El Teatro de Artá: se exigen responsabilidades

ELENA MARTÍN. ARTÀ. El alcalde de Artà, Rafel Gili (UM), señaló ayer que pedirán una auditoría del teatro por el elevado gasto que ha supuesto el edificio público, inaugurado en el 2001, a causa de las múltiples deficiencias detectadas. Aseguró que los resultados de la auditoría se harán públicos y garantizó que exigirán responsabilidades si se halla alguna anomalía. Gili explicó que en el edificio se han gastado "625 millones de pesetas" y que las obras "todavía no se han acabado". Indicó que los diez años de garantía del teatro terminan en el 2011 y que por ello hay que informar de las patologías estructurales y las deficiencias funcionales con rapidez para que el responsable se encargue de los gastos. Gili aseguró que quiere un teatro de primera clase para el pueblo de Artà, pero no quiere que los ciudadanos tengan que "invertir más dinero para arreglar los desperfectos". Según explicó el técnico municipal de obras públicas, Emilio Pou, "la única deficiencia estructural considerable es la plaza de acceso al teatro, que tiene los garajes y salas de ensayo debajo, que por una sobrecarga que no estaba prevista en el proyecto ha tenido que ser totalmente apuntalada". Pou explicó que también hay problemas con las instalaciones y con la construcción, como las piezas que se caen de la fachada, los problemas de insonorización de algunas salas o las inundaciones del foso del teatro cuando llueve. Las medidas para subsanar las deficiencias se harán sin cerrar el edificio ni la escuela de teatro y danza.