domingo, 13 de diciembre de 2009

Consecuencias de la Independencia de Cataluña


La independencia llevaría a Cataluña a la quiebra económica y social

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Sólo hay que echar un vistazo al modelo de negocio de los buques insignia de las empresas catalanas –Gas Natural y La Caixa– para darse cuenta de que no es oro todo lo que reluce en el sueño independentista. La gasista, la primera de España, cuenta con 20 millones de clientes en todo el mundo, de los que nueve se localizan en España y de éstos, sólo dos en Cataluña. Mientras, La Caixa, la primera caja española, cuenta con 5.330 sucursales y casi el 70% de ellas se sitúa fuera de Cataluña.

Pues bien, la independencia de Cataluña conllevaría, tal y como señala el vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal-Quadras, “la hostilidad en términos psicológicos” de los españoles y de los europeos. El presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de España, Valentín Pich, incide en que los procesos de ruptura “suelen ser siempre muy costosos” porque al final lo que importa es vender el producto a cuanta más gente mejor y la confrontación puede traer consigo cambios en el comportamiento de los consumidores. Lo que quieren los empresarios es que sus artículos se vean de forma amable por el consumidor y un proceso como el de la independencia catalana llevaría a que los compradores no vean igual de bien que antes el producto. Y nadie puede dudar de que esto ocurriría, como se demostró hace cuatro años con el boicot a los productos catalanes desatado por las declaraciones, entre otros, del entonces líder de ERC, Josep Carod Rovira, durante la negociación del Estatut.

Adiós al euro

Con este precedente, no es extraño que el empresariado catalán no se haya posicionado en la línea de los independetistas, al menos, no públicamente. Todo lo contrario. A finales de 2005, ante el bloqueo a lo catalán, el presidente de La Caixa salió en defensa del mercado nacional, ensalzando el “carácter español” de la caja, un tema que, según dijo, es “irrebatible”.

Y es que las compañías saben de la importancia del mercado español, que supone alrededor del 50% de la economía catalana. Más allá, la Unión Europea representa el 30% y la autodeterminación de Cataluña implicaría su salida inmediata de la comunidad y del euro, con todo lo que esto conlleva. El mercado se estrecharía y las exportaciones se encarecerían.

Como apunta el director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Juan Iranzo, Cataluña estaría obligada a “someterse a la tarifa exterior común –política arancelaria–”. Además, añade, “tendría unos tipos de interés más altos y la moneda –¿qué moneda?– se debilitaría”.

Uno de los factores que las multinacionales, como Nissan, Sharp, Sara Lee u Honda, que cuentan con plantas de producción en Barcelona, tienen presente cuando se deciden a instalarse en un mercado es la amplitud del mismo. A cuántos consumidores tendrá acceso sin tener que hacer un gran esfuerzo en logística, algo que encarece el producto de cara al consumidor final. Y lo primero que perderían las empresas catalanas con la independencia de Cataluña sería eso, porque el resto de España ya no sería su mercado nacional, que, como miembro de la UE, podría poner aranceles a sus exportaciones.

Además, la escasez de mercado es un peligro que puede llevar a la deslocalización de factorías, que marchen allí donde puedan vender más. Valga un ejemplo, la contracción del mercado de las motocicletas ya ha provocado que la japonesa Honda tomase la decisión de dejar de producir en su planta de Barcelona y trasladar producción a Italia. Los expertos advierten de que para evitar esa deslocalización el estado catalán podría estar dispuesto a ofrecer ayudas con lo que se crearía una economía proteccionista.

Pich apunta también que otro motivo para atraer y retener a las empresas en un país o mercado tiene que ver con su estabilidad. “Además de mercados lo más amplios posibles e independientemente de sentimientos, el sector empresarial lo que desea es estabilidad”. El empresario siempre invierte con vistas al largo plazo, “es conservador por definición”, con lo que escenarios de indecisión o inestables no es lo que desean.

En consecuencia, las empresas ya no se plantearían instalarse en Cataluña y muchas de las allí presentes, sobre todo las grandes, saldrían o se verían obligadas a cerrar. Esto, además, afectaría a miles de pymes que dependen de la producción de otras compañías más grandes (sector del automóvil). De hecho, a juicio de Vidal-Quadras, “las más afectadas serían las pymes”, que representan el 90% del tejido empresarial de Cataluña.

En peligro

De esta forma, el panorama que se esboza para una Cataluña independiente es la pérdida de “entre el 30% y el 50%” de su Producto Interior Bruto (PIB) en unos pocos años, según calcula Vidal-Quadras.

Así, empresas y marcas como Maggi, Avecrem, Gallina Blanca, Apis, Matutano, Freixenet, Codorniu, Casademont, Casa Tarradellas, Argal, Artiach, Cami, Frigo, Chupa Chups, Bimbo, Panrico, Donuts , Bollycao, Fontvella, Vichy Catalán, Caprabo, Mistol, Calgonit, Gas Natural, La Caixa, Caixa Catalunya o multinacionales con sede en Cataluña como Nestle, La lechera, Danone, Buitoni o Knorr, verían peligrar su permanencia, su modelo de negocio e, incluso, su supervivencia.

Si el sueño de Laporta y de los independentistas se hiciera realidad, no haría otra cosa que perjudicar a España y, sobre todo, “condenar a los catalanes a la miseria”.

Sin embargo, el escritor Josep Pla dijo hace años que “el catalanismo no debería prescindir de España porque los catalanes fabrican muchos calzoncillos, pero no tienen tantos culos”.

5 comentarios:

Òscar dijo...

Según el decreto de la Unión Europea, si el pueblo catalán hiciera un referéndum legítimo y saliera como mínimo el voto afirmativo del 55 % de la población total, Cataluña se haría independiente y pasaría a ser un país más dentro de la Unión Europea con todos sus derechos.

A ver si leemos un poquito antes de meterse en aguas profundas.

barruguets dijo...

Oscar, quienes se están metiendo en aguas profundas son los catalanistas disparatados como tú.

Anónimo dijo...

Yo voto SÍ a la independencia.

Raúl dijo...

Qué Decreto, Oscar?? jajajaja, es lo más estúpido que he escuchado en mi vida. Francia fue uno de los socios fundadores de la Comunidad Europea en una época en la que Algeria era un departamento más francés,... sigue Algeria formando parte de la Unión Europea después de haber obtenido la independencia??. Cataluña quedaría fuera de la Unión Europea y además debería iniciar todos los procedimientos legales que han seguido España y Portugal para formar parte de la misma.... eso llevaría un plazo mínimo de 5 - 8 años...y eso sin contar con el veto de España. Pero te reitero mi pregunta, tú que lees tanto a ver si me das referencia de ese Decreto de la Unión Europea. Por favor un poco de rigor en lo que se dice.

Pau Miralpeix dijo...

Tu dices que todo el mercado español de la Caixa y Gas Natural se iría a pique, pero yo te hago un pregunta:
¿Es que acaso ahora (Formando parte Cataluña de España)los españoles vais a la Caixa por simpatia?

¿la mayoría de españoles prefieren un un producto por ser catalán?

Perdona, pero como esto no es así yo te digo que tu argumento sí que se va a pique.

PD: Sólo he leído el primer párrafo, pero como estoy convencido de lo que sigue...