
EDUARDO COLOM / Palma
Matas elude la cárcel con el banco al que Areal llevó a sus contratistas
«Me han quitado el trabajo sin ser culpable de nada», se defiende en una entrevista
Jaume Matas ha eludido su ingreso en prisión al transferir, el pasado martes, los tres millones de euros de fianza al Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, que investiga su incremento patrimonial en el marco del denominado caso Palma Arena.
El ex presidente balear del PP, que aportó ayer a primera hora de la mañana a través de su letrado, Rafael Perera, los resguardos de las operaciones, logró la suma para hacer frente a la caución gracias, en parte, al Banco de Valencia, controlado por Bancaja. Una entidad para la que el cuñado de ex dirigente popular, Fernando Areal, captó como clientes a los grandes contratistas públicos del Gobierno presidido por Matas. Lo hizo como comercial de una Sicav del banco Balear Ahorro, que llegó a manejar, con Areal al frente, 62 millones de euros. En el momento en el que comercializó esta Sicav, Areal era además el tesorero del PP balear, cargo que ocupó durante toda la pasada legislatura.
Ahora, el Banco de Valencia, participado en un 38% por Bancaja, le ha prestado 1,5 millones de euros. Es la misma cantidad que también le ha prestado la Caja de Arquitectos para cubrir el total de la fianza. Las negociaciones con estas entidades las cerró en sólo 24 horas, tras conocer la decisión del juez José Castro.
De esta manera, Matas, que se encuentra acusado por el Ministerio Público de la comisión de los delitos de malversación de caudales públicos, falsedad documental, prevaricación, blanqueo de capitales, delito electoral y fraude a la Administración, queda en libertad provisional y deberá comparecer en el juzgado cada 15 días. Asimismo, tiene prohibido salir de España sin autorización judicial, lo que le impide regresar a Estados Unidos, donde tenía hasta ahora instalada su residencia y su lugar de trabajo.
El Banco de Valencia es, a su vez, accionista de Arcalia, la sociedad patrimonial desde la que se gestionaban los fondos captados por Fernando Areal. Ésta constituye precisamente la nueva línea de investigación ordenada por el juez Castro, que ya ha solicitado a la Agencia Tributaria la lista completa de inversores captados por Areal, tanto para Balear Ahorro Sicav como para Arcalia, así como el destino final de los fondos invertidos y la rentabilidad de las operaciones realizadas por los mismos.
El que fuera ministro de Medio Ambiente agradeció mediante un comunicado elaborado por su abogado la ayuda de «terceras personas» tras depositar la fianza, para la que ha empeñado el patrimonio de su familia además de su principal propiedad, conocida popularmente como el palacete de Matas.
Una vez depositado el dinero, Matas decidió romper su silencio en la televisión autonómica de Baleares. Allí se quejo de que la «desproporcionada e injusta» fianza le ha ocasionado un «trastorno irreparable». «No tenía planificado que me quitasen el trabajo sin ser culpable de nada», añadió, en referencia a su dimisión como asesor de la consultoría Price Waterhouse.
En lo que respecta al contenido del auto dictado por el juez, al que se refiere como «sentencia», aseguró que «no tiene ningún tipo de acusación probada». «No quiero ni más ni menos que otros», apostilló.
«Cualquier proyecto se puede presupuestar en 40 millones y terminar costando 200 millones», opinó Matas sobre el velódromo Palma Arena. «Sólo hay un proyecto que se creó de una forma y terminó de otra. Además, no he tomado una sola decisión administrativa, el presidente adopta las decisiones políticas», dijo.
El ex president mantuvo que tiene un informe que demostrará «peseta a peseta» el origen de sus ingresos y justificó las enormes cantidades de dinero negro de que disponía en «herencias de su familia que ya estaban viciadas».
El Mundo
El ex presidente balear del PP, que aportó ayer a primera hora de la mañana a través de su letrado, Rafael Perera, los resguardos de las operaciones, logró la suma para hacer frente a la caución gracias, en parte, al Banco de Valencia, controlado por Bancaja. Una entidad para la que el cuñado de ex dirigente popular, Fernando Areal, captó como clientes a los grandes contratistas públicos del Gobierno presidido por Matas. Lo hizo como comercial de una Sicav del banco Balear Ahorro, que llegó a manejar, con Areal al frente, 62 millones de euros. En el momento en el que comercializó esta Sicav, Areal era además el tesorero del PP balear, cargo que ocupó durante toda la pasada legislatura.
Ahora, el Banco de Valencia, participado en un 38% por Bancaja, le ha prestado 1,5 millones de euros. Es la misma cantidad que también le ha prestado la Caja de Arquitectos para cubrir el total de la fianza. Las negociaciones con estas entidades las cerró en sólo 24 horas, tras conocer la decisión del juez José Castro.
De esta manera, Matas, que se encuentra acusado por el Ministerio Público de la comisión de los delitos de malversación de caudales públicos, falsedad documental, prevaricación, blanqueo de capitales, delito electoral y fraude a la Administración, queda en libertad provisional y deberá comparecer en el juzgado cada 15 días. Asimismo, tiene prohibido salir de España sin autorización judicial, lo que le impide regresar a Estados Unidos, donde tenía hasta ahora instalada su residencia y su lugar de trabajo.
El Banco de Valencia es, a su vez, accionista de Arcalia, la sociedad patrimonial desde la que se gestionaban los fondos captados por Fernando Areal. Ésta constituye precisamente la nueva línea de investigación ordenada por el juez Castro, que ya ha solicitado a la Agencia Tributaria la lista completa de inversores captados por Areal, tanto para Balear Ahorro Sicav como para Arcalia, así como el destino final de los fondos invertidos y la rentabilidad de las operaciones realizadas por los mismos.
El que fuera ministro de Medio Ambiente agradeció mediante un comunicado elaborado por su abogado la ayuda de «terceras personas» tras depositar la fianza, para la que ha empeñado el patrimonio de su familia además de su principal propiedad, conocida popularmente como el palacete de Matas.
Una vez depositado el dinero, Matas decidió romper su silencio en la televisión autonómica de Baleares. Allí se quejo de que la «desproporcionada e injusta» fianza le ha ocasionado un «trastorno irreparable». «No tenía planificado que me quitasen el trabajo sin ser culpable de nada», añadió, en referencia a su dimisión como asesor de la consultoría Price Waterhouse.
En lo que respecta al contenido del auto dictado por el juez, al que se refiere como «sentencia», aseguró que «no tiene ningún tipo de acusación probada». «No quiero ni más ni menos que otros», apostilló.
«Cualquier proyecto se puede presupuestar en 40 millones y terminar costando 200 millones», opinó Matas sobre el velódromo Palma Arena. «Sólo hay un proyecto que se creó de una forma y terminó de otra. Además, no he tomado una sola decisión administrativa, el presidente adopta las decisiones políticas», dijo.
El ex president mantuvo que tiene un informe que demostrará «peseta a peseta» el origen de sus ingresos y justificó las enormes cantidades de dinero negro de que disponía en «herencias de su familia que ya estaban viciadas».
El Mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario