martes, 13 de marzo de 2012

Y tú, ¿de quién eres? Blog de Santiago González

Y tú, ¿de quién eres? Blog de Santiago González

No es que uno quiera hoy también hablar de género, pero aquellos polvos trajeron estos lodos. Recordarán ustedes el ruido organizado en la segunda legislatura Zapatero por la exigencia nacionalista de que se hicieran públicas las balanzas fiscales, esto es, las relaciones de Cataluña con el Estado. Zapatero accedió a las pretensiones, con Solbes, que sí sabía, en el papel de suegra complaciente y alcahueta. Se preguntarán para qué y aquí tienen hoy la respuesta: para alimentar el victimismo histórico de los nacionalismos con mando, con un argumento inane. Vean más abajo las noticias de portada de El Periódico y La Vanguardia.
El asunto me trae viejos recuerdos, una polémica en la que un economista vasco, creo que era Juan Cruz Unzurrunzaga sostuvo con Juan Roldán y Julio Segura en la revista Sistemas: por cada peseta que Euskadi paga de impuestos sólo retorna un gasto de, pongamos 70 céntimos (no recuerdo la cifra y no quiero ponerme a buscarla).
La falacia es extraordinaria desde varios puntos de vista. Desprecia el hecho de que la obligación de pagar impuestos es personal, de los ciudadanos, no de los territorios donde habitan esos ciudadanos que pagan los impuestos -¿por qué no se les llamará impostores?-. Un nacionalista nunca tendrá en cuenta que ese territorio cuya contribución exhibe con tanta impudicia, se ha beneficiado durante décadas y décadas de protección arancelaria que obligaba a todos los habitantes de la madrastra a consumir los productos manufacturados en esos territorios, frente a otros productos análogos fabricados más allá de los Pirineos. Jamás se contabilizará que su desarrollo fue posible gracias a unos movimientos migratorios que desertizaron la España interior y dotaron a Cataluña y el País Vasco de una pirámide de población con la base muy ancha, trabajadores jóvenes y baratos que contribuyeron con su trabajo al desarrollo de los territorios discriminados.
Finalmente, ¿qué tendrá que ver dónde se recogen los impuestos con quién los soporta realmente? Piensen en Mercadona, ahora que se ha hecho célebre su presidente. Los impuestos que paga por varios conceptos se contabilizan en su sede social, pero realmente los soportan los ciudadanos que pagan el IVA en los centros que tiene repartidos por España y los trabajadores de Mercadona de toda España. Por hacer un apunte.
Estas contabilidades perversas llevan a la consideración de los buenos nacionalistas que ellos pagan impuestos para sostener a los vagos andaluces. En realidad, los ricos catalanes, como los extremeños, pagan para los subsidios a los parados catalanes y a los extremeños. Excesos de la metáfora. Cuando se reivindican las raíces, se está reivindicando la pertenencia como una cárcel del alma. La gente no tiene raíces, sino pies, y estos permiten moverse y salir del territorio. Del puto territorio.



Copiado de Marianodigital

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