EN NOVIEMBRE de 2008 denunciábamos el injustificado incremento de altos cargos - de 9 a 25- que se estaba produciendo en Gesma, el organismo público autonómico responsable de la gestión del Hospital General, del Joan March y del Hospital Psiquiátrico. Este incremento brutal de la estructura funcionarial de Gesma en plenas crisis económica se producía a la par que el Govern presidido por Francesc Antich decidía reducir la actividad quirúrgica de 2.000 intervenciones al año a «cero» en el Hospital General, pese a la inversión que el gobierno anterior había realizado en este céntrico hospital palmesano. Todo ello bajo el pretexto de una imprescindible reconversión de la empresa de «sanitaria» a «sociosanitaria». Casi dos años después aquella anunciada reconversión de más a menos ha supuesto una sangría en sueldos públicos sin que ello haya supuesto una mejora de la atención a los pacientes o un aumento de la actividad asistencial. Más bien todo lo contrario. De aquellos polvos estos lodos. Tanto Gesma en el Govern balear, como Emaya en el Ayuntamiento de Palma son dos ejemplos característicos del manirrotismo que impera en todas las administraciones, sean del signo que sean. La elefantiasis administrativa campa a sus anchas infestando todos los departamentos con capacidad de contratación. A los casos de nepotismo denunciados por este periódico en la Emaya de Cristina Cerdo ahora hay que añadir el filón descubierto en Gesma, que proporciona empleo a los familiares de los cargos del PSIB-PSOE en esta empresa pública: la subdirección de Recursos Humanos, que está en manos del dirigente socialista de Binissalem, el enfermero Juan Carlos Oliver. Oliver, que ocupa un cargo directivo para el que no está suficientemente preparado, debería ser apartado inmediatamente de sus responsabilidades debido a las irregularidades que ha cometido al contratar a las amigas enfermeras de su mujer, saltándose a la torera, como hizo Cristina Cerdó en Emaya, la bolsa de trabajo. Oliver ha prestado un pésimo servicio tanto a Gesma como al Ib-Salut donde la mayoría de trabajadores cumplen con un trabajo vocacional que está por encima de intereses partidistas. Thomàs debe apartar esta manzana podrida de su conselleria.
El Mundo
1 comentario:
La maravillosa medicina de la derecha para supuestamente "ahorrar dinero" no hace sino cargar la deuda al estado al poner en el paro a los interinos que ocupaban los trabajos de los cargos de los liberados. De modo que la política de ahorro del PP no solo no existe en absoluto sino que ademas contribuye a crear mas deuda publica al estado a través de ayudas por desempleo, a aumenta sus abultadas estadísticas de parados en España y a debilitar la representación y fuerza que tiene los trabajadores para poder negociar con las empresas. Esta política de cosmética contable del PP demuestra muy claramente que no tiene ninguna voluntad en acabara con las abultadas cifras de parados sino en sanear sus propias cuentas para poder dar después una imagen totalmente maquillada de su eficiencia en reducir el déficit cuando en realidad lo que están haciendo es traspasar las deudas autónomas a las cuentas del Estado, Estado que al fin y al cabo somos todos los Españoles. La hipocresía del PP ha llegado al poder.
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