La ministra rusa de Salud, Tatiana Golikova, anunció ayer lunes que una política de lucha contra el aborto es necesaria para favorecer la natalidad en Rusia que, pese a haber registrado progresos, afronta desde hace 15 años una crisis demográfica. «La reducción del número de abortos permitirá solucionar el problema de la natalidad, no en un cien por ciento, pero sí en un 20 o 30 por ciento», estimó Golikova, citada por las agencias de prensa rusas. «Los índices de aborto y de natalidad son prácticamente comparables», señaló, precisando que en 2008 hubo en el país 1.714.000 nacimientos y se practicaron 1.234.000 abortos.
Después de la desaparición de la URSS, Rusia vivió una grave crisis económica, que provocó una drástica disminución del nivel de vida y una baja de la esperanza de vida y de la natalidad. La población del país se redujo en unos 5,8 millones desde 1993, siendo actualmente de 142 millones de habitantes.
El gobierno trata desde hace años de frenar esa baja demográfica mediante medidas de apoyo a la natalidad.
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, anunció en diciembre pasado que, gracias a la inmigración, al aumento de la natalidad y a la baja de mortandad, la población rusa aumentó levemente en 2009, por vez primera en 15 años.
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