Nuevas trincheras de la guerra fría
Cuatro enclaves secesionistas de la antigua URSS enfrentan a Rusia y la OTAN
Un magnífico reportaje de Pilar Bonet para el País.
Para los cuatro conflictos congelados legados por la Unión Soviética corren nuevos tiempos. Gracias al apoyo militar de Moscú, Osetia del Sur y Abjazia comienzan a alimentar serias esperanzas de ser reconocidos como Estados independientes de Georgia, el país al cual pertenecen formalmente. Los otros dos enclaves secesionistas -el Transdniéster (en Moldavia) y el Alto Karabaj (enclave armenio arrebatado a Azerbaiyán)- tratan de sacar algún partido de este nuevo capítulo en un proceso cuyo detonante fue la independencia de Kosovo. Más allá de su peso territorial y demográfico conjunto (21.000 kilómetros cuadrados, equivalentes a las provincias de Sevilla y Cádiz, y un millón de habitantes), los agujeros negros importan por haberse convertido en el escenario de una nueva guerra fría entre Rusia y la OTAN. (...)
Cuatro enclaves secesionistas de la antigua URSS enfrentan a Rusia y la OTAN
Un magnífico reportaje de Pilar Bonet para el País.
Para los cuatro conflictos congelados legados por la Unión Soviética corren nuevos tiempos. Gracias al apoyo militar de Moscú, Osetia del Sur y Abjazia comienzan a alimentar serias esperanzas de ser reconocidos como Estados independientes de Georgia, el país al cual pertenecen formalmente. Los otros dos enclaves secesionistas -el Transdniéster (en Moldavia) y el Alto Karabaj (enclave armenio arrebatado a Azerbaiyán)- tratan de sacar algún partido de este nuevo capítulo en un proceso cuyo detonante fue la independencia de Kosovo. Más allá de su peso territorial y demográfico conjunto (21.000 kilómetros cuadrados, equivalentes a las provincias de Sevilla y Cádiz, y un millón de habitantes), los agujeros negros importan por haberse convertido en el escenario de una nueva guerra fría entre Rusia y la OTAN. (...)
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