El acceso a los arenales y la calificación de estas como ANEI dificultan la recogida de basura
BIEL CAPÓ. ARTÀ. Año tras año y llegado el verano, en la playas vírgenes de Artà se repite la misma historia, que deja la imagen paradójica entre la bella estampa de una idílica playa y la gran cantidad de basura que se amontona en la entrada sin que sea retirada. Al preguntarle al alcalde de Artà, Rafael Gili (UM), sobre la culpabilidad de esta situación, apunta sin divagar ni un instante a las instituciones (Govern balear y Consell de Mallorca), y especialmente a la Demarcación de Costas, ya que, según él, es quien cobra los beneficios de la concesión de la playa de la Colònia de Sant Pere y de los chiringuitos de Cala Mitjana y Cala Torta y luego el Ayuntamiento tiene que pagar los gastos de los socorristas y la limpieza, lo que significa un coste añadido para las arcas municipales.
Esta imagen, que genera las consiguientes quejas de los bañistas, se va rememorando sin que nadie sepa el porqué. Así, este verano ya se ha encendido la luz de alarma en sa Canova o en Cala Torta, donde la montaña de basura acumulada en la entrada ya tiene proporciones considerables, sin contar la que se amontona en el pinar cercano, donde además ya aparcan coches o se realizan acampadas. Todo en una zona clasificada como área natural de especial interés (ANEI).
El primer edil reconoce haber pedido ayuda a las instituciones para solventar la problemática. De todas ha recibido buenas palabras pero nada más que buenas palabras: "Ha llegado la hora de ver quién tiene más temple, tendremos que dejar la basura allí y que se pudra; nos llamarán guarros, pero no podemos asumir los costes de mantener limpias estas playas sin ningún tipo de ayuda del resto de las instituciones". Gili manifiesta que una posible solución sería adecuar los caminos de acceso a la playa para el tránsito de lo camiones y así poder trasladar los puntos de recogida mas cerca de la playa, ya que actualmente se encuentran alejados cerca de un kilómetro.
Esta es una solución que de momento parece inviable ya que se trata de caminos que generalmente transcurren por zonas ANEI y tendrían que ser asfaltados para poder facilitar el paso de los camiones de recogida de basura. Cala Torta y Cala Mitjana tienen el punto de recogida a unos 800 metros de la playa, por lo que mucha gente opta por dejar las bolsas de basura en la entrada o el pinar cercano donde sí acceden los turismos, acrecentando más el dilema.
El verano pasado el Ayuntamiento retiró unas quince toneladas de basura. Rafael Gili asevera que ha mantenido sus playas vírgenes para disfrute, "no sólo de los artenencs, sino también de muchos mallorquines".
4 comentarios:
Avui hem anat a Cala Torta amb bosses de fems i tira tira hem fet net tot el que hem trobat, especialment un gran munt de bosses que hi havia dins es bosc. Hem omplit tota una furgoneta. Esperem que Ajuntament i Govern deixen de barallar-se. UPyD Balears.
Molt bé Xesc. Excel.lent partit UPyD.¡Endavant!
Molt be per UPyD, això és estar conscienciat pel medi ambient.
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