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El picudo rojo ya ha llegado a Artà, uno de los pocos municipios donde no había probado sus palmeras.
Los dos ejemplares encontrados están repartidos por el pueblo: uno en el centro y el otro en una finca rústica de fora vila. El caso fue detectado por los técnicos de Sanidad Vegetal del Govern que informaron al Consistorio del descubrimiento para que empezara a ponerlas medidas previstas.
«Ante la importancia de esta plaga, necesitamos la ayuda de todos especialmente de los profesionales de jardinería y de los propietarios de palmeras», recordó el Ayuntamiento en un comunicado.
Ante la falta de recursos los municipios tienen que reclamar la concienciación de los ciudadanos como
su principal herramienta. La concejalía de Medio Ambiente se puso manos a la obra y comenzó a
imprimir trípticos que luego repartió entre los ciudadanos.
«El objetivo es detectar nuevos posibles casos yminimizar los daños que con toda seguridad se producirán
en el futuro», aclaró el Consistorio.
El pasado mes de noviembre el municipio ya organizó unas jornadas informativas sobre el picudo
rojo y la procesionaria del pino a las que acudieron técnicos de Medio Ambiente del Govern.
Una de las zonas calientes del municipio es el punt verd donde se gestionan numerosos restos de
poda de palmeras y de otros árboles.
El Ayuntamiento ha repartido trípticos a los funcionarios con lo que deben hacer para intentar pararle
los pies al picudo rojo. Desde el Consistorio recordaron que el municipio ya llevaba unos meses
dentro del radio de protección ante las plagas detectadas en Santa Margalida y Manacor. Con este
descubrimiento al picudo rojo le quedan pocos municipio a los que dar un bocado. Tal y como adelantó
este periódico tan solo Son Servera, Capdepera y la mayoría de la Serra se mantienen .
Publicado en EL MUNDO, 20 de enero
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