Las calles se tiñen de rojo y blanco En esta ocasión, la ´casa des trull´ fue la de Pere Pep Gil, mientras que la tradicional ´acapte´ tuvo decenas de paradas
BIEL CAPÓ / I. M. ARTÀ. Una alfombra humana de color rojo y blanco tapizó ayer las calles de Artà, confirmando que este pueblo de Llevant es uno de los epicentros festivos de Sant Antoni. La asistencia fue multitudinaria y, este año, al coincidir la fiesta en sábado, se notó especialmente la llegada de visitantes de otras localidades.
El despertador de la fiesta se activó bien temprano. Nadie puso reparos en madrugar en un día así. A las ocho de la mañana, la animación en las calles ya estaba presente. Era la hora de tomar fuerzas para lo que se avecinaba. Y qué mejor que hacerlo que con un chocolate con ensaimada.
A las nueve, ya hubo el primer baile con los dimonis. Fue delante de la casa des trull, que esta vez correspondió a la vivienda de de Pere Pep Gil.
Misa con autoridades
Los ánimos estaban en su apogeo y un río humano vestido con camisas blancas y pañuelos rojos acompañó a la tradicional acapte. Un festivo desfile del que forman parte el dimoni, la Obreria, la carroza y la banda de música.
Gentes de todas las edades, de todas las condiciones y de todas las procedencias, bailaron y rieron durante horas por las calles de Artà, cantando gloses y bebiendo herbes, mesclat y moscatel. Por la noche, tocó el turno de las tradicionales completes, con protagonismo para el Assistiu.
(Diari de Mallorca)
Pere Pep Gil
Obreria de Artà
El desayuno inicia una fiesta que no ha variado en 200 años"
La casa de Pere Pep Gil se convierte hoy en "sa casa des trui", donde a las ocho de la mañana se ha ofrecido chocolate con ensaimadas a una cincuentena de personas representantes del ayuntamiento, de los estamentos religiosos y sociales más representativos de Artà, musicos y dimonis. Una vez desayunados "se inicia la fiesta por las calles del pueblo, siempre con el dimoni Gros y el dimoni petit presentes". Pere Pep Gil es uno de los tres obrers de la fiesta de Sant Antoni de Artà, "una celebración que permanece invarible desde hace más de 200 años y nos enorgullecemos de esto. Quizás Artà no sea el puebleo de Mallorca que más gente acoge en estas fechas, pero podemos asegurar que tenemos fiestas más tradicionales. Todo el pueblo vive con especial devoción e intensidad esots dias", además de recordar que "en Artà esta fiesta no es municipal; el ayuntamiento no participa en la organización aunque, claro, están invitados y sus representantes ocupan un lugar importante en la fiesta". Mañana su casa también cerrará la fiesta ocn una merienda donde, esta vez, si sé invita a todo el puebleo para estar present en la lectura del argument, una composición glosada donde se resumen los principaels acontecimientos del año anterior."Cada año sa casa des trui corresponde a un obrer diferente, pero como sólo hay tres, cada tres años meto el pueblo en mi casa. Eso sí, es un placer y un orgollo poque forma parte de la tradició de los artanencs".
En Artà, undesayuno popular en casa del obrer Pere Pep Gil precede al pasacalles en el que los músicos, carregats de moscatel y mesclat , acompañar a los demoniso símbolos de la maldad y la tentación humana. Los tres representantes de la obreria de Artá se encargan de mantener la secuencia de la celebración según un viejo protocolo. Todo el pueblo luce el tradicional pañuelo rojo. Al caer la noche, cantadores y cantadoras amenizan la velada alrededor de las hogueras, recitando gloses, algunas "picantes", en un día en que "casi" todo está permitidio. Al día siguiente Sant Antoni, a lomos de un asno, presidirá la cabalgata de animales domésticos, su bendición, y la "liberación" de caballos....Visca Sant Antoni!
(Revista Brisas, 16 de enero del 2010)
La pasión de Artà
El pueblo vive con devoción la festividad de Sant Antoni, la fiesta más sentida, que hace vibrar a sus vecinos con los bailes de los ‘dimonis’ por todas las calles de la Vila
Artà es un gran ejemplo de tradición santantoniera, la auténtica fiesta que hace el pueblo.
A las nueve de la mañana se daba el ‘sus’ a horas y horas de fiesta. Los dimonis ofrecían el primer baile ante la Casa del Trull, este año en el domicilio de Pere Pep Gil en la calle Horteta. La calle larga y estrecha se llenó con un gentío, camisa blanca, pañuelo rojo y la botella de hierbas en mano.
No hacía falta nada más: una buena voz para cantar. La emoción estaba servida y muchos artanencs tenían la piel de gallina nada más escuchar los primeros compases de la tonada de Sant Antoni a cargo de la Banda de Música.
Se iniciaba la tradicional capta por el pueblo con el acompañamiento de centenares de personas.
En Xisco ‘Mosca’ y en Biel Ferriol, como cada año y bajo la careta de los dos dimonis, calentaban el ambiente. Artà estaba en fiesta, el pueblo vibraba, se respiraba la fiesta, detrás de los dimonis corría la gente para verlos bailar; ellos, con sus cañas, hacían sitio para poder bailar, y, a nada que podían, cogían una o dos jovencitas y las sacaban al círculo para danzar con ellas.
A media mañana, la comitiva de Sant Antoni se trasladó ante el Ajuntament, previa visita a la Residència, en un momento álgido de la fiesta que no tuvo fin. Por la tarde, a las 19.00 horas, se inició la salida hacia las Completes que se celebran en la iglesia parroquial, uno de los actos más emotivos del Sant Antoni de Artà.
Después de la ceremonia empezaron a arder los primeros foguerons.
Hoy tendrán lugar las tradicionales Beneïdes, más conocidas como la Covalcada, que cobrarán todo el protagonismo de la fiesta de Artà, con animales de todo tipo y plumaje. Sin duda, una gran fiesta.
(Ultima hora, 17 de gener)
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