El gran año de Zapatero y Garzón

Por Carlos Dávila

Recordaba Cándido, un enorme periodista, Carlos Luis Alvarez, que en su vida había sufrido una encomienda más penosa que hacer balance. Tituló precisamente su artículo “El balance” y él, que era presuroso en la redacción, se pasó, confesión propia, un par de horas sobre la máquina de escribir sin que la musa le ayudara. Al final, recurrió a Lope de Vega y al soneto que le ordenó Violante: “Un soneto me manda hacer Violante…”. El balance es un aprieto y, en consecuencia, se puede realizar de dos maneras: o mezclando churras con merinas, o, lo más fácil, ateniéndose a la pura cronología. Y a eso voy en el resumen político, en el balance de este año hórrido que, sin embargo, es susceptible de empeorar, teniendo en cuenta el maleficio bíblico que nos ha caído encima: la presencia de ese desastre eólico que se llama Zapatero. Así que empezamos el balance del gran año de Zapatero y Garzón.

22 de enero. La Fiscalía del Tribunal de Justicia de Madrid inaugura el caso Gürtel, Garzón, al acecho, se cisca en el reparto y mueve sus hilos para atizar a su antojo al PP.

28 de enero. Dos caídas sucesivas trimestrales del Producto Interior Bruto nos llevan a la recesión. Zapatero tranquiliza al país con una de sus apariciones más solemnes: “Estamos a punto de salir de la crisis”.

6 de febrero. Y en éstas llega el juez justiciero: detiene a Francisco Correa y a cuatro individuos más desde Boadilla del Monte a Sotogrande. Ya está en su salsa el amigo de Botín.

10 de febrero. Garzón, que se ha llevado el sumario de Gürtel como un golfillo, que disimula un cenicero en un bar de lujo, se lía la manta a la cabeza e imputa a 37 personas en el escándalo.

11 de febrero. Pero, ¡vaya por Dios!, resulta que el hombre que veía amanecer es cogido in fraganti cazando con el ministro de Justicia, Bermejo, en la sierra de Jaén. Época lo relata todo.

18 de febrero. Los jueces están encantados con la Administración socialista, por eso realizan la primera huelga de la historia. Bermejo, más chulo que un guardia de la porra, anuncia: “Prohibiré este tipo de huelgas”.

23 de febrero. No le da tiempo a culminar la fechoría: Bermejo dimite. Lo último que se sabe de él es que ha cazado, incluso, sin licencia. Le sustituye Francisco Caamaño. Dicen que es masón.

25 de febrero. El PP por fin se llama a parte y presenta una querella contra Garzón, que se ha inflado a filtrar todo lo que le viene en gana a los medios afectos. Las filtraciones después traerán cola.

1 de marzo. Elecciones autonómicas en el País Vasco y en Galicia. Ibarreche no consigue sumar mayoría y pierde claramente. En Galicia, el tripartito del inefable dúo Touriño-Quintana se va a al garete.

16 de marzo. Zapatero, que ya piensa traerse a Madrid al histórico Chaves, le hace el último regalo con nuestro dinero: le manda 1.204 millones de euros, por que, al parecer, todos los españoles se lo debíamos a Andalucía.

26 de marzo. Acuerdo histórico en el País Vasco: López será lehendakari socialista y Arantza Quiroga presidenta del Parlamento. El PSE promete al PP revisar la gobernación de Álava. Mentira clamorosa.

29 de marzo. En domingo y por la noche, el Banco de España interviene la ruina de Caja Castilla-La Mancha. El presidente socialista, Hernández Moltó, la ha dejado para el tinte tras forrarse durante años.

7 de abril. Es Semana Santa y, para conmemorar tan piadosas fechas, Zapatero manda de penitencia a alguno de sus ministros. Chaves, Jiménez, Gabilondo, Salgado y cosas así, son las novedades.

14 de mayo. El Gobierno, según reseña oficial de Efe, aprueba el aborto libre hasta la semana 14 y condicionado hasta la 22 en una serie de supuestos-coladero. La vicepresidenta y Aído lo anuncian con gran alborozo.

20 de mayo. Camps, presidente de la Comunidad Valenciana, declara como imputado en el caso Gürtel. Amplio despliegue de Televisión Española, que le presenta como prácticamente penado.

7 de junio. Segundo palo al PSOE: el PP gana las Europeas. Zapatero, que ha dirigido la campaña socialista, presenta la derrota casi como un triunfo porque “sólo dos escaños de desventaja son poco en este tiempo”.

19 de junio. Y vuelven los asesinos de ETA. En Arrigorriaga, pone una bomba lapa bajo el coche del inspector de Policía, Eduardo Puelles. Un mes después, en Calviá, los facciosos asesinan a dos guardias civiles.

2 de julio. Dimite el director Francisco Saiz, un protegido de Bono, que ha dejado el CNI como un solar; eso sí, su piscina y su casa, las tiene hechas unos chorros de oro; se las han mejorado sus propios agentes.

3 de agosto. Con Garzón de vacaciones pronunciando su remunerada conferencia de siempre, el Tribunal Superior de Valencia archiva la causa por cohecho contra Camps. Los medios afectos se estremecen de rabia.

18 de agosto. Primer trasplante de cara en Valencia. La principal noticia no es la hazaña médica y quirúrgica, es que Zapatero no se atribuye el éxito de la operación. Otra hazaña.

19 de septiembre. Garzón declara como imputado en el Supremo por prevaricación. Ha abierto las fosas del franquismo y pretende imputar a los muertos, un precedente para la Medicina Legal, no para la Justicia.

1 de octubre. El Alakrana, con 36 tripulantes, es secuestrado por piratas en el Océano Índico. Durante quince días, el Gobierno guarda un silencio sepulcral. Luego se ha sabido que los fondos reservados se han invertido en Somalia.

17 de octubre. Multitudinaria manifestación en Madrid contra la Ley del Aborto. TVE no pone, esta vez, helicópteros y el Gobierno imputa al PP la organización de la protesta. Todo muy previsible.

19 de octubre. Fallece Sabino Fernández Campo. El ex jefe de la Casa del Rey se lleva, probablemente, los secretos más importantes de la historia de los últimos cuarenta años.

27 de octubre. Dos hombres de Pujol, Maçiá Alavedra y Lluis Prenafeta ingresan en prisión. Están acusados directamente de corrupción. Les acompaña a la cárcel el alcalde de Santa Coloma, Bartomeu Muñoz.

14 de noviembre. La activista saharaui Aminatu Haidar comienza una huelga de hambre en Lanzarote. Así está treinta días. A España le resuelve el problema Sarkozy y pagamos a los marroquíes por ello.

21 de noviembre. Insólito y deleznable editorial conjunto de los periódicos catalanes a favor del Estatut y como presión al Constitucional. Amago de amenaza si no se respeta el texto.

27 de noviembre. El Gobierno aprueba la Economía Sostenible. Luego, Zapatero la presenta en el Congreso; las reacciones varían entre la incredulidad, el desdén o incluso la hilaridad. Fin de la reseña.

El paro registrado en noviembre asciende a la brutal cifra de: 3.868.946 desempleados. El Gobierno dice que, aunque pasaremos aún unos malos meses, todo se va a arreglar; sus planes empiezan a tener éxito. Un descaro. Éste es el balance del gran año de Zapatero y Garzón.

Via la gaceta