El pasado mes de agosto una asociación civil denominada Orden Soberana del Temple de Cristo (OSTC), que asegura ser heredera de los templarios, saltó a las portadas de los medios de comunicación por haber interpuesto una demanda contra Benedicto XVI con los míticos caballeros como fondo. Exigía la revisión del proceso contra el Temple, fechada en 1307 pero suprimida por bula del papa Clemente V
en 1312, así como la rehabilitación de los miembros de la Orden y el reconocimiento de los bienes incautados, valorados en 100.000 millones de euros, si bien aclaraba que no perseguía la restitución patrimonial de lo expoliado en el siglo XIV.
Maniobra propagandística
Fue una acción anunciada. Varios de sus miembros habían viajado a Roma entre diciembre de 2003 y octubre 2007 para solicitar al Santo Padre la revisión del proceso y la rehabilitación de la Orden del Temple. Vestidos con sus mantos y en perfecta formación, entregaron misivas en la famosa Puerta de Bronce, la entrada principal al Palacio Apostólico Vaticano. En sus comunicados advertían que, de no ser atendidas sus reclamaciones, recurrirían a los tribunales ordinarios. Y así ha sido. La demanda fue interpuesta en los Juzgados de Madrid contra el Papa actual por vía de la Nunciatura Apostólica en España. En su primer auto la jueza negó la admisión a trámite por falta de jurisdicción argumentando que no correspondía a su tribunal pronunciarse sobre hechos ocurridos hace 700 años “al ser materia propia de historiadores”. La asociación demandante presentó entonces una apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid, continuando con ello la escenificación de un despropósito, aunque supuso un golpe de efecto de un movimiento neotemplario enredado desde hace décadas en altisonantes declaraciones e ignoradas pretensiones de legitimidad. De entre los centenares de grupos similares que pretenden ser reconocidos por Roma como los “herederos” legítimos del Temple ninguno había llegado tan lejos. Si reclamar al Papa a través de la Justicia ordinaria la revisión del proceso de los templarios y la rehabilitación de la Orden ya era un atrevimiento, hacerlo actuando en nombre del Temple denota una impudicia que sin duda terminará volviéndose en contra de sus promotores y del neotemplarismo en general. Tan es así que el hecho ha permitido asistir a una reacción no menos desaforada entre muchos de los grupos rivales: la reprobación de quienes, a su vez, se consideran a sí mismos los verdaderos templarios. El espectáculo no deja de ser rocambolesco. ¿Quiénes son estos nuevos “templarios” que abogan públicamente por la unión de la cristiandad y el Islam mientras demandan al Obispo de Roma?
Via Más Allá
Yo creo que los verdaderos Templarios en Mallorca son estos presididos por el sacerdote D. José Emilio Nicolau i González, maestre del Consejo Nacional Templario, y lo demás sectas malignas, pero consultar con el mayor experto si alguien está interesado.
1 comentario:
Aqueixos també són falsos, més falsos que sa cenra de llana, són uns fantasmes, una secta perillosa.
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