¿Qué es lo que lleva a unos jóvenes normales a apoyar sistemas autoritarios hasta el punto de llegar a ejercer la violencia en su nombre? Esta es la clave de “La ola”, una cinta de nacionalidad alemana dirigida por Dennis Gansel, que pretende demostrar lo fácil que puede ser que un movimiento totalitario regrese a la Alemania actual. Antes de llegar al cine, los hechos reales en los que se basa se convirtieron en un libro que es de obligada lectura en los colegios alemanes.
Por Alicia Huerta
Ocurrió en California en la primavera de 1967, cuando un profesor del instituto público de Palo Alto, Ron Jones, realizó un experimento en su clase, convirtiendo a los alumnos en una unidad, eliminando sus identidades con un régimen autárquico al que tuvo que poner punto final al cabo de cinco días, porque el curioso experimento se le iba de las manos. En la cinta, que ha cosechado un gran éxito en Alemania, los hechos se trasladan a un instituto alemán en la época actual. El profesor encargado de dar un seminario sobre la autocracia, interpretado por el conocido actor Jürgen Vogel, comienza con ideas inocuas, como la disciplina y el sentimiento de pertenencia a un grupo, a un movimiento al que deciden denominar “La ola”, y acaba por verse comprometido con un ensayo cuya dimensión real es de lo más dramática e inesperada.
Aparte del interesante debate que propone el film, son los personajes los que perfilan la acción, de forma que es a partir de sus experiencias particulares cómo llegamos a entender su implicación en el grupo que se ha formado y que les ha transformado sin que se den cuenta. Quizás el más interesante sea el personaje de Tim, interpretado por Frederick Lau, que encarna un alumno que se siente muy poco querido en casa y cuya motivación principal para unirse al grupo es la de sentirse afectivamente acogido. Algo similar le ocurre a Marco, que, ante la infidelidad de sus padres, aspira a una experiencia de unidad que “La ola” parece proporcionarle. También el propio profesor, catalogado como un docente mediocre por el resto de sus compañeros de trabajo, experimenta nuevas y gratificantes sensaciones cuando se ve venerado y seguido incondicionalmente por un colectivo tan fiel. El contrapunto lo encontramos en el personaje de Karo, una chica educada en un entorno estable de carácter liberal que valora la creatividad individual en el proceso educativo, y que será la primera en darse cuenta de que el experimento es nocivo y alienante.
El resultado de este impactante filme es bastante sólido y convincente, a pesar de que en su afán de demostrar cómo afecta “La ola” a demasiados personajes, por desgracia algunos no se desarrollan lo suficiente y se queda algo corto a la hora de realizar un análisis más profundo del tema de fondo.
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