Baleares / Presidente del PP de Baleares
Acaba de cumplir un año como presidente del PP balear. En este tiempo, sus dos objetivos esenciales han sido dejar atrás la «etapa Matas» y devolver la ilusión a un partido que está en la oposición en las principales instituciones de las Islas
EFE
El líder del PP balear, José Ramón Bauzá junto a Mariano Rajoy
El líder del PP balear, José Ramón Bauzá (Madrid, 1971), fue propuesto el pasado jueves por la Junta Directiva Regional como candidato a la Presidencia de la Comunidad en las elecciones autonómicas del próximo mes de mayo. Un día después, el presidente del partido, Mariano Rajoy, daba un mitin multitudinario en Palma de Mallorca, en el que mostró una vez más el apoyo de la dirección nacional hacia Bauzá, así como su confianza en que será el próximo presidente del Gobierno balear, en sustitución del socialista Francesc Antich. De este modo, finalizaba una semana marcada, en parte, por las críticas internas expresadas por algunos «barones» hacia la decisión de Bauzá de no permitir la presencia de ningún imputado en las listas electorales.
—¿Cómo pueden los partidos, y en este caso el suyo, devolver la ilusión a una opinión pública hoy especialmente desencantada?
—Trabajando con el único objetivo de servir a la sociedad, con ilusión y dando lo mejor de nosotros mismos, sin perder de vista que los intereses generales están siempre por encima de los personales. La sociedad tiene que ver a los políticos como personas que trabajan para hacer que las cosas sean mejores para todos, para encontrar soluciones donde hay problemas, y no para crear problemas donde antes no los había.
—¿Esperaba tanto revuelo con su decisión sobre los imputados?
—Sabía que era una decisión difícil y que podría levantar cierto revuelo, pero por encima de todo estaba convencido, y lo sigo estando, de que es lo que el PP necesita en Baleares.
—¿Entiende que haya personas de su partido que se hayan sentido molestas?
—Claro que lo entiendo, pero intento no ponerle ni cara ni ojos a las decisiones que tomo, pero mi obligación es pensar en el interés general, en lo que creo que es mejor para el partido y para la sociedad balear. No puedo personalizar decisiones como ésta.
—¿Estas disensiones internas debilitan la imagen del partido?
—Es normal que en un partido como el nuestro, en el que le recuerdo que somos más de 20.000 afiliados, podamos tener en determinados momentos diferentes puntos de vista respecto a bastantes materias. Lo importante es que utilicemos los medios internos para expresarnos y para debatir, y que nos presentemos ante la sociedad siempre como un partido unido y cohesionado que tiene como fin último buscar lo mejor para Baleares.
—¿Teme alguna baja más, además de la de Miquel Munar, o incluso una posible escisión?
—No, son decisiones personales que hay que respetar. Yo trabajo para hacer el PP más fuerte día a día, y en este proyecto tiene cabida todo aquel que quiera trabajar.
—¿Y un trasvase de votos hacia UM?
—Al contrario, espero que haya personas que en su momento votaron a UM que ahora vean que lo mejor para nuestra tierra es que el PP gobierne. Cada día es más necesario que se produzca un cambio, porque el pacto que gobierna ha sido inoperante.
—¿Qué diría a quienes dicen, como crítica, que usted se está dejando influir por el vicepresidente Carlos Delgado?
—Me gusta escuchar a las personas que me rodean, como por ejemplo a los vicepresidentes del partido, pero las decisiones las tomo yo.
—Hay quienes afirman que usted mantiene una posición ambigua sobre el catalán...
—Me sorprende, porque siempre he sido muy claro al respecto. Los padres tendrán libertad de elección de la lengua vehicular en la que se va a educar a sus hijos, y el catalán no será un requisito para acceder a la Administración, sino un mérito.
—¿Qué piensa de las últimas encuestas, especialmente favorables para el PP balear?
—La encuesta más importante es la del día de las elecciones, las demás, como esta última a la que usted hace referencia, sirven para saber que estamos en el camino acertado. La verdad es que prefiero centrar toda mi atención en trabajar, y ser capaz de presentar un programa con las soluciones que necesita Baleares para salir de esta crisis.
—¿La política está siendo más dura de lo que esperaba?
—Dedicarse a la política es un privilegio si tienes vocación de servicio, y para mí lo es.
—¿Por qué no quiere entrar en el Parlamento balear ahora, antes de las elecciones de 2011?
—Nunca he dicho que no quiera entrar en el Parlamento, no es un objetivo mío evitarlo. Me presenté a alcalde de Marratxí y lo soy; me presenté a presidente del PP de Baleares y lo soy; fui en un determinado número en las listas por Mallorca al Parlamento y si, por determinadas circunstancias, me tocase entrar ahora, lo haría. Pero parece que algunos quieren que me salte la cola, y no lo voy a hacer, porque no es mi costumbre hacerlo.
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