MIKEL OTAEGI / Bilbao
Una norma proscribe en las islas la crueldad contra los animales, pero sólo los domésticos o de compañía
Corresponsal
La Ley de Protección de Animales de Canarias «no prohíbe las corridas de toros», en contra de lo afirmado por numerosos medios de comunicación. Así de claro se expresó ayer el ex presidente del Ejecutivo canario Lorenzo Olarte, que gobernaba en el archipiélago en el año 1991, cuando fue aprobada esa norma, que para él no deja dudas: «En ningún momento se hace alusión explícita al toro. No es un animal de compañía ni un animal doméstico. No creo que nadie tenga un toro bravo para que lo acompañe en su casa, ni va al campo a ordeñar una vaca brava», aclaró el ex presidente a Canarias Radio La Autonómica.
La interpretación del artículo 5º de esta ley es la que puede llevar al equívoco. En este precepto se señala que «se prohíbe la utilización de animales en peleas, fiestas, espectáculos y otras actividades que conlleven maltrato, crueldad o sufrimiento», pero se refiere, exclusivamente, a los animales domésticos, entre los que no se incluye el toro de lidia.
En este sentido, el profesor de Derecho de la Universidad de Salamanca Dionisio Fernández de Gatta ya dejó claro en su artículo ¿Están verdaderamente prohibidas las corridas de toros en las islas Canarias? que los toros no entran dentro de la categoría de animales domésticos ni de compañía. «El objeto de la ley canaria es exclusivo de los animales domésticos o de compañía. Y, obviamente, el toro bravo no lo es. Me da a mí que la ambigüedad de ese artículo estaba perfectamente calculada», asegura. Asimismo, hace hincapié en que también «se excluyen del tipo penal correspondiente los festejos taurinos debidamente autorizados, por lo que podemos señalar que la ley canaria no puede prohibir corridas de toros ni festejos taurinos». De hecho, en Canarias, si bien la tradición taurina es escasa, las peleas de gallos tienen muchísima popularidad y también están exentas de la ley. Incluso existe una federación que regula su práctica mediante un estricto reglamento. Existen 14 galleras y la próxima semana, precisamente, da comienzo la temporada de peleas de gallos.
El torero canario Orlando Ramos aseguró ayer a la radio autonómica que celebra a menudo espectáculos taurinos en la plaza de toros que posee en Playa del Inglés, en el sur de Gran Canaria. «A mí jamás me han prohibido dar un espectáculo taurino en Canarias», dijo.
No hay debate. La decisión del Parlament catalán de vetar las corridas de toros ha cogido a la clase política vasca con el paso cambiado. Los partidos con representación en el Parlamento vasco o no tienen una opinión oficial formada o rechazan de plano aprobar una iniciativa similar a la catalana. Entre tanto, algunas asociaciones en defensa de los animales consideran que la brecha abierta por la Cámara catalana tiene que servir para trasladar el debate a la sociedad vasca.
El pasado 7 de abril, el propio lehendakari, Patxi López, aseguró que el Gobierno vasco «garantiza» que seguirán celebrándose corridas en los tres territorios, porque están «absolutamente consolidadas con una buena acogida ciudadana». El pasado año se celebraron en el País Vasco 48 espectáculos en 16 plazas, estables o portátiles. En la línea de lo indicado por el lehendakari se expresó ayer el presidente del PP en Álava, Alfonso Alonso, que aseguró que fueron los vascos «los que inventaron los toros y los llevaron a Andalucía». UPyD se mostró también contraria al «prohibicionismo».
Algo más dubitativa se mostró la parlamentaria del PSE Blanca Roncal: aunque sostuvo que la prohibición de las corridas de toros «no está en la agenda» política, dejó caer que en el caso de que este asunto llegara al País Vasco, «probablemente» también se daría libertad de voto a cada parlamentario. Entre los nacionalistas, el PNV expuso su «respeto absoluto» a la decisión del Parlament, pero admitió que no se ha tomado una postura oficial respecto al tema. Tampoco en Aralar, aunque felicitó «a la nación catalana por la decisión adoptada». EB y EA tampoco mostraron una postura definitiva.
La Asociación para un Trato Ético con los Animales (Atea) anunció que «a partir de ahora empieza la cuenta atrás». Durante la Semana Grande de Bilbao, en agosto, recogerán firmas de forma simbólica y las presentarán al Parlamento vasco. En octubre, miembros de Atea se reunirán con cada uno de los 75 parlamentarios para, en labor de grupo de presión iniciar un proceso similar al catalán. Una de las posibilidades que barajan es la inclusión de la prohibición en la futura ley de protección de animales. En el Ejecutivo vasco, sin embargo, no tienen intención de mencionar este aspecto en el borrador.
El Mundo
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