Un nuevo reglamento municipal da «preferencia» al catalán y esquiva el bilingüismo
LUIS GARRIDO
Barcelona
Las notificaciones que se envían a los ciudadanos, todos los impresos para solicitudes como las de cambio de domicilio o la propia publicidad municipal de Barcelona ya no podrán estar en castellano. Incluso otros detalles más particulares -como el idioma de los teléfonos móviles del Consistorio o sus matasellos- tendrán que ser exclusivamente en catalán, según la nueva normativa que aprobó ayer el Ayuntamiento para el uso de la lengua en Barcelona. Incluso deja de llamarse reglamento de usos lingüísticos para ser únicamente «del uso de la lengua catalana», lo que deja al idioma autonómico en solitario.
A través del nuevo reglamento -aprobado ayer por todos los grupos municipales excepto el Partido Popular-, el catalán pasa a ser denominado como la lengua «preferente» del Ayuntamiento, en detrimento del bilingüismo con el castellano. El texto señala, asimismo, que «las actuaciones internas del Ayuntamiento de Barcelona han de hacerse en catalán» o que el personal tiene que expresarse en el idioma de la Comunidad. El castellano queda aparcado y sólo se usará para aquellos ciudadanos que soliciten previamente que sus notificaciones sean en la lengua oficial del Estado.
Promovido por el grupo ERC en el Ayuntamiento, el nuevo reglamento lingüístico responde al intento de los republicanos por lograr que «el catalán se convierta por ley en la lengua propia y vehicular» del Consistorio. Según su portavoz, Ester Capella, es la reacción de su partido ante la «dejadez lingüística» del gobierno municipal.
Los republicanos se quejan de que, desde que pasaron a formar parte de la oposición, empezaron a aparecer invitaciones públicas o documentos oficiales redactados en castellano, además de numerosas faltas ortográficas en los manuscritos en catalán. «De forma sistemática, se había llegado a un punto en que no se respetaba la lengua propia», afirma Capella.
Esquerra puso en marcha una propuesta de nuevo reglamento para que el catalán resultase prioritario, que se escuda en el artículo sexto del Estatut, que proclama que «la lengua propia de Cataluña es el catalán» e insta a los municipios a que pongan en marcha una normativa para poner el idioma autonómico por delante del estatal. A partir de ahora, el Consistorio tiene dos años para que la nueva regulación se cumpla en su totalidad.
El texto no sólo hace referencia al uso del catalán en todos los documentos y notificaciones, sino también en «las empresas que han suscrito un convenio de colaboración con el Ayuntamiento», a las que se les exige que usen «al menos el catalán» en «rótulos, avisos y documentación pública», sin mencionar para nada al castellano.
La lengua estatal queda únicamente como una opción para las personas que lo soliciten expresamente. Y sólo en casos concretos como las notificaciones que reciben por correo o los impresos, que podrán pedirse en castellano. Aunque, según el PP, ahora mismo hay «problemas para encontrar impresos» en español.
«Aunque aparenten que se tendrá en cuenta el castellano, el reglamento lo excluye completamente», manifestó la portavoz popular, Ángeles Esteller, que opinó que «no tienen intención de darle cabida». Asimismo, estima que resulta discriminatorio que el español «se permita sólo en casos excepcionales», y que aparezcan «trabas» al intentar usarlo. Incluso, afirma que «quieren que la gente desista», ya que las notificaciones que se piden en castellano llegan tarde y «cuando alguien pide un informe en castellano siempre le dicen que se han acabado».
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Pues así vamos en España, de la riqueza del bilingüísmo nos harán pasar al catalán por fuerza, en Baleares se va a lo mismo.
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