martes, 19 de enero de 2010

El PP propone un "cambio profundo" en la lamentable educación española

El PP propone un "cambio profundo" en la lamentable educación españolaCon su documento "Propuestas del PP para un pacto por la reforma y mejora de la educación en España", la derecha española plantea un estimulante y positivo "cambio profundo" en un sistema educativo español que ha fracasado hasta la saciedad y que hoy sirve para formar a las generaciones menos competentes de Europa.

La clave del documento no está sólo en sus medidas, entre las que destacan reducir un año de la ESO para ampliar el Bachillerato a tres años, que sólo se pueda pasar de curso con dos asignaturas suspensas y con un informe favorable del centro educativo y mantener la Educación para la Ciudadanía, eso sí, desprovista de adoctrinamiento político y partidista, sino en un ilusionante cambio de filosofía que devuelve el esfuerzo y la disciplina a los centros educativos, que refuerza la autoridad del profesor y que en asuntos como el derecho a estudiar en el idioma español, se ciñe a una Constitución que el actual sistema desprecia y viola.

Es más que probable que, a pesar de la buena voluntad del actual ministro Gabilondo, el PSOE rechace el documento, temeroso de que el PP adquiera protagonismo y votos con esa propuesta regeneradora.

La miseria y la bajeza, presentes a grandes dosis en la política española, harán también que el documento sea criticado desde los sectores más conservadores de la misma derecha, que no admitirán que la odiada asignatura Educación para la Ciudadanía siga vigente en algunos cursos, aunque desprovista de la propaganda y adoctrinamiento que ha impuesto el PSOE.

El documento será enviado por el primer partido de la oposición al ministro del ramo, Ángel Gabilondo, con el que la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, lleva varios meses negociando con el objetivo de alcanzar un Pacto de Estado en educación.

El PP aboga por potenciar el aprendizaje del inglés como "modelo de preparar mejor a los alumnos para un mundo global", de forma que el inicio con carácter general del aprendizaje de esta idioma se haga en la segunda etapa de la Educación Infantil (de 3 a 6 años).

En cuanto a la Educación para la Ciudadanía, los "populares" -que en los últimos dos años han repetido hasta la saciedad que eliminarían esta asignatura si llegan al Gobierno- plantean un cambio en su configuración y contenidos, por entender que en este momento se "invaden ámbitos educativos que competen a los padres y presenta graves riesgos de adoctrinamiento".

Por ello, proponen fijar en la etapa de educación primaria una formación cívica de carácter transversal y elaborar unos nuevos contenidos de la asignatura existente en la educación secundaria "que deben ser acordados íntegramente" y "que han de proporcionar a los alumnos el conocimiento de la Constitución". Además, apuesta por el restablecimiento de la asignatura de Filosofía a su configuración clásica, "despojándola del empobrecedor planteamiento que la concibe bajo el hilo conductor de la Educación para la Ciudadanía".

Las primeras reacciones del PSOE ya anticipan el rechazo. La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, expresó su "sorpresa" ante la propuesta y la consideró una "equivocación".

Voto en Blanco cree en las líneas maestras de la propuesta del PP, un documento sólido y valiente que intenta remediar ahora lo que, vergonzosamente, no se atrevió a hacer durante el largo mandato de Aznar, tiempo en el que pudo cambiar la educación y no lo hizo, permitiendo que continuara vigente el actual sistema educativo, de clara inspiración socialista, culpable de que se hayan perdido la disciplina, el esfuerzo y la autoridad del profesor en la enseñanza, que el español haya sido postergado en las regiones sometidas al nacionalismo y que España, tras obtener un vergonzoso liderazgo europeo en fracaso escolar y baja calidad de la enseñanza, forme hoy a los jóvenes menos disciplinados y competentes de la Unión Europea.

Leído en Voto en Blanco

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