Defensa no sólo no informó de que el pasado martes 19 ya tenía a varios militares en cuarentena sospechosos de portar el virus, sino que permitió un día después, de forma irresponsable, la entrada de un grupo de escolares soslayando el riesgo de contagio que conllevaba visitar en ese momento el cuartel.
Horas después, seis militares ingresaron en el hospital Gómez-Ulla con síntomas de Gripe A. Después de conocerse estos hechos, el mensaje que ha transmitido el Gobierno es el de coordinación absoluta entre Sanidad y Defensa. La reacción de estupor de Trinidad Jiménez ante las preguntas del PP el pasado jueves indican lo contrario: oscurantismo en Defensa y perplejidad en Sanidad.
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