domingo, 14 de diciembre de 2008

Dejad que los niños se acerquen a ETA

Escolares de Usúrbil tuvieron que compartir su Feria del Juguete con 100 ex presos de la banda a los que el ayuntamiento de ANV dejó el frontón del pueblo

XABIER GARMENDIA

USURBIL (GUIPUZCOA).-
«A los y las presas políticas vascas se les aplica la cadena perpetua». Dos ex etarras lanzan sus proclamas en el frontón municipal de Usúrbil, feudo de ANV, ante una veintena de chavales. Porque en el mismo recinto y a la misma hora estaba prevista la apertura de una feria de juguetes infantiles. Para los niños, fue imposible no escuchar que Rubalcaba está «llevando a cabo una estrategia para la aniquilación» de los presos.


Fueron alrededor de 90 los ex presos de ETA que acudieron a Usúrbil para reclamar una solución «dialogada y política» del que ellos denominan conflicto vasco, así como «el reconocimiento de los derechos de los presos políticos vascos».

En el frontón de esta pequeña localidad guipuzcoana, gobernada por ANV -con el ex jugador de la selección española de balonmano Xabier Mikel Errekondo como alcalde-, estaba todo preparado para la rueda de prensa de los ex etarras, con numerosos periodistas arracimándose frente a la mesa y los graderíos montados para la ocasión. Aunque la cancha tenía otros huéspedes, invitados a una cita muy diferente: niños, algunos con sus padres, que esperaban con impaciencia la apertura de la Feria del Juguete en ese mismo lugar. Aunque la espera se iba a alargar.

El casi centenar de antiguos militantes o simpatizantes de la banda terrorista compareció un poco más tarde de los previsto, con la intención de enviar un mensaje de unión en el seno del citado colectivo, ante lo que calificaron como «intento de división» pretendido por el Ministerio de Interior, con su responsable, Alfredo Pérez Rubalcaba, al frente.

La medida de acercar a algunos de los presos de ETA más significativos a prisiones próximas al País Vasco, como ha sucedido en los casos de Francisco Mugica Garmendia, Pakito, José Luis Urrusolo Sistiaga y Valentín Lasarte, entre otros, no ha sentado bien entre quienes reparten las consignas de la banda para el conjunto de los reclusos.

Fueron los ex presos Joxean Agirre y Begoña Sagarzazu los que ayer actuaron como portavoces, aunque se limitaron a leer un comunicado en castellano y euskara, respectivamente, ya que anunciaron que no responderían a las posibles preguntas de los numerosos periodistas allí presentes. El motivo fue la desinformación que, a su juicio, ofrecieron distintos medios en relación a la convocatoria. «Nos negamos a alimentar con especulaciones un periodismo de trinchera, un periodismo de basurero que despreciamos y que no contribuye en nada a mejorar la situación de los presos políticos y mucho menos a superar este conflicto en clave política», expuso Agirre para silenciar cualquier interrogante.

Tras una gran pancarta que recogía los términos «Amnistia» y «Askatasuna [Libertad]», los ex presos «políticos», como se denominaron en varias ocasiones, reclamaron «una solución dialogada y política», que pasa necesariamente por «el reconocimiento del carácter político de los presos». Avisaron, igualmente, de que la paz sólo será posible con «la vuelta a casa de todas las personas presas y exiliadas políticas», 762 según sus estimaciones. «No descansaremos hasta traerlos a casa», señalaron Agirre y Sagarzazu.

Mientras tanto, sorprendidos pero ajenos a lo que allí se estaba desarrollando ante sus ojos y oídos, aumentaba paulatinamiente el número de niños que esperaban, con la miel a la vista de sus labios, para hacer lo que mejor saben: jugar.

Los ex presos de ETA dirigieron entonces sus principales diatribas contra Pérez Rubalcaba, quien, según ellos, «ha reconocido el carácter represivo y negador del Gobierno español». Desde su perspectiva, el ministro de Interior, con su iniciativa de acercar a presos de ETA críticos con la dirección de la banda terrorista, «busca la división» de los reclusos y, a su vez, pretende «alargar sin fin el conflicto», ya que «están llevando a cabo una estrategia para la aniquilación de este colectivo». Asimismo, denunciaron la política penitenciaria por «llevar hasta el extremo la negación del derecho a la libertad». Con el lenguaje habitual, los representantes del Movimiento Pro Amnistia aseguraron que en las cárceles, a sus compañeros, «se les ha impuesto una vida sin derechos», así como la aplicación de «la cadena perpetua».

Para tranquilidad de los menores, que ya no podían más, los ex etarras finalizaron, también como es costumbre, realizando un llamamiento a la sociedad vasca para que se movilice en favor del «reconocimiento de los derechos básicos de los presos políticos».

Entre los casi 100 ex reclusos condenados en su día por pertenencia a ETA o colaboración con la organización terrorista se encontraban la histórica dirigente de la izquierda abertzale Itziar Aizpurua, viuda de Jokin Gorostidi; Angel Alkalde, ex diputado de Herri Batasuna, así como el ex alcalde de Andoain por EH José Antonio Barandiaran, detenido la pasada primavera tras el arresto en Francia de su antigua compañera en el consistorio Ainhoa Ozaeta, junto al dirigente etarra Thierry.

Y delante de todos ellos, formales, en fila, aguantando estoicamente sin saber por qué habían tenido que hacerlo, y esperando su momento, los niños. Y los juguetes, claro.

elmundo.es Vídeo y documento: Vea la concentración de ex presos de ETA y lea su manifiesto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto ya es alarmante.
Se acabaron los 30 años de paz.