Domingo 5 de diciembre de 2010 7:16h 15
Esta foto la distribuyó ayer la agencia Efe, participada por el Estado. Estos vehículos militares situados en la Terminal 2 del Aeropuerto de Barajas fueron la contestación de los expertos de marketing del gobierno al desafío de los controladores con su huelga salvaje. Pero detrás de esta foto hay mucho más. Este caos aéreo no tiene relación con ninguna de las misiones de la Unidad Militar de Emergencias. Sólo tiene encaje en la última: “Cualquier otra que decida el Presidente del Gobierno”, es decir, que Zapatero puede utilizar a la UME para lo que le plazca. Según la propia unidad, se ha dedicado a repartir mantas y agua. Entonces, ¿para qué existe Protección Civil? Hay que reconocer que el gobierno ha llevado esta situación en términos de imagen con una habilidad digna del maestro de ceremonias del agit-prop del 13-M. Me refiero, por supuesto, a Alfredo Pérez Rubalcaba.Un respiro para el PSOE en su peor momento
El despliegue de la UME en Barajas se ordenó el viernes por la noche, a tiempo de que la foto apareciese en las portadas de los periódicos del día siguiente (como por ejemplo El Mundo), y dos horas y media antes de que Rubalcaba amenazase a los controladores con declarar el Estado de Alarma, una declaración desproporcionada y que se salta la Ley Orgánica 4/1981, pero que resulta muy oportuna para generar tensión (eso que tanto le conviene a ZP), dar una imagen de fortaleza por parte del gobierno -algo muy necesario de cara al exterior- y centrar la atención de todo el país lejos de la impopular supresión de la ayuda de 426 euros para los parados sin prestación. Esta medida fue contestada desde la UGT y desde el propio PSOE, avivando un conflicto interno ya agravado por la estrepitosa derrota del PSC en las elecciones catalanas hace una semana y por las filtraciones de Wikileaks, publicadas en España por El País y que dejan a ZP y a los suyos en muy mal lugar.
El País otorga al PSOE sus peores resultados en democracia
El escenario catastrófico se completa hoy con una encuesta en ese mismo medio: El País otorga al PSOE un ridículo 24,3% de los votos, 18,8 puntos por debajo del PP. Eso sitúa a los socialistas cinco puntos por debajo de los peores resultados del PSOE en democracia, los de las Elecciones Generales de 1977, en las que dicho partido obtuvo el 29,32% de los sufragios. El PSOE está en un momento crítico y este Estado de Alarma supone un respiro para Zapatero. Los rumores sobre la convocatoria de elecciones anticipadas en caso de que España tenga que ser rescatada por la UE también quedan aplazados con esta situación excepcional, pues el Artículo 116 de la Constitución impide disolver las Cortes durante un Estado de Alarma. Es significativo que Rubalcaba ya haya dicho que piensa agotar el plazo máximo que indica la ley para esta situación, y que incluso haya anunciado que podría prorrogarse, para lo cual necesitaría el permiso del Congreso. ¿Se piensa instalar el gobierno en una situación de excepcionalidad que le impide convocar elecciones?
El gobierno, capacitado para imponer noticias
En este escenario, resulta preocupante leer el Artículo 2 de la Ley Orgánica 4/1981, que establece que la declaración del Estado de Alarma será “difundida obligatoriamente por todos los medios de comunicación públicos y por los privados que se determinen”. El mismo Artículo señala: “También serán de difusión obligatoria las disposiciones que la autoridad competente dicte durante la vigencia de cada uno de dichos estados.” Es decir, que ayer el gobierno tuvo en su mano imponer los principales titulares de todos los medios. ¿Cabe imaginar forma más idónea de ocupar las primeras planas con lo que el gobierno diga? En cuanto a la oportunidad, ¿cabe imaginar una situación más propicia para que casi todos los medios apoyen al gobierno, sin molestarse en profundizar en las causas de lo ocurrido? Mirad los titulares de los medios de todo signo y sacad conclusiones.
Una militarización inconstitucional y a punta de pistola
Está claro que estamos ante magistral jugada rubalcabesca, que ha consistido en recurrir a una medida desproporcionada para responder a un problema que el gobierno pudo evitar, pero que no dudó en desencadenar con un decreto abiertamente ilegal, pues vulnera el Estatuto de los Trabajadores y el derecho constitucional a la negociación colectiva, rebajando de forma unilateral -por cuarta vez este año- los derechos de los controladores como trabajadores. Lo explica una controladora de Palma de Mallorca, Cristina Antón: “no es de recibo que AENA considere de repente que las vacaciones, los permisos por reducción de jornada, lactancia, enfermedades de familiares, formación y bajas no se computen como tiempo trabajado, cuando este novedoso criterio jamás se ha aplicado a ningún otro colectivo de trabajadores”. A esta situación hay que añadir noticias tan alarmantes como que ayer en Palma de Mallorca la Guardia Civil obligó a trabajar a varios controladores a punta de pistola cuando hacían un descanso, tras haberlos militarizado el gobierno en contra de lo que dicta el Art.117.5 de la Constitución, que sólo permite aplicar la jurisdicción militar a civiles en el supuesto de Estado de Sitio, y no de Estado de Alarma. ¿Es esto lo propio de un Estado de Derecho? ¿En qué condiciones queda la seguridad aérea con unos controladores sometidos a estas presiones?
El gobierno utiliza la situación para criminalizar al PP
Para agravar este esperpento, ayer el gobierno insinuó que el PP está detrás de la huelga y le acusó de apoyar a “presuntos delincuentes”, un claro intento de criminalizar a la oposición y una grosera mentira a la vista de la exigencia del PP de “medidas legales, incluyendo penales” contra los huelguistas. Desde el PP ya se ha pedido la dimisión de Gaspar Zarrías “por mentir a los ciudadanos”. Por mi parte, insisto: los controladores han perdido la razón con la huelga salvaje que iniciaron el viernes, con la que provocaron graves perjuicios a miles de personas, pero eso no puede ocultar la responsabilidad del gobierno en lo ocurrido y la gravedad de la medida adoptada este sábado para hacer frente a esa huelga, una medida muy del gusto -eso sí- de un gobierno cuyas pulsiones autoritarias aumentan en paralelo a sus posibilidades de perder las próximas elecciones.
Vía Elentir
No hay comentarios:
Publicar un comentario