domingo, 16 de mayo de 2010

Tijeras

Alfonso Ussía

Méndez y Fernández Toxo, las dos cabezas cumbreras de UGT y CC OO respectivamente, lo han dejado claro después de visitar a Zapatero en La Moncloa: «No llamamos a la huelga general para no hacer el juego al PP». Eso es lo que les importa a esta peculiar pareja de sindicalistas con tan alto poder de convocatoria que consiguieron reunir el Primero de Mayo en Madrid a seis mil manifestantes. Pero no es verdad. Ni Méndez ni Toxo quieren llamar a una huelga general porque ésta sería contra el Gobierno de Zapatero, el que les regala del dinero público 220 millones de euros cada año. Con ese dinero, no se congelarían un millón de pensiones. Por los sindicatos hay que comenzar a usar la tijera de los recortes, porque resulta inadmisible que con cinco millones de parados se sitúen del lado de los autores del desempleo. Se entiende su poder de convocatoria.

La vicepresidencia tercera del Gobierno, el regalito a Chaves que todos pagamos, y los ministerios de Igualdad y de la Vivienda no sirven para nada. Con las transferencias a las autonomías, ser ministro de la Vivienda en España es tan innecesario como ser Director General de Plantas Tropicales en Groenlandia. Muchos miles de millones de euros se ahorrarían con este tijeretazo, y que Chaves retorne a su Sevilla añorada, Bibiana Aído a Alcalá de los Gazules y Beatriz Corredor al lugar de su preferencia. Sumando los presupuestos de estos tres monstruos burocráticos ilustres, no se congelarían el resto de las pensiones. Nos hemos quedado, pues, sin sindicatos gorrones y ministerios inútiles. Que siga la tijera.

Cien millones de euros se derrochan cada año en subvenciones al presumible cine español. Se reparten esos millones un reducido número de jóvenes cineastas de verdad y los golfos pesebreros de siempre, entre productores, directores y actores. ¿Sucede algo si por un año el presumible cine español se produce con capital privado? ¿Sucede algo si no se rueda ninguna película en ese periodo de tiempo? Nada de nada. Medio millón de pensiones no se congelarían. Entiendo que muchos cejeros tendrían que apretarse el cinturón, pero es preferible que lo hagan ellos a los pensionistas. Cien millones más para todos y cien millones menos para unos pocos. De momento, con estos simples recortes, se consigue que los pensionistas vean incrementados sus ingresos.

¿Cuántos puestos de trabajo a dedo y a costa de los impuestos de los españoles se han creado sin necesidad en los últimos años? Decenas de miles de asesores autonómicos, subjefes de gabinete, delegados de ecosistemas, y demás chorradas. Eliminarlos sería catastrófico, por cuanto el número de parados alcanzaría una cifra insostenible. Pero no podremos aguantar en el futuro una carga tan gravosa como inútil. De un acuerdo entre el Gobierno de España y los autonómicos depende la clausura del derroche.

Con la cuenta de la vieja, hemos conseguido no sólo mantener, sino aumentar las pensiones. Una vicepresidencia, dos ministerios, dos sindicatos y el presumible cine español. Sumen y se llevarán una sorpresa. ¿Huelga general con cinco millones de parados? ¡Tururú! ¿Quién los mantendría?

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