Cospedal denuncia un estado policial y El Mundo también

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Interior debe ser neutral y, además, parecerlo

Zapatero embustero
LA NOTICIA, revelada ayer por EL MUNDO, de que un comisario de la máxima confianza del ministro Rubalcaba controlará todas las investigaciones de corrupción que afecten a «cargos públicos» ha levantado lógicas ampollas. Especialmente dura fue la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, que aseguró que estamos en un «Estado policial». Sus palabras pueden parecer una exageración, pero sí es cierto que esta política rompe con los usos que deben regir en el Ministerio Interior, que no sólo debe ser neutral en sus actuaciones, sino que también debe parecerlo. La polémica orden dada a todos los jefes superiores de Policía Judicial obliga a informar de todas las investigaciones en las que haya implicados políticos -aunque sean casos muy locales- al comisario general, Juan Antonio Gónzález, (El comisario que iba a la finca de caza del imputado Garzón, con la fiscal y el sectario y cesado Ministro Bermejo) quien, con la excusa de darles un «enfoque especializado», podrá declarar secretas las pesquisas. Y nadie se le escapa que esto permitirá al Gobierno tener control sobre cualquier caso que afecte al PP y filtrar datos en precampaña. (Y ocultar y paralizar cualquier caso de corrupción del PSOE o de alguno de sus socios que le mantienen en el poder) La labor policial libre de toda sospecha exige una rectificación urgente.

El Mundo