Los médicos del Hospital Infantil de la Universidad de Fudan, en Shanghai, luchan por salvar la vida al bebé más pequeño que jamás haya sobrevivido en China, una niña de 413 gramos de peso y 26 centímetros de longitud que nació poco después de los cuatro meses de gestación.
La recién nacida ya ha pasado un periodo crítico de 100 horas después de abandonar el útero materno, según informó hoy el diario “Shanghai Daily”, pero todavía tendrá que permanecer en la incubadora más de tres meses, hasta que esté completamente fuera de peligro.
Su madre, una joven shanghainesa de 23 años, dio a luz hace unos días a una pareja de mellizos tras sólo 23 semanas y cuatro días de embarazo, pero el hermano de la niña murió a las pocas horas de su alumbramiento.
Un equipo de médicos y enfermeras especializados en cuidado infantil se ocupa del bebé, y trabaja para prevenir posibles infecciones, mantener estable su metabolismo y asegurar su nutrición, en un entorno que imita las mismas condiciones de humedad, luz y temperatura que el vientre de su madre.
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