Por Luis David Bernaldo de Quirós Arias
Las exageradas leyes contra el tabaco, el alcohol y el tráfico, han sido aceptadas por el “pueblo soberano” con total sumisión, a pesar de tener los españoles fama de un tanto individualistas y díscolos. Estas medidas, propias de una dictadura, han invadido ciertos ámbitos privados, expresamente garantizados por esta carcomida Constitución.
¿Qué es lo que pasa, entonces?. ¿Qué tenemos miedo a la Guardia Civil?. La cosa tal parece porque la presunción de inocencia, llevada a cabo en delitos comunes y no comunes, desaparece cuando se detiene a un automovilista que va circulando correctamente dentro del reglamento de tráfico, y se le obliga a soplar. Si el tal automovilista no ha cometido ninguna infracción, ¿con qué derecho se le obliga a inspirar y a expirar?.
Claro que la “mayoría” piensa que estas medidas que restringen nuestras libertades privadas, son por el bien del “pueblo soberano”, pues la Máquina Maquiavélica pretende que seamos buenos y virtuosos chicos. Como sigamos así, en Europa habrá otra Cuba.
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