El ex presidente del Gobierno José María Aznar ha denunciado hoy que España no podrá competir "ni en Europa ni en el mundo con unas comunidades autónomas aspirando a convertirse en mini-Estados".
El ex presidente del Gobierno José María Aznar ha denunciado hoy que España no podrá competir "ni en Europa ni en el mundo con unas comunidades autónomas aspirando a convertirse en mini-Estados".
Aznar ha efectuado esta afirmación durante su alocución en el acto de presentación de un nuevo estudio de FAES, la fundación que preside, sobre el funcionamiento del Estado de las Autonomías.
Acompañado por la secretaria general del PP, María Dolores De Cospedal, el ex jefe del Ejecutivo ha recalcado que España no puede mostrarse al exterior como "un territorio fragmentado, enfrentado, inseguro y escasamente previsible", consecuencia de convertir "la diversidad territorial" en un "viaje hacia ninguna parte".
A su entender, las comunidades autónomas "no son el problema", pero sí "tienen problemas", y por ello, es necesaria la reforma del modelo para resolverlos, nunca para negarlos.
Porque, ha añadido, el vigente modelo de Estado nace de la Constitución y "no puede quedar a merced del aventurerismo político de mayorías pasajeras", es decir debe evitar "nostalgias premodernas por fórmulas confederales", ya que ninguna de las planteadas ha arrojado las ventajas por las que abogaban.
Una intención que el ex presidente ha atribuido a los nacionalismos independentistas y a la izquierda por su interés en el "desbordamiento de la Constitución".
Aznar ha señalado que aún hoy hay "quien sigue patrocinando un destructivo juego" entre administraciones central y autonómicas, que más que beneficiar, perjudica, y que aún hoy hay "quienes trabajan a favor de un Estado residual" por considerar que es "el único deseable".
Son ambas propuestas políticas "temerarias y empobrecedoras" provenientes de minorías "locales o políticas", nunca mayorías sociales.
Frente a ellos, el presidente de honor del PP ha defendido la Constitución como marco de configuración del modelo de Estado, y por tanto como marco de la reforma del modelo. Bajo ese paraguas, mejor se responderá a las necesidades de los ciudadanos y a las exigencias del contexto internacional.
Así, ha continuado Aznar, se podrá llevar a cabo la reforma del modelo autonómico, por un lado para garantizar el Estado de bienestar, por otro para estimular la competencia institucional entre territorios, y por último, para aprovechar "las economías de escala" y competir con éxito en el exterior.
La consecución de tales objetivos nunca será viable con comunidades autónomas "aspirando a convertirse en mini-Estados".
Para Aznar, ahora, el debate sobre la posibilidad de reformar el Estado de las Autonomías exhibe un gran "nivel de confusión" como consecuencia de tanto "estereotipo, eslóganes y prejuicios", lo que atenta contra la exigencia de plantear un debate del que dependerá en gran medida el futuro de la nación.
Se trata de una tarea "inaplazable" que tiene un precedente no muy lejano, el de Alemania, donde el acuerdo entre los dos grandes partidos propició una mejora notable de la gestión del país.
"Si queremos seguir formando parte del proyecto europeo debemos resolver, entre otros, los problemas de nuestro Estado autonómico, porque de lo contrario tendremos dificultades crecientes para seguir anclados en el euro", ha proclamado Aznar.
Aznar ha mencionado la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, pues en ella quedan fijados "los límites jurídico-políticos" del proceso descentralizador de España. También ha confiado en que la sociedad española, en las próximas elecciones, respalde la búsqueda de un acuerdo "ampliamente mayoritario" que encuadre esa reforma.
Aznar ha efectuado esta afirmación durante su alocución en el acto de presentación de un nuevo estudio de FAES, la fundación que preside, sobre el funcionamiento del Estado de las Autonomías.
Acompañado por la secretaria general del PP, María Dolores De Cospedal, el ex jefe del Ejecutivo ha recalcado que España no puede mostrarse al exterior como "un territorio fragmentado, enfrentado, inseguro y escasamente previsible", consecuencia de convertir "la diversidad territorial" en un "viaje hacia ninguna parte".
A su entender, las comunidades autónomas "no son el problema", pero sí "tienen problemas", y por ello, es necesaria la reforma del modelo para resolverlos, nunca para negarlos.
Porque, ha añadido, el vigente modelo de Estado nace de la Constitución y "no puede quedar a merced del aventurerismo político de mayorías pasajeras", es decir debe evitar "nostalgias premodernas por fórmulas confederales", ya que ninguna de las planteadas ha arrojado las ventajas por las que abogaban.
Una intención que el ex presidente ha atribuido a los nacionalismos independentistas y a la izquierda por su interés en el "desbordamiento de la Constitución".
Aznar ha señalado que aún hoy hay "quien sigue patrocinando un destructivo juego" entre administraciones central y autonómicas, que más que beneficiar, perjudica, y que aún hoy hay "quienes trabajan a favor de un Estado residual" por considerar que es "el único deseable".
Son ambas propuestas políticas "temerarias y empobrecedoras" provenientes de minorías "locales o políticas", nunca mayorías sociales.
Frente a ellos, el presidente de honor del PP ha defendido la Constitución como marco de configuración del modelo de Estado, y por tanto como marco de la reforma del modelo. Bajo ese paraguas, mejor se responderá a las necesidades de los ciudadanos y a las exigencias del contexto internacional.
Así, ha continuado Aznar, se podrá llevar a cabo la reforma del modelo autonómico, por un lado para garantizar el Estado de bienestar, por otro para estimular la competencia institucional entre territorios, y por último, para aprovechar "las economías de escala" y competir con éxito en el exterior.
La consecución de tales objetivos nunca será viable con comunidades autónomas "aspirando a convertirse en mini-Estados".
Para Aznar, ahora, el debate sobre la posibilidad de reformar el Estado de las Autonomías exhibe un gran "nivel de confusión" como consecuencia de tanto "estereotipo, eslóganes y prejuicios", lo que atenta contra la exigencia de plantear un debate del que dependerá en gran medida el futuro de la nación.
Se trata de una tarea "inaplazable" que tiene un precedente no muy lejano, el de Alemania, donde el acuerdo entre los dos grandes partidos propició una mejora notable de la gestión del país.
"Si queremos seguir formando parte del proyecto europeo debemos resolver, entre otros, los problemas de nuestro Estado autonómico, porque de lo contrario tendremos dificultades crecientes para seguir anclados en el euro", ha proclamado Aznar.
Aznar ha mencionado la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, pues en ella quedan fijados "los límites jurídico-políticos" del proceso descentralizador de España. También ha confiado en que la sociedad española, en las próximas elecciones, respalde la búsqueda de un acuerdo "ampliamente mayoritario" que encuadre esa reforma.
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