Sin debate y sin votos en contra la Cámara aprueba pagar dietas y otorgar una partida anual a los dos sindicatos y la Caeb
Tienen amenazada la temporada turística balear con un preaviso de huelga, pero ni uno solo de los diputados baleares se atrevió ayer a rechistarles siquiera. Los dos grandes sindicatos baleares -UGT y CCOO- recibieron ayer el mejor regalo que podían esperar de los políticos baleares: que les pusieran en nómina a costa de las arcas públicas isleñas.
A partir de ahora, cada año -y junto con la patronal Caeb- los Presupuestos Generales de la Comunidad tendrán que reservarles una partida exclusiva para sus gastos.
Pero, ¿por qué ha de pagarles cada año la ciudadanía balear? «Para compensar el ejercicio económico de las funciones y cometidos que derivan de la participación institucional que desarrollan», reza la Ley balear aprobada ayer.
Un documento cocinado mano a mano entre el PSOE y los sindicatos durante esta Legislatura, bendecida ayer también por el PP, y cuyo borrador publicó EL MUNDO/ El Día de Baleares. Algo que no gustó nada a CCOO Baleares. Su secretaria general, Katiana Vicens, escribió al Govern pidiendo que se hiciera algo para poner freno a diversas publicaciones. «Estamos asistiendo, desde hace tiempo, a un ataque muy severo y constante de algunos medios de comunicación», señalaba la sindicalista.
Y no sólo eso, se quejaba también de algunas «decisiones judiciales que inciden en nuestra capacidad representativa poniendo en duda la condición de sindicato más representativo». Ayer, con la aprobación de la Ley se ponía el broche final -feliz- a la relación epistolar entre CCOO y el Govern sellándola con una partida económica.
Y así, la misma Cámara que no ha olido siquiera los Presupuestos Generales de la Comunidad para este 2011, despachaba así, sin ningún remilgo, una Ley que establece que los sindicalistas cobren, incluso, dietas por asistir a las reuniones.
Minorías fuera
El estatus de los sindicalistas mayoritarios -quedan excluidos los que tienen menos del 10% de representativas-, se equipara así al de los diputados baleares a la hora de recibir dinero por ejercer sus labores. Los diputados cobran 252 euros por asistir a un pleno como el de ayer, y 132 euros brutos por estar en las Comisiones. Los sindicatos, según CCOO Baleares, están recibiendo unos 100 euros por cada reunión, una cifra que con esta Ley se institucionaliza.
Ahora, si bien los primeros están elegidos mediante urnas, y se reparten el poder y las sillas de forma proporcional a sus resultados, los sindicatos que no tengan el 10% de representatividad se quedan totalmente fuera del reparto económico.
Es lo que le sucede, por ejemplo, al tercer sindicato balear, USO. Si el mismo criterio se aplicara en el Parlament se hubiera quedado fuera, por ejemplo, UM, que entró en la Cámara con algo menos de un 7%. Ayer, precisamente, fueron sólo los tres diputados de la ex UM los que se abstuvieron en la votación final.
Así las cosas, los sindicatos baleares cobrarán del erario público, a partir de ahora, por tres conceptos. «En la Ley de Presupuestos se ha de consignar una partida dependiente de Trabajo destinada al Fomento del hecho sindical», señala la Ley. Esta partida se ha de tramita «como subvención directa», establece la Ley.
Por otra parte y para que no tengan que vivir de las cuotas de sus socios, también recibirán dinero en concepto de «mantenimiento de estructuras organizativas». Y aparte, las dietas.
La Ley de Participación Institucional se aprobó así ayer sin un solo voto en contra. Ni uno solo pero con artículos como el 5, que obliga a sindicatos y patronal a «guardar la confidencialidad de las deliberaciones producidas».
Presencia absoluta
La Ley abre la puerta a CCOO y UGT a participar en prácticamente en cualquier asunto que concierna a la Comunidad Autónoma: «Las entidades públicas y los organismos autónomos de las Islas que tengan atribuidas competencias en Trabajo, ocupación, formación laboral, igualdad, inmigración, desarrollo regional, turismo, hotelería, industria...» y una larga lista de actividades que abarca prácticamente la totalidad de áreas en manos del Govern.
Sólo se excluye su participación -«porque se ha de regular por normativa específica»-, en los procesos de «negociación colectiva del sector público, en los convenios colectivos, en el Consejo Económico y Social y en el Consejo Social de la UIB».
Y así las cosas, mientras el Parlament premiaba a los sindicatos, el calendario de huelga sigue atascado en Madrid. Joana Barceló, consellera de Trabajo y Turismo se reunió temprano con los sindicatos para tratar del tema en una reunión en la que la portavoz del Govern aseguró estar totalmente en contra de la privatización de Aena y pidió a los sindicatos que hagan los posible para que sus portavoces en Madrid alcancen un acuerdo con Fomento. Precisamente y pensando en José Blanco, lo mismo pidieron los sindicalistas baleares a Joana Barceló, quizá confiando que como ayer en el Parlament el Govern convierta sus deseos en realidad.
1 comentario:
Es una situación complicada1 gracias por escribir el articulo con tantos detalles.
Saludos!
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