PSOE, fiscales y campaña electoral

Por Antonio Alemany


• Es curioso observar como la historia se repite: Antich y el Pacto de Progreso repiten exactamente los mismos resultados que obtuvieron en su anterior mandato. Recibieron una economía balear floreciente y legaron una economía hecha unos zorros, con tasas de decrecimiento sistemático que nos instalaron en la cruda y pura depresión. El pronóstico del Informe de coyuntura de Sa Nostra es tremendo: llevamos varios trimestres de crecimiento negativo, con tendencia al alza- al alza negativa- como lo acredita esta corrección que hace el servicio de estudios de Sa Nostra de unas tasas negativas de -1%.
• También repiten el mismo discurso autoexculpatorio: la culpa es del PP-. Tenía la culpa en la anterior etapa del Pacto de Progreso y la tiene también ahora. Con un caradurismo digno de la mejor especie, Antich insiste en que los males de nuestra economía se deben a quienes, curiosamente, legaron una situación económica excelente, incluso tras superar el desastre que transmitieron sus sucesores, el conglomerado de la izquierda y UM. También- salvo que nos hayamos vuelto todos locos- al PP le tocará de nuevo levantar los ánimos y recuperar las tasas de crecimiento que han hundido esta pandilla de incompetentes e irresponsables.
• No sólo la izquierda, sino, también y muy especialmente, una Unión Mallorquina que es la principal responsable del desaguisado de las dos etapas del Pacto de Progreso. La única ventaja que, con respecto a la experiencia anterior, tendrá el PP es que no parece que, esta vez, UM vaya a tener la más mínima posición arbitral. El egoísmo corrupto del partido de Munar se ha guiado, una vez más, no por el interés general, sino por el interés cleptócrata que ha hecho del spoil system su principal seña de identidad.
• Para expulsar a los incompetentes del poder, el empresariado balear tuvo que emplearse a fondo para explicar a votantes naturales de la izquierda lo que se estaban jugando si continuaban gobernando Antich y su corte de políticos estructuralmente ineptos. No estaría de más que, con mayor motivo en la actual situación, se produjera de nuevo esta acción pedagógica del empresariado. Al que podría acompañar un PP que no puede quedarse sentado a la espera de ver pasar el cadáver de su adversario autoinmolado en su propia incompetencia. En las elecciones que desalojaron Antich de poder, la alternativa popular no se limitó a recordar lo mal que lo habían hecho sus antecesores, sino a proponer a la ciudadanía un plan innovador e imaginativo que aspiraba a recuperar atrasos históricos y, sobre todo, a recuperar el espíritu creador de la sociedad entonces instalado, como ahora, en una profunda depresión.
• Y conviene no mezclar las cosas en este totum revolutum de la corrupción que es lo que están haciendo sabiamente unos fiscales convertidos, con su ensañamiento selectivo y sus juicios paralelos mediáticos, en los auténticos protagonistas de la campaña electoral del PSOE. La corrupción es una cosa y la acción de gobierno, otra. Es posible que se robara a mansalva en tiempos del PP pero, al menos, además del robatorum por demostrar, se vivió la etapa más brillante y de mayores realizaciones de nuestra historia autonómica. En este sentido, lo malo del PSOE es que ha robado, tanto o más- y otras cosas peores- que los del PP cuando ha gobernado y no ha legado nada, salvo depresión, incompetencia, desempleo y destrucción de riqueza. La diferencia entre unas y otras etapas es que el PP jamás supo articular un cuerpo de fiscales anticorrupción que hicieran con el PSOE exactamente lo mismo que están haciendo ahora con el PP. Quiénes desenmascararon a los cleptócratas fueron los de Diario 16 y El Mundo, no la Fiscalía. De la misma manera que no ha sido la Fiscalía la que ha desenmascarado la bulimia cleptocrática de Munar y UM, sino El Mundo/ El Día de Baleares. Al revés, los fiscales han mirado hacia otro lado de forma sistemática y han permanecido presos de una tetania escandalosa. El electorado, que es menos tonto de lo que piensan los fiscales y el PSOE, se da cuenta de todas estas cosas. Por esto las encuestas de intención de voto dicen lo que dicen. (Libertad Balear)