La izquierda española ha lanzado una agresiva campaña contra el juicio a Garzón, como si fuera iniciativa de la “ultraderecha”. Pero lo cierto es que el juez que dirige la causa, Luciano Varela, es bien conocido por su adscripción a la izquierda judicial. Más de izquierdas, por cierto, que Garzón.
Luciano Varela Castro, nacido en Pontevedra en 1948. Juez en la sala de lo penal del Tribunal Supremo desde 2007. Antes, nada menos que veintitrés años ejerciendo como magistrado en la Audiencia de Pontevedra. Casado, cuatro hijos. Dos de ellos también son jueces.
Este es el hombre que ha sentado a Garzón en el banquillo como acusado de un delito francamente serio: promover una causa aun a sabiendas de que no podía hacerlo. Lo que se está juzgando en el caso de Garzón es, en efecto, eso: no su intención de perseguir los “crímenes del franquismo”, sino su propósito de llevar adelanta una causa que no es competencia suya. Los “crímenes del franquismo” quedaron borrados por la ley de amnistía de 1977. Es la misma ley que permitió también borrar crímenes del bando “republicano”. Precisamente Garzón se escudó en la ley de amnistía para no investigar a Santiago Carrillo por los crímenes de Paracuellos. Ahora Garzón olvida su propio dictamen. Por eso está en el banquillo.
La reacción de la izquierda española, y en particular de la más extrema, ha sido desbocada: desde mociones en ayuntamientos hasta pancartas en la calle. La consigna es sólo una: es la extrema derecha quien ha sentado a Garzón en el banquillo. Ahora bien, nadie más lejos de derecha alguna, extrema o moderada, que el juez Varela.
Varela se estrenó en Pontevedra, en el lejano 1981, con una instrucción contra un alcalde de Alianza Popular: se le acusaba de haberse dejado regalar los muebles de la cocina de su casa. Ya era lo que se llamaba un “juez progre”. En 1983 participó en el reducido grupo de jueces de sensibilidad de izquierda que formó Jueces para la Democracia. Desde entonces se ha caracterizado por sus tomas de posición en este sentido. Belloch, siendo ministro, le encargó la Ley del Jurado. En definitiva, un pedigrí progresista bastante más depurado que el de Garzón.
Varela y Garzón son viejos conocidos. Por ejemplo, en cierta ocasión Garzón acudió a dar una conferencia al famosísimo Club Faro, de Vigo, y quien le presentó fue precisamente Varela. Garzón declaró: “firmaría porque Varela me presentase en todas mis conferencias”.
Los dos jueces tienen otra cosa en común: ambos participaron intensamente en las primeras grandes redadas contra el narcotráfico en Galicia, las que dieron lugar a la Operación Nécora.
Vía Cope
Pero será sentado en el banquillo y apartado de la Audiencia
Eso no lo esperaba el Juez Estrella.
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