Más de 3.500 llamadas de profesores en riesgo
En el último curso, han aumentado las denuncias de los docentes en Educación Infantil y los problemas derivados al uso de las nuevas tecnologías en el aula. Sin embargo, disminuyen las quejas de los profesores por imposibilidad de dar clase.
El 45% de los profesores atendidos presenta cuadros de ansiedad.
Madrid.- "Me encuentro abatida. Ayer, una alumna de 3º de la ESO me dio un fuerte empujón tirándome contra la mesa mientras me gritaba fuera de sí: “cuando te pille por la calle te voy a matar hija de p…”. No he podido dormir. Acudir hoy a clase me ha supuesto un gran esfuerzo, me sabía observada por el resto de los alumnos. Sólo tengo ganas de llorar”. Es el testimonio de uno de los 3.569 docentes que en 2009 marcaron desesperados el teléfono del Defesor del Profesor para pedir ayuda. Al igual que el 45% de sus colegas, esta profesora "abatida" presenta un cuadro de ansiedad y se plantea -como el 14% de sus compañeros- pedir una baja laboral.
Sin embargo, aunque en el sector todavía se recogen historias de este tipo, el informe elaborado por el sindicato Anpe registra avances dentro de las aulas y en el curso 2008-2009, el número de docentes que denuncia la imposibilidad de dar clase por la actitud de los alumnos ha descendido un 30% respecto al año anterior, aunque sigue siendo el principal motivo de las llamadas. El presidente del sindicato docente ANPE, Nicolás Fernández, ha achacado esta variación a "los cambios normativos, las modificaciones en los reglamentos de derechos y deberes y la implicación de los centros". Estas modificaciones han favorecido a que el docente recupere la autoridad en las aulas y permite actuaciones como la de expulsar al alumno inoportuno de clase o exigirles que entren sin el móvil.
El documento también registra datos que empeoran, como el aumento de las denuncias por el uso de las nuevas tecnologías -grabaciones con móviles o redes sociales (un 6%)- y el acoso de los padres a profesores (un 15%). Un ejemplo es la declaración de esta profesora que recibió la amenaza de unos padres por no vigilar a su hijo y dejar que se cayera en el recreo. "Un niño se cayó y se hizo un raspón en la rodilla. Le limpié la herida, se la desinfecté, le consolé y si bien es cierto que el niño lloró tras la caída y mientras le estuve curando, después en el aula participó en todas las actividades con normalidad. Yo habría olvidado este pequeño accidente, si por la tarde no hubieran aparecido los padres del niño gritándome, culpabilizándome de que el niño se había caído porque yo me había descuidado en la vigilancia de su hijo, asegurando que yo no le había atendido ni curado su herida a pesar de que el niño se había pasado toda la clase llorando. De nada sirvió que una de mis compañeras intentara calmarles diciéndoles que ella había visto cómo yo curaba al niño. El padre me agarró fuertemente del brazo, tan fuerte que me dejó señal, mientras me amenazaba con denunciarme y después de zarandearme me dio un fuerte empujón contra la pared”.
El acoso y amenazas de los alumnos hacia los profesores se mantiene en un 8%; el acoso y amenaza entre los alumnos continúa en un 17% y un 24% de los profesores asegura que ha sido denunciado por los padres.
Presiones para cambiar notas
También resulta llamativo que, entre las llamadas recibidas, un 3% denuncie presiones para modificar las notas y un 11% la falta de respaldo de la dirección del colegio. No sólo los padres amenazan al profesor que se niega a cambiar las calificaciones, sino que también el equipo directivo insta a modificarlas para no entrar en confilcto con los padres. "Me dijeron que no se le había informado al alumno de los puntos que se le asignaban a cada pregunta, aunque el examen estaba prácticamente en blanco", comenta un profesor. "Sugieren que aunque al alumno se le “pille” copiando no es razón suficiente para suspenderle. Incluso que una chuleta no era tal, sino un resumen que se había hecho y sin darse cuenta, se le había caído del estuche", afirman los profesores.
Vía La Gaceta
No hay comentarios:
Publicar un comentario