sábado, 16 de agosto de 2008

Abrazar a un árbol

Se dice que si hablas con tus plantas, estas crecen mejor y al mismo tiempo te beneficias de esta compañía. Los árboles también tienen sus virtudes. Desde antiguo se ha creído que abrazar a un árbol tiene virtudes terapéuticas para el bienestar y la mente, que nos aportan vitalidad y salud. También se dice que la persona capaz de hablar con un árbol no necesitará consultar con un psiquiatra y ya Hipócrates, el padre de la medicina moderna, recomendaba aconsejaba hablar con las plantas. De los árboles y plantas de la naturaleza salen las medicinas, herramientas, muebles, armas además de cobijarnos y aportarnos este oxígeno vital, por eso no es extraño que sea realmente bueno abrazar un árbol, qué frutos podemos extraer de estos abrazos, pues depende del árbol, según los antiguos y los entendidos:

Pino: es estimulante y reparador. Abrazarse a un pino cuando se padece asma, bronquitis o tos es casi milagroso.

Encina: es símbolo de la fuerza. Cuando uno se sienta indeciso va bien hacer ejercicios debajo de una encina y abrazarla.Nos da lucidez intelectual.

Cerezo: en flor nos transmite su belleza y también influye en los órganos sexuales.

Abedul: elimina la desgana y la angustia, evita la depresión.Tilo: es el árbol del amor. Produce ternura.

Haya: elimina el dolor de cabeza y las jaquecas, calma el ánimo y la conciencia.

Castaño y roble: aportan tranquilidad y nos ennoblecen.Sauco: fortalecedor del hígado y del bazo.

Así pues sigamos estos consejos milenarios: busquemos la compañía de los árboles, abracémoles o simplemente sentémonos debajo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En las tradiciones más antiguas, las personas buscaban un árbol y se abrazaban a su tronco, para transmitirle sus angustias y preocupaciones y para recibir la fuerza de la energía universal que podía curar sus enfermedades y sanar su cuerpo.
Por si acaso daré abrazos a todos los que me encuentre.
Bikos.