Torpedos
Retrasar la jubilación de los españoles hasta los 67 años, ampliar los periodos de cotización, limitar las pensiones de viudedad y realizar reformas amplias en el sistema de pensiones sin tocar los privilegios de los políticos, los únicos en España que reciben la máxima pensión con sólo siete años en el cargo, es una canallada política que merece desprecio y rebeldía cívica. Arrebatar derechos a los españoles y respetar los ya insultantes privilegios de la "casta" política española es reflejo de despotismo y bajeza.
Las medidas injustas del gobierno de Zapatero se suceden mientras la olla de España acumula ya tanta indignidad y presión que puede estalllar. La sociedad, indignada, siente cada día más ganas de rebelarse y de acabar con la injusticia y la arrogancia de la casta política española.
El gobierno, incapaz de crear empleo y de sanear la economía, ha dado otro zarpazo a los derechos ciudadanos retrasando la edad de jubilación hasta los 67 años. Se trata de una medida rechazada por la inmensa mayoría de los españoles que Zapatero, exhibiendo despotismo y arrogancia, pretende aprobar, pero que no afecta en modo alguno a los privilegios y ventajas acumulados por la casta política.
Si hubiera reconocido a tiempo la existencia de la crisis, que negó para ganar votos, y si hubiera tomado a tiempo las medidas que los expertos y los organismos internacionales le recomendaban, el "pensionazo" no habría sido necesario. Él es el culpable del nuevo avance de los españoles hacia la pobreza.
Olvidando el principio de igualdad y la obligación de ser ejemplares, los gobernantes españoles no cesan de acumular basura en su ya maloliente y deplorable comportamiento.
Los españoles, que bajo este gobierno se dirigen, raudos, hacia la pobreza y el fracaso, cada día tienen más difícil cobrar sus pensiones y disfurtar de la vejez tranquila que merecen. El sistema de pensiones, saneado y próspero hasta hace pocos años, ya no recibe aportaciones del gobierno, que gasta más de lo que debe. El sistema de protección para los viejos también ha sido arruinado por la mala gestión de los políticos, Sin embargo, ellos, los miembros de la odiada "casta", a pesar de ser los culpables del desastre de España, jamás pierden sus privilegios y mantienen intactos sus abusos y ventajas. En lugar de cotizar los 35 años a la seguridad social, como cualquier ciudadano, a ellos les bastan 7 ejerciendo como políticos para tener derecho a la máxima pensión posible.
Reformar el sistema y retrasar la jubilación de los ciudadanos sin tocar los privilegios de la casta demuestra un nivel de insensibilidad de tanta envergadura y una arrogancia tan opresora que los españoles no deberíamos soportarlo.
La rebeldía ante la injusticia es urgente y necesaria. El nivel de abuso y desvergüenza ha alcanzado niveles antidemocráticos, antiéticos e insostenibles.
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