Dos manifestantes atacan a un policía en una de las movilizaciones de ayer. | Ap
Atenas.- Grecia aún sigue en estado de shock, tras la muerte este miércoles de tres empleados de una sucursal bancaria en el incendio provocado por los cócteles molotov lanzados por algunos violentos.
Pero a pesar de que ese grave suceso está empañando las movilizaciones en contra de las medidas de austeridad anunciadas por el Gobierno, los sindicatos ya han hecho saber que seguirán adelante con sus protestas.
Esta misma tarde, de hecho, tienen previsto manifestarse en el centro de Atenas, coincidiendo con la votación en el Parlamento del drástico plan de recorte elaborado por el Ejecutivo socialista de Georges Papandreou.
El decreto contiene un importante número de medidas para reducir el gasto público y tratar de tapar el inmenso agujero (equivalente el 12,9% del PIB) existente en las cuentas griegas: suprimir las dos pagas extraordinarias que reciben los funcionarios, reducirles hasta en un 30% el sueldo, aumentar los impuestos sobre el alcohol, el tabaco y la gasolina; incrementar el IVA en dos puntos, bajarles las pensiones a los jubilados�
Y se da por hecho que el plan será aprobado, dado que el PASOK, el partido del Gobierno, cuenta con 160 de los 300 diputados y está decidido a aprobarlo aunque sólo con sus votos.
Sin embargo Papandreou ha hecho numeroso llamamientos a la oposición para que también apoye el programa de medidas. Sin embargo el líder del partido de centro-derecha Nueva Democracia, Antoni Samaras, ya ha anunciado que su formación votará en contra del paquete de austeridad. Y los comunistas y radicales también han dejado claro que por nada del mundo apoyarán la batería de medidas de ahorro del gasto público.
En lo que sí está unida toda la clase griega es en la condena de los violentos incidentes que este miércoles, al termino de la manifestación que coronó la jornada de huelga general, degeneraron en batalla campal y causaron la muertes de un hombre y dos mujeres (una de ellas, embarazada de cuatro meses).
Los sindicatos convocantes de las movilizaciones también se han manifestado categórica y unánimemente el suceso. Pero los partidos se acusan unos a otros de ser los responsables de lo ocurrido, en un clima político cada vez más tenso y envenenado.
El Mundo
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