“Judgment at Nuremberg”, que fue titulada en España como “Vencedores o vencidos”, es una excelente película dirigida en 1961 por Stanley Kramer. Esta escena que protagonizó Spencer Tracy plasma como en los Juícios de Nüremberg se condenó a jueces y políticos que quisieron escudarse en la obediencia a leyes inhumanas para eludir su responsabilidad en la muerte de seres humanos inocentes.
La lectura del veredicto que veis en este vídeo explica con toda claridad uno de los pilares de la democracia: el respeto por los derechos que se derivan de la condición humana, el primero de los cuales es el derecho a la vida. No hay ninguna ley que legitime a nadie para violar ese derecho. Nadie está obligado -ni siquiera como autoridad- a obedecer una ley que viole el derecho a la vida. Ninguna autoridad es irresponsable de los actos que cometa al amparo de esa ley, por mucho que se escude en la debida obediencia a esa ley, pues el fundamento mismo de la legalidad -ante el que se subordina la formulación y la obediencia a toda ley- es el respeto por la dignidad humana. Después de que el mundo libre abriese los ojos ante los crímenes del nazismo y reconociese estas verdades, asusta comprobar que algunos las han olvidado ahora que lo que se intenta justificar no es ya el exterminio de los miembros de una raza, sino la eliminación de cualquier ser humano, sea de la raza que sea, simplemente por su edad.
Vía Contandoestelas
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