Pedro J. Ramírez ha asumido en una frase certera lo que desde hace demasiado tiempo está ocurriendo en Cataluña. “Tras los modales aseados de algunos late el fanatismo de los profesionales de lo antiespañol”.La Generalidad se ha dedicado desde hace muchos años a derramar sus prebendas y subvenciones sobre los más pintorescos grupos que se dedican a cebar el secesionismo. Se han creado así los profesionales de lo antiespañol. Se trata de organizar una fundación, un instituto, una agrupación, y después se solicita de Carod Rovira la subvención correspondiente para financiar la actividad antiespañola en el mundo del idioma, el teatro, el cine, el deporte, la producción audiovisual, los estudios históricos, amén de las más variadas camelancias. Los beneficiados dedican el 80% de la cantidad recibida a beneficiarse ellos y el resto a la actividad propuesta.La operación se hacía antes de forma enmascarada. Ahora, una buena parte de las agrupaciones antiespañolas exige la subvención para de ella vivir opíparamente. Es un descaro y un escándalo, con despilfarro que se financia a costa de los impuestos con que la Generalidad sangra a los catalanes.Son muchos millares los profesionales del antiespañolismo, que crecen como hongos, financiados por Carod Rovira y sus cómplices, mientras el presidente Zapatero, como la marquesa Eulalia rubeniana, sonríe, sonríe, sonríe.
Luis María ANSONde la Real Academia Española
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lunes, 30 de agosto de 2010
Los profesionales de lo antiespañol, por Anson
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Opinión
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