos y finalidades de la LOE. Hay que buscar con lupa todo lo que se refiera a la transmisión de conocimientos". En todo caso, en opinión de UPyD, "es necesario acabar con la actual manera de entender los cursos de formación del profesorado, desvinculándolos en todo caso de la obtención de emolumentos por antigüedad (sexenios) y exigiendo un nivel de excelencia académica y de adecuación con los fines de la Educación que hoy se ignoran completamente".

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