El 30 aniversario de la Constitución y el final del 2008 han sorprendido a España en un momento especialmente difícil de su historia, inmersa en un grave proceso de deterioro democrático y de desmoralización de la sociedad, donde los ciudadanos desconfían en sus dirigentes y de un sistema cada día más sospechoso de corrupción y de estar sustentado en la mentira y el engaño.
Los políticos españoles no son conscientes del peligro que están asumiendo ni de la gravedad que encierra el que los ciudadanos estén dejando de confiar en el poder. La confianza es la base de la política y de la economía y sin confianza sólo queda espacio para el caos y la degradación. En España, el rearme moral y la reforma del liderazgo son ya tan urgentes como la recuperación de la economía. (Leer más:...)
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